El modo incógnito no te protege cuando ves porno
Al activar el modo incógnito en tu navegador favorito, que quizás sea Chrome si eres como el 70% de quienes navegan por la web, puede que te sientas seguro.
Contrariamente a lo que se piensa, el modo incógnito de tu navegador de Internet sólo sirve para ocultar el rastro en el dispositivo que estás usando. Por desgracia, hoy todo se almacena en la nube, de una forma u otra.
Es cierto que esto puede evitar que tu familia o amigos se topen con sugerencias más que sospechosas en el buscador de Google, pero poco más: el rastro de lo que hayas buscado se puede encontrar fácilmente si se analiza tu tráfico, algo que ocurre muy a menudo en redes corporativas o de hoteles o incluso públicas, donde es muy fácil que haya alguien espiando.
Y aquí no se tiene en cuenta lo más importante: el rastro que dejas en todas las páginas webs que visitas y que empresas de todo tipo, especialmente las publicitarias, pueden usar para conocerte mejor y ofrecerte "mejores anuncios".
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Un reciente estudio señala en esta dirección: todas las webs de pornografía tienen infinidad de "trackers", de elementos que te siguen cuando navegas por ellas y cuando saltas a otras páginas webs. Y el modo incógnito no te protege en absoluto de ellos.
En total, el 93% de las 22.484 páginas analizadas recogen información de sus usuarios y las venden a terceros. Y casi la mitad de ellas, un 44,97% del total, categoriza y además expone o sugiere a esos terceros las preferencias sexuales de los usuarios. Esto puede ser muy peligroso en aquellos países donde cualquier orientación que no sea la heterosexualidad está perseguida.
La única forma de ver pornografía, o cualquier otra cosa, sin ser perseguido es utilizar Tor. A diferencia de Chrome, Safari, Edge o Firefox, Tor bloquea todos los "trackers" a los que los usuarios se enfrentan cuando navegan por Internet.
Requiere cierto aprendizaje y por eso quizás no es tan popular como otros, pero por el momento, es la única alternativa de fácil acceso para quienes quieran subvertir la implantada norma de que hay que saber qué hace cada persona cuando utiliza Internet.