Para evitar el bullying, padres le pagan a sus hijos clases con profesores particulares del videojuego de moda

Los profesores particulares son una realidad para muchas familias con hijos adolescentes que tienen problemas con alguna de estas materias durante el ciclo secundario de la educación tradicional.

Sin embargo, cuando Fortnite irrumpió en más de 45 millones de hogares de todo el mundo de la mano de los adolescentes surgió una nueva profesión, y un nuevo desembolso para los padres, ser profesor particular de este videojuego.

Este videojuego de disparos en tercera persona donde los jugadores van construyendo estructuras y trampas para matarse entre sí dentro de un escenario que se va haciendo más pequeño a cada minuto es una revolución en el entretenimiento.

Pese a ser gratuito, -los jugadores solo pagan por mejoras o modificaciones personalizadas- se trata del videojuego más rentable del momento. Tan rentable que, de hecho, se espera que recaude 10 veces lo que todo el cine español junto durante este año.

Una ganancia que ha dado lugar a lucrativos negocios paralelos tanto dentro (la aparición de un mercado de profesores particulares de esta materia) como fuera (complejos esquemas de lavado de dinero) de la ley.

Los profesores particulares de Fortnite son tan fáciles de encontrar como los de las materias escolares. Existen webs especializadas donde estos profesores se anuncian y reciben un feedback público de puntuación por parte de sus alumnos.

Una de las páginas más reputadas para encontrar un profesor particular de Fortnite es Gamer Sensi. En ella se anuncian más de 100 entrenadores que, por un módico precio que oscila entre los 10 y los 25 euros la hora, ayudan a los adolescentes de forma telemática a mejorar como jugadores.

¿Por qué pagan los padres a profesores de Fortnite? ¿Qué empuja a unos padres a pagar a un profesional para que enseñe a sus hijos como tener un mejor desempeño dentro de un entretenimiento como los videojuegos?

Se trata de una pregunta lógica que el Wall Street Journal ha planteado a varios progenitores que recurren a este tipo de servicios para sus hijos. Por desgracia, la respuesta tiene poco que ver con el entretenimiento y mucho que con la presión social y las aspiraciones económicas a las que se ven sometidos los adolescentes y sus familiares.

Muchos de los padres están preocupados por el estatus de sus hijos entre sus compañeros de clase y dentro de su grupo de amigos. Tienen miedos de que no sean capaces de jugar a Fortnite de forma competente y que, por este motivo, se conviertan en objetivo de burlas o mofas entre los demás niños.

"Existe una gran presión no solo para jugar, sino para ser realmente bueno. No os podéis hacer una idea de lo duro que fue para ellos en el colegio", contaba una de las madres al rotativo norteamericano.

La otra gran razón que ha favorecido la aparición de este mercado de profesores particulares de Fortnite son las becas e incentivos que ofrecen muchas facultades. Además de los equipos deportivos tradicionales, las facultades norteamericanas están creando sus propios equipos de eSports en los que sus participantes, al igual que sucedía con los atletas clásicos, gozan de unas ayudas económicas de gran cuantía.

El caso extremo se encuentra en Tespa, una organización colegiada de eSports, entre los que Fortnite es el rey, que llega a ofrecer becas de hasta un millón de dolares a los candidatos.