La Argentina "pica en punta" en iniciativas de software con impacto social

La recesión de la economía argentina abre una oportunidad para las empresas de software y servicios informáticos para desarrollar soluciones tecnológicas con fuerte impacto social.

En el marco de sus iniciativas de inclusión digital, la empresa Intive-FDV lleva adelante RSE Labs, un espacio de investigación y desarrollo (I+D) para que quienes trabajan en esta compañía y no se les asignó ningún proyecto en particular puedan investigar y aplicar tecnologías nuevas a proyectos con impacto social.

Mariano Stampella, cofundador de Intive-FDV e impulsor y responsable de RSE Labs, explicó a iProfesional que con esta iniciativa la compañía busca "conocimiento colectivo con impacto social" para "buscar transformar la realidad desde su espacio de acción que es la tecnología".

Intive-FDV pertenece a Intive, una compañía global. Si bien la estrategia surgió en la Argentina, empleados de área desarrollo y diseño de otras oficinas en Europa (Polonia y Alemania) se unieron al proyecto.

"La Argentina pica en punta en este tipo de iniciativas", afirmó Stampella. La razón se debe a "la realidad de desigualdad y mayor pobreza" que vive el país. Hoy la empresa tiene tres proyectos en curso:

* Ordenador sintáctico: una computadora para personas con dificultades en el aprendizaje del idioma.

* CrESI: una aplicación para adolescentes y jóvenes que quieran tener acceso a información sobre educación sexual integral.

* "Dale vida": una aplicación para personas que necesitan donaciones de sangre.

La incursión de esta empresa en esta área no es nueva: participa en proyectos como Dane, de la cámara del sector (CESSI) y de entidades que promueven la informática y la programación entre las mujeres.

También participan en "Developer for good", una actividad de dos días con escuelas para crear aplicaciones de impacto social, junto a los "unicornios" tecnológicos argentinos Globant y Mercado Libre durante un fin de semana. "Conocemos muchas organizaciones sociales y queríamos con este plan formalizar esa vinculación", dijo Stampella.

En el caso de la aplicación CrESI, disponible para Android, consiste en una trivia, que incluye temas como la interrupción voluntaria del embarazo.  "Los chicos responden a través de foros y pueden subir más material", explicó Stampella. El proyecto nació de estudiantes de 14 años de un colegio religioso en Pilar (Buenos Aires), donde quieren ahora desarrollar "ESI for kids".

El ordenador sintáctico es un producto diseñado en Alemania pero en la Argentina se desarrolla la aplicación para aprender lenguaje para chicos con dificultades. Estará en ingles, polaco, alemán y español y se exportará a otros países.

Los frutos de esta iniciativa impacta en la propia compañía, porque sus trabajadores y profesionales profundizan en la investigación y el desarrollo a nivel global, habilidades que luego aplican al cliente.

La dedicación a estos proyectos es completa por un mínimo de 15 días. Para ello se usan las mejores prácticas de desarrollo, con código abierto. "Antes no estar asignado a un proyecto era mal visto, teníamos mucha rotación. Ahora nadie se va de la empresa", dijo el cofundador de la empresa, donde empezaron a medir por qué los postulantes la elegían la empresa. Entre las respuestas figura el impacto social que genera la firma.

A partir del 1 de agosto, la firma pasó a llamarse Intive, como consecuencia de la venta del 49% de las acciones restantes de la organización. Finalizó así, el proceso de adquisición iniciado en 2017, cuando intive obtuvo el 51% de las acciones de FDV Solutions.

Desde la Argentina continuará dando servicios a los clientes con sede en Estados Unidos y desarrollando ese mercado aún más. Además, la Argentina será la sede para el desarrollo de nuevas cuentas en América latina, según explicó Andrés Vior, ex CEO de Intive-FDV y nuevo vicepresidente y country manager de la Argentina.

Esta empresa argentina fue fundada en 2006 por siete ingenieros graduados en la Universidad de Buenos Aires, mientras que Intive fue creada por cuatro amigos en 1999 en Helsinski, Finlandia.