Tras revolucionar el panorama de la televisión y convertirse en una cadena que rápidamente traspasó fronteras, ahora Netflix apunta al mercado de los cines.
El servicio de streaming estuvo explorando comprar salas en Nueva York y Los íngeles, según publicó el L.A. Times.
Sin embargo, los esfuerzos de Netflix apuntarían a un objetivo final mucho más alto: adquirir AMC, la cadena de cines más grande del mundo.
De concretarse esta adquisición, la compañía reina del streaming contaría con casi 1.000 locales (y unas 10.000 pantallas) repartidos en Estados Unidos y Europa.
Netflix es una gran productora de contenidos originales, tanto en series como en películas. Sin embargo, las instituciones de Hollywood y el "viejo negocio" parecen serle esquivas.
La empresa de Reed Hastings planea lanzar este año nada menos que 80 películas propias. Pero muchas de ellas no tendrán reconocimiento en los principales festivales y premios otorgados al cine. ¿Por qué? Porque la mayoría no serán proyectadas en salas.
Con la compra de sus propios cines, Netflix solucionaría el problema y lograría un dos-en-uno explosivo para la industria: obtener mayor prestigio para sus contenidos y pisar fuerte en el negocio de las salas.