Se viene una nueva Internet, más monopólica, cerrada y con menos competencia
El fin de la neutralidad en la red en los EE.UU. el 11 junio apuró un proceso de fusiones entre los principales proveedores de conexión y los generadores de contenidos (AT&T con Time Warner y Comcast con 21 Century Fox) que podría dar nacimiento a un nuevo mapa de Internet, más cerrado y monopólico, con menor libertad de expresión y de elección, analizaron especialistas.
Las fusiones de estos titanes, advierten los críticos, podrían resultar en una concentración sin precedentes en la historia de Internet, un mapa en el que las empresas que dan conexión (las llamadas ISP) son a la vez las dueñas de los contenidos que circulan por sus redes, y están avaladas legalmente para ralentizar o bloquear el acceso a los servicios de la competencia.
El panorama "es aterrador", advirtió la organización estadounidense Fight For the Future (FFF), para la cual "sin neutralidad en la red, no hay nada que evite ese tipo de abusos, y es solo cuestión de tiempo que eso comience".
"Es probable que se venga una nueva Internet. Que las nuevas reglas de juego faciliten la proyección de negocios y la integración vertical del negocio del transporte con el de producción de contenidos", analizó ante la agencia Télam Martín Becerra, investigador del Conicet.
El especialista en regulación de medios graficó en diálogo con Télam que ahora "los dueños de los caños van a poder lubricar el tráfico de los contenidos propios".
El pasaje a estos movimientos quedó formalmente abierto el 11 de junio, cuando comenzó a regir en los Estados Unidos una norma impulsada por la administración Trump que eliminó la neutralidad en la red, el principio que impedía discriminar (positiva o negativamente) el trafico de datos que circula por las redes.
Eso le habilitó a las ISP (las verdaderas impulsoras de este cambio) la posibilidad de bloquear, ralentizar o acelerar las velocidades de conexión en función de los contenidos a los que accedan sus clientes; ahora las proveedoras podían, por ejemplo, cerrar acuerdos comerciales con terceros para garantizarles accesos más rápidos que a la competencia.
Apenas pasó un día para que un juez federal le habilitara a la gigante telefónica AT&T la compra del conglomerado de medios Time Warner (propietaria de CNN, HBO y Warner Bros, entre otros) por más de 85 mil millones de dólares.
Al día siguiente, el 13 de junio, Comcast -también uno de los principales proveedores de televisivos por cable, Internet y telefonía- hizo pública una oferta por la multinacional de medios 21 Century Fox, por la que pagaría 65 mil millones de dólares.
"Hasta ahora, hasta hace algunos años, había un problema que resolver, porque los que tenían la infraestructura no tenían los contenidos. Ahora se juntan y ganan los mercados, gana la concentración", consideró ante Télam, la periodista Natalia Zuazo, autora del flamante libro "Los dueños de Internet".
Esta nueva configuración que viene "tiene una incidencia directa en la libertad de expresión y en la capacidad de las personas a elegir. Si esta integración vertical sigue sucediendo, además para las empresas va a ser cada vez más difícil seguir innovando", dijo Zuazo.
En la misma línea, el docente y escritor Esteban Magnani sostuvo ante Télam que "se profundiza un proceso de concentración brutal de Internet que ya lleva años, en el que actores muy poderosos que se estaban quedando afuera y viendo pasar el negocio por el costado intentarán disputar un espacio en esta concentración". "Entran más titanes al ring, con otra raíz y otros procesos que habrá que ver si resultan.
Lo que está pasando es que el panorama se está cerrando", continuó el autor del libro "Tensión en la Red", y analizó que pese a su ingreso "hay que ver si estas empresas elefantísticas logran hacer un producto que guste y convenza".
"A nivel del usuario no creo que cambie mucho más que la correa que uno elije para ponerse en el cuello", sostuvo, y matizó: "El proceso en el que Internet era una utopía ya dejó de existir hace años".
En coincidencia, Becerra explicó que "no es que antes de junio en Estados Unidos y en los países donde la neutralidad en la red está vigente (como en la Argentina) no hubiera discriminación de contenidos: de alguna manera es inherente a la gestión de la red hacer gestión de tráfico.
Sin embargo, "lo que permitía la neutralidad en la red era atenuar la discriminación estratégica del tráfico. Veremos lo que pasa en los próximos meses en los Estados Unidos, que es una especie de espejo para el mundo", sostuvo.
Zuazo también matizó el cumplimiento efectivo de la neutralidad en la red, incluso en la Argentina, donde pese a estar garantizada por la Ley 27.078 "no se cumple", como muestran "los ejemplos de Cablevisión con Flow o Telefónica con Netflix. Si eso no es falta de neutralidad...".
Del otro lado de estos movimientos quedaron las empresas cuyo negocio está construido sobre Internet, como Google, Facebook, Spotfy, Amazon, Twitter y una gran cantidad de actores de peso que no poseen infraestructura, que prometieron dar batalla en los tribunales para restaurar la neutralidad en la red.