Escándalo en el software libre: ¿por qué renunció su "padre" al MIT?
El presidente de la Fundación del Software Libre, Richard Stallman, considerado como el "padre" más famoso de ese movimiento, renunció a su cargo en el laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y dejó la presidencia y la junta de la entidad que él fundó, por sus comentarios sobre el caso Epstein.
Stallman (en la foto) escribió en una lista de correo que "el escenario más plausible" era que las víctimas menores de edad del caso Epstein estuviesen "completamente dispuestas" a participar. Además, discutió las definiciones de violación y agresión sexual -también que ambas fuesen aplicables en este caso- porque cree que "es moralmente absurdo definir 'violación' de una forma que dependa de pequeños detalles como el país en el que se produjo o si la víctima tenía 18 o 17 años".
Poco después de que el diario digital Motherboard publicase esta información, el activista y programador escribió un nuevo correo en el que anunció su dimisión del MIT "por la presión sobre el MIT y sobre mí por una serie de malentendidos y caracterizaciones erróneas".
En lo referencia a su dimisión de la FSF, la organización explicó mediante un comunicado que Stallman había abandonado el puesto, si bien no se recogieron los motivos. La junta ya ha comenzado la búsqueda de un sustituto.
Tras la aparición de los correos, Stallman había reconocido en su blog que, a pesar de que hace años había asegurado que no veía nada erróneo en una relación sexual entre un adulto y un menor si éste la aceptaba, había comprendido "mediante conversaciones personales" cómo esto podía tener consecuencias psicológicas, por lo que había cambiado de opinión. "Creo que los adultos no deberían hacerlo".
El millonario Jeffrey Epstein, hallado muerto en agosto en la prisión de New York donde esperaba un juicio por tráfico sexual de menores, se suicidó ahorcándose. Epstein estaba acusado de crear una red de tráfico sexual de menores hace una década en sus mansiones de New York y Florida, y se había declarado inocente de los cargos.
El millonario ya había afrontado acusaciones similares en Florida en 2008, aunque entonces llegó a un acuerdo con el fiscal Alexander Acosta, posteriormente secretario de Trabajo en la administración Trump, que tuvo que renunciar a este cargo por el escándalo desatado por un pacto secreto ocultado a las víctimas.