"Blockchain": Todo lo que usted debe saber y nunca se animó a preguntar
CADENA DE BLOQUES. Es la traducción de blockchain, la tecnología que inventó el creador de bitcoin para que su moneda virtual funcionara de forma descentralizada. Los bloques son una especie de libro de registros de todas las operaciones que se realizan en la red en un tiempo determinado (en el caso de bitcóin, unos 10 minutos). Pasado ese plazo se cierra un bloque y se abre otro, que incluye al anterior. Y así sucesivamente. Es decir, el bloque que esté operativo en cada momento es a la vez una copia de seguridad. Todo el mundo sabe siempre qué ha hecho el resto de usuarios. Esa transparencia es la garantía del sistema: nada puede ser eliminado, aunque sí modificado con el consenso de todos.
DESCENTRALIZACIÓN. La virtud de blockchain es que los registros de todo lo que hacen los miembros de la comunidad son compartidos y validados por todos los usuarios. ¿Eso qué quiere decir? Cuando se hace una transferencia es el banco quien se encarga de comprobar que efectivamente se tiene el dinero que se quiere enviar. Y el que da fe de que le llegó a la contraparte. Con blockchain no hace falta que alguien lo supervise, porque todos los miembros del sistema sabrán que se ha realizado ese movimiento. Más que descentralizado, este sistema es distribuido.
CERRAR UN BLOQUE. Dijimos que en una blockchain abierta o pública no hay un ente supervisor: todos los usuarios lo son. ¿Cómo se cierra un bloque? Resolviendo un problema matemático muy complicado. ¿Quién se encarga de cerrar cada bloque? El primero que dé con la solución a ese problema. El llamado minero. ¿Por qué deberían molestarse los usuarios en cerrar bloques, en ayudar a que funcione el sistema? Porque hacerlo tiene premio: 12,5 bitcóins, unos 76.000 euros, en el caso de la red Bitcóin. En Ethereum, por ejemplo, dan tres ethers por bloque.
‘BLOCKCHAIN’ PÚBLICAS Y PRIVADAS. Bitcóin, la primera cadena de bloques, es pública: cualquier usuario puede participar. Se interactúa en ella a través de los llamados tokens (o fichas, en este caso, monedas de bitcóin). Las privadas, en cambio, son comunidades cerradas. En las blockchain cerradas, por ejemplo, la que pueda desarrollar un banco para hacer transacciones seguras, no hay mineros, se ocupan de cerrar los bloques los programadores del sistema contratados.
CLAVE ASIMÉTRICA. La encriptación empleada en blockchain es robusta. Se usa un sistema de clave asimétrica o doble, desarrollada en los años 70. Así, quien tenga una cuenta con bitcóins dispondrá de una clave pública (puede conocerla cualquiera y sirve para recibir) y otra privada (con la que firmas las transacciones). En cada transacción, las partes se intercambian unas claves públicas, de manera que solo emisor y receptor ven qué pasa. Esta doble barrera demostró ser hasta ahora invulnerable. Eso sí: si se pierde la clave privada, se pierde todo.
FUNCIÓN ‘HASH’. ¿Alguna vez pensó cuál es el proceso por el que una URL larga puede ser acortada? ¿O cómo es posible que el PDF de un libro aparezca en la pantalla al introducir en el navegador una sucesión de caracteres alfanuméricos relativamente corta? Detrás de ambos milagros está la función hash. Además de ser capaz de contener mucha información en poco espacio, su principal virtud es que permite hacer el recorrido de ida (encriptar) pero no el de vuelta (desencriptar). Es decir, con la función hash se comprime información, pero también nos aseguramos de que no se pueda alterar.
‘HALVING’. Ya hemos descrito el funcionamiento de blockchain: se registran los movimientos en un bloque, se cierra ese bloque, se abre otro nuevo (que incorpora el hash del anterior), se cierra, se abre otro… y así hasta... 2140 en el caso del bitcóin. Ese año se minará el último, porque Satoshi Nakamoto (su creador no confirmado) estableció que la recompensa por cerrar bloques se dividiera entre dos cada cierto tiempo. El próximo halving será en 2019: el premio caerá a 6,25 bitcóins. Cuando dentro de un siglo deje de haber recompensa el sistema caerá, porque la comunidad dejará de trabajar en su mantenimiento.
PRUEBA DE TRABAJO. ¿Cuál es el famoso acertijo matemático que se debe resolver para minar bitcóins? Se trata de pasar el bloque (recordemos que es un libro de registros) a una función hash, una combinación de letras y números que resume mucha información. Para conseguir que el hash sea el que se incorpore al historial oficial de la cadena, que sea elegido para seguir anotando encima más registros, debe ser muy corto y tener unas determinadas especificaciones. La prueba de trabajo es la clave para que el sistema funcione, según un artículo de El País de España.