Ranking de velocidad de Internet móvil en América del Sur: en qué puesto está Buenos Aires
Brasil vuela. No en términos económicos, pero sí en velocidad de internet que, en el mediano y largo plazo, termina impactando en cualquier actividad económica. Ese país suma a cinco ciudades entre las primeras 10 de las urbes de la región en donde se registran los niveles de velocidad de descarga más altos de las redes móviles. La Argentina presenta sólo a una ciudad, Buenos Aires, en el séptimo lugar.
Así lo muestra un nuevo informe de Open Signal sobre las velocidades de descarga más veloces que presentan las redes móviles en la región. Porto Alegre y Brasilia, con 17.6 mbps de descarga, lideran las posiciones.
En tercer lugar se ubica la peruana ciudad de Trujillo, con con 16 mbps, para inmediatamente después Brasil coloca a otras tres de sus urbes, San Pablo, Curitiba y Río de Janeiro, con un promedio de 15.6 y 15.5 mbps.
Si bien el reporte analiza a 25 ciudades, las primeras 10 son las que muestran velocidades de descarga por encima de los 15 mbps. Es decir, que el gigante de América latina no sólo coloca la mayor cantidad de ciudades en este ránking sino que copa, prácticamente, los primeros puestos más relevantes de no ser porque se coló Trujillo, ubicada a unos 550 kilómetros al norte de Lima.
¿Y la Argentina? En el ranking de 25 ciudades la Argentina sólo coloca a dos ciudades: Buenos Aires en el séptimo lugar, con 15,4 mbps de velocidad y, 10 puestos más abajo, Córdoba, con 14,2 mbps.
Fue Brasil el que metió más lugares en el top 25: 10 urbes. Le siguieron Perú y Colombia, con tres cada una, y luego, de a dos, la Argentina, Ecuador y Venezuela, aunque sobre este último país hay que hacer una observación obligada.
El país conducido por Nicolás Maduro volvió a ostentar las peores posiciones, no sólo por alcanzar los dos últimos lugares, sino porque los 5,8 mbps de Caracas y los 3 mbps de Maracaibo se ubicaron muy lejos de los primeros lugares e, inclusive, del promedio del ránking de la región que fue de 12 mbps. El reporte de Open Signal recordó que en este país aún hay predominancia de la red 3G puesto que la 4G no ha entrado aún en funcionamiento.
La vuelta del "dólar liqui": mientras se rearma el mercado, saltar el cepo por ahora cuesta apenas 15%
El promedio regional de velocidad de descarga se ubicó en los 12 mbps. Está por debajo de la media global que, en mayo pasado y de acuerdo a datos de la misma consultora, se ubicaba en torno a los 17 mbps.
El informe arrojó, asimismo, miradas adicionales interesantes. "Los puntajes de Download Speed Experience no fueron universalmente altos para todas las ciudades de Brasil; más bien vimos diferencias regionales distintas en el país descomunal. Las ciudades brasileñas más rápidas se ubicaron en las partes del sur del país donde se concentra el poder político, industrial y económico", detallaron desde Open Signal.
Por el contrario, "las ciudades del norte como Fortaleza y Recife aterrizaron cerca del final de nuestras clasificaciones, lo que indica que los operadores deberían considerar aumentar su inversión para mejorar la experiencia de la red móvil para los usuarios de esas ciudades", ampliaron los analistas consultados.
¿Pero los operadores móviles invierten en los lugares en donde hay menos poder adquisitivo y/o menor actividad económica?
Los despliegues de red, dados los costos y las inversiones que demandan, siempre se concentran en los lugares donde hay mayor densidad de población y actividad económica. Es la forma que encuentran los prestadores para agilizar la rentabilidad del negocio.
"Para recuperar la inversión en el menor tiempo posible comienzan a desplegar en zonas de alto poder adquisitivo, donde hay early adopters (usuarios tempranos de tecnología) o empresas para asegurarse que mientras despliegan van ganando clientes", dijo a iProfesional, José Otero, director de 5G Americas.
En la medida en que esas redes se despliegan se va generando esa economía de escala necesaria para que los costos comiencen a abaratarse tanto a nivel de equipamiento para infraestructura como dispositivos para conectarse. Es el modo en que las inversiones comienzan a hacerse constantes y las compañías se garantizan un retorno de inversión dentro de parámetros de tiempo aceptables, amplió el especialista.
Cuando se realizan las mediciones sobre las velocidades de carga también surgen datos que sorprenden. Lo que podría imaginarse es que las mismas ciudades que lideran el ránking de descarga lo sean a la inversa. Pero no.
El dólar a $60 ya impactó fuerte en la electrónica: cuánto aumentaron los celulares y televisores desde las PASO
El top five se repartió entre distintas ciudades y Córdoba logró colarse en el quinto lugar. Lima fue el primero, con 7,2 mbps apenas por encima de los 7 mbps de Santiago de Chile. Le siguieron San Pablo y Brasilia, con 6,7 y 6,6 mbps respectivamente y luego Córdoba, con 6,5 mbps. La ciudad de Buenos Aires quedó, en esta segunda evaluación, en la 13° posición.
Las diferencias son pequeñas pero suficientes para estar mejor o peor ranqueados en el listado.
¿Por qué es tan dispar el desempeño de las redes móviles en cuanto a la velocidad de carga y descarga?
Desde Open Signal explicaron que "las ciudades plantean diferentes desafíos para los operadores de red, en función de su topografía, el tamaño de la población y la densidad. Y un número creciente de suscriptores móviles, y en particular la cantidad de datos que consumen, puede ejercer mucha presión sobre las redes, causando congestión y ralentizando las velocidades".
Por esa razón, los operadores móviles administran sus recursos de espectro, considerados "escasos" por la empresa que efectuó el relevamiento, y a veces priorizarán los canales de enlace descendente para mejorar las velocidades de descarga, a expensas de las velocidades de carga, destacó.
El aporte a la economía de la región
El buen desempeño de las redes móviles impacta sobre el comportamiento económico de las ciudades y países, tal como se señaló más arriba.
ARSAT pesifica su tarifa mayorista hasta el próximo 31 de enero tras reclamo del sector
De hecho, en 2017, las tecnologías y los servicios móviles aportaron u$s280.000 millones en valor económico agregado, equivalente al 5% del PBI de América latina, según datos de la GSMA, una asociación que impulsa el desarrollo de infraestructuras móviles a nivel mundial.
La expectativa de este organismo es que, de cara a 2022, "la economía móvil de la región generará alrededor de u$s330.000 millones en valor económico agregado", lo que supondrá un 5,2% del PBI de la región.
El incremento de la productividad también se traducirá en la creación de nuevos puestos de trabajo. En 2017 la GSMA señaló que el ecosistema móvil generó 1,6 millones de empleos tanto a nivel directo como indirecto.
Lo mismo ocurre con el aporte a las arcas fiscales de los países de la región. En ese año, las contribuciones tributarias alcanzaron los u$s36.000 millones. Un mejor desempeño de las redes móviles con su consiguiente mayor consumo podrían elevar esa cifra de manera exponencial.
Claro que para que estas premisas se cumplan es necesario impulsar un desarrollo equitativo de las redes, es decir, alcanzar no sólo a las zonas más pobladas sino también a las más alejadas, para equiparar el nivel de oportunidades a partir de esa conectividad.
Es cierto que cuesta más desplegar una red de telecomunicaciones en zonas más apartadas porque, al tener menos densidad poblacional existe también menos clientes potenciales por kilómetro cuadrado lo que se traduce en que los tiempos para recuperar la inversión se alargan.
De ahí que los grandes prestadores deciden sus inversiones en función de la zona y de la topografía. Ecuación en la que también entra a jugar el tiempo de recuperación de esa inversión que, a vecese, no es posible viabilizar ni en cinco ni en 20 años. Cuando eso sucede es cuando el Estado debe hacer su aporte a fin de evitar la desigualdad, al menos en materia de conectividad.