Nuevo momento de cambio para la TV: llegan con fuerza los competidores de Netflix
El mundo de la producción audiovisual comienza a celebrar su competencia más importante en el living del hogar. A Netflix le surge cada vez más competencia, y si bien el rey del streaming ya suma casi 150 millones de clientes, el futuro de su liderazgo tendrá que dirimirlo cada vez más fuerte con sus rivales actuales, como Amazon, YouTube y HBO, el flamante Paramount +, y en pocos meses a Disney +.
La cosa no quedará acá pues a esta lista de plataformas de video sobre demanda ya se anotaron Movistar, DirecTV Go, y también versiones más de culto como Qubit y Muvi. ¿Qué hará Flow en esta carrera en la que los operadores no dudan en abrir también su servicio de streaming por fuera de la provisión de internet? "La compañía sigue concentrada en la estrategia de integración", dijeron desde la empresa, aunque nada se descarta a futuro.
La competencia es global. Y en cada país en particular toma sus propios matices, según diversas variables socioeconómicas, regulatorias y culturales. Aunque los servicios de video a la carta están integrados en los viejos esquemas de comercialización de la televisión paga, también se mantienen en sus versiones conocidas como "stand alone", es decir, solas, sin depender de un cableoperador o un proveedor de red en particular.
En la Argentina la batalla aún no tiene demasiadas implicancias. Netflix se impone por peso propio. Y le siguen Flow, HBO Go, Amazon Prime Video, aunque sin poder determinar con exactitud qué tan lejos están.
Paramount + le presentará su primera competencia fuerte de la mano de Viacom. Hacia adelante, se ve DirecTV Go, Disney + recién hará su debut en la Argentina y en la región en 2020, mientras HBO Go continúa atada a un prestador de televisión por suscripción.
En el medio surgen opciones con estilos bien diferentes: Qubit, reformulado, ahora aparece atado a los dispositivos Roku (condición sine qua non para verlo), y Muvi, la plataforma de streaming de cine de culto de Eduardo Costantini (h).
Hacia adelante, el que se sumará con su stand alone propio será Telefónica, que anunció recientemente que abrirá Movistar Series, el canal exclusivo de la compañía en su propia plataforma de contenidos donde brinda al menos un estreno por mes, a partir del año próximo.Sin olvidar el anuncio que, hace un par de meses, realizó Warner que también prevé tener su propio sistema de video on demand (OTT).
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Ante esta variedad de opciones para consumir contenidos –y no serán parte de este artículo los OTT dedicados exclusivamente al deporte- la pregunta es, ¿cómo se comportarán los consumidores frente a abonos de OTT que oscilan entre los $200 y los $400 por mes y que, hasta ahora, continúan conviviendo con los servicios de TV paga sin mayores inconvenientes? Esto en un contexto que muestra a los países centrales con un creciente fenómeno del cord cutting, es decir, los que se bajan de la TV paga pero se quedan con la banda ancha.
"Sin dudas el surgimiento de más OTT va a afectar al cord cutting porque los usuarios están buscando otro tipo de productos. Los operadores de TV paga van a tener que replantearse qué hacer con la pérdida del negocio de video tradicional", dijo a iProfesional, Gustavo Mónaco, consultor en digital innovation y news media.
Así como los operadores de telecomunicaciones buscan ofrecer paquetes de servicios para llevar a los clientes a sus huestes, donde ya conviven las señales de TV en sus viejos formatos con los nuevos proveedores de streaming, hacia adelante estos últimos también aparecerán más integrados con sus colegas y/o rivales de la nueva era on demand.
"El stand alone es una de las tendencias que se viene pero la evolución será en combo", sentenció Mónaco. Y da una serie de ejemplos que muestran cómo es que se están conformando las nuevas asociaciones entre diversos jugadores.
Hulu, el servicio de streaming de Disney y Comcast, con Spotify; y Qubit en Roku son dos ejemplos de lo que podría verse en el futuro. Las posibilidades se amplían en combos liderados por otros prestadores o agregando alternativas a las existentes.
En el mundo del video streaming ocurrirá algo similar a lo que ya sucedió entre las empresas de tecnología y las operadoras de telecomunicaciones. La informática se subió a las redes y, así, ambas se potenciaron tras salir a buscar el mercado juntas. Lo mismo ocurrió, inclusive, con las tecnológicas "puras", que tradicionalmente competían en un negocio, pero que luego terminaban aliándose para explorar negocios de manera conjunta, cada una con su mejor expertise.
El ejemplo más claro de esta situación es el de Netflix y Telefónica. La operadora cuestionó durante años la inversión en infraestructura que debía enfrentar para satisfacer la demanda de ancho de banda de sus clientes. Y pretendía que estas empresas de internet también se hicieran cargo de esos desembolsos. Hasta que se dio cuenta que la solución pasaba por aliarse con el enemigo antes que querer combatirlo.
Esta demanda no fue exclusiva de esta compañía. A nivel local hasta hubo un tiempo en que esa postura fue compartida por Cablevisión, antes de la fusión. Hoy ambas mantienen acuerdo con Netflix para integrarla en su plataforma, más allá de que haya que continuar siendo cliente de la proveedora de streaming por separado.
Hace unos días Amazon y Google se movieron en un sentido similar. Cuando cada una había impedido que sus aplicaciones funcionaran en la casa de la otra, tras el acuerdo entre Apple TV y Disney +, decidieron barajar y dar de nuevo. El nuevo reparto arrojó que la aplicación de Prime Video pueda descargarse desde Chrome y los smart con Android, y que Youtube pueda verse en Fire TV, el dispositivo de streaming de Amazon.
Estos nuevos acuerdos ya están mostrando resultados. Hulu sumó 3,8 millones de suscriptores pagos en lo que va del año y su base ya llega a los 28 millones de abonados. Lo más impactante es que superó a lo hecho por Netflix en este mismo lapso, en el que sumó 1,7 millones de clientes, según la revista Señal.
Un espejo en donde mirar
¿Estos fenómenos podrán repetirse en la Argentina donde se da el nivel de penetración de TV paga más alto de la región, de 78%, según Business Bureau (BB)?
La expectativa es que sí, pero seguramente a un ritmo menor al que se registrará en otros países donde este servicio no esté tan arraigado en la población.
"Lo veo más como una migración que van a hacer los operadores que como otra cosa. Las empresas que no puedan dar un buen servicio de banda ancha morirán, y las grandes compañías, van a ir transformándose y cambiando el eje del negocio", consideró, por su parte, Enrique Carrier, director de la consultora homónima.
Aún no hay datos certeros sobre la cantidad de argentinos que contratan servicios de video on demand. Pero, de acuerdo a los datos de BB, es posible determinar que el 25% de la participación de mercado se la lleva Netflix, seguida por Flow, HBO Go y TyC Sports Play, con un 4% cada una. El restante universo, un 63%, se distribuye entre la vasta categoría Otros.
"Van a haber seis o siete servicios y habrá un salto entre las suscripciones. Los usuarios van a adherir a aquellos en donde estén las series que quieran ver. Habrá competencia pero también complementariedad. Si se trata de una empresa de telecomunicaciones pensarán cómo monetizar su banda ancha, y ofrecerán otro panel de distribución", apuntó Mónaco.
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En sintonía similar se expresó Carrier, para quien "como parte de esta convergencia las operadoras de televisión paga son cada vez más empresas de telecomunicaciones y cambian la forma de ofrecer el contenido. Se verán cada vez más fuerte las ofertas en combo".
"El servicio de cajas (DVR) sigue activo. El negocio crece por el fenómeno de los cord cutters", explicó Alex Dalessio, director de ventas de Roku para América latina. El dispositivo Roku convierte cualquier televisor en Smart TV y en un país como la Argentina donde todavía hay muchos aparatos que no lo son hay oportunidad para llegar a ese mercado con este tipo de prestaciones.
"Las grandes operadoras locales ven que el 70% de su tráfico se va al streaming y tendrán que ver cómo lo monetizan. Esto llevará a esquemas de asociación. Y hay que mirar lo que ocurre en Estados Unidos, más allá de que sea un mercado diferente al de América latina. En un punto son espejos donde mirarse respecto del consumo del video sobre demanda, y de la banda ancha", amplió Mónaco.
Netflix, por ser el primero, es el que acumula el mejor market share en este esquema. Pero también el que tendrá que explorar alternativas para no perder en el camino ya realizado. Será también el que deba indagar en nuevas alternativas de paquetización. Lo sucedido en Estados Unidos frente a los números que logró Hulu anticipan que mantenerse al tope demandará esfuerzos.
"Más que cord cutting habrá diferencia de comportamiento por rango etario. Los más jóvenes no contratan TV paga, excepto los consumidores de fútbol. Los más jóvenes son consumidores distintos y hay que darles mucha conectividad más que televisión, aunque la puedan ofrecer en un esquema de combo", consideró Carrier.
No hay dudas de que a futuro la distribución del video será en tu totalidad por internet. "El cambio del consumo pasa por los usuarios. Los chicos ya crecieron con la experiencia del VOD y van directo a buscar el contenido, no la programación", señaló Dalessio.
El cambio ya está ocurriendo y tiene que ver con la manera en que se busca el entretenimiento. Las empresas tendrán distintos canales para ofrecer, y el modelo hacia adelante será bajo el esquema de OTT. Cambia la forma en que llegará el contenido. Y seguramente lo hará en forma de paquetes cada vez más atractivos para los usuarios, en donde las posibilidades de combinación sean amplias, lo que no quiere decir numerosas en cantidad de señales.
Una primera muestra de ello es Movistar Play con sus paquetes de señales de TV abierta y de señales Premium. No más de 13 señales según el combo a un costo accesible, y que complementa a la oferta de cualquier prestador de video on demand existente o futuro.
Los consumidores serán los que vayan poniéndole el ritmo al cambio del sector. Pero, sin dudas, ellos bailarán de acuerdo a las propuestas que surjan de las compañías. Y serán favorecidas aquellas que sepan satisfacer mejor las expectativas en términos de calidad de servicio, contenidos y precio.