El avión más grande del mundo se queda en tierra
Stratolaunch Systems Corporation, la compañía fundada por el fallecido multimillonario y cofundador de Microsoft, Paul Allen, y que desarrollaba el avión más grande del mundo abandonó, según informó la agencia Reuters que cita fuentes anónimas.
La intención de Stratolaunch era participar en la carrera espacial con una nave que fuera capaz, en primera instancia, de lanzar satélites y posteriormente transportar personas al espacio.
Parece que la muerte de Allen, en octubre de 2018, ha sido determinante para sellar el futuro de la compañía aeronáutica, ya que Stratolaunch dependía financieramente de Vulcan, el instrumento de inversión privada del propio Allen. Tras su fallecimiento, Jody Allen –hermana del multimillonario– habría empezado planear la retirada de Vulcan del proyecto Stratolaunch.
De esta manera, en enero la compañía ya anunció que abandonaba la idea de construir los cohetes que debían ser lanzados desde su enorme aeroplano de doble fuselaje y doble cabina, con unas alas de 117 metros de envergadura.
Dilema telco: Argentina depende de Huawei para redes 4G y 5G, en pleno conflicto China-Trump
El Stratolaunch tiene unas dimensiones de 72 metros de largo y 17 metros de alto, pesa casi 230 toneladas, está propulsado por seis motores de Boeing 747, y tiene una autonomía de vuelo de 3.704 kilómetros.
De todas formas, el avión realizó su primer vuelo el pasado 13 de abril y la compañía informó de que el avión alcanzó velocidades de 300 km/h y un altitud de 5.100 metros durante un vuelo de prueba de 150 minutos, antes de aterrizar de manera segura en el aeropuerto de Mojave. En todo caso, muy lejos del espacio, y desde entonces no había vuelto a volar.
Tampoco que el Stratolaunch ya tuviera su primer contrato, y que Northrop Grumman lo hubiera elegido para poner en órbita su cohete Pegasus en 2020 ha servido para que la heredera de Paul Allen haya decidido cortar la inversión y las alas del sueño espacial de infancia de su hermano, y que este decidió empezar a hacer realidad en 2011, con una nave que abaratara los costes de acceso al espacio. "Soñé con convertirme en astronauta", dijo Paul Allen en el lanzamiento de la compañía en 2011.
También habría ayudado que otras compañías, como Virgin Orbit, estén a punto de conseguirlo y que incluso SpaceX –propiedad de Elon Musk– tenga una clara ventaja en este sentido. Virgin Orbit utiliza un avión 747 modificado llamado Cosmic Girl, y se espera que comience el servicio comercial con su cohete LauncherOne este mismo año.