"La transformación digital va a demandar que se haga un cambio en la ley del software"

"La transformación digital va a demandar naturalmente un cambio en la ley del software, se necesita que el sector público apoye estos cambios, se debe pensar en algo superador". La advertencia proviene de Sergio Candelo, el director de operaciones de la empresa Snoop Consulting, una de las compañías informáticas locales más reconocida con premios por su investigación y desarrollo.

Este ejecutivo dialogó con iProfesional sobre la situación del sector del software y servicios informáticos, uno de los más dinámicos de la Argentina.

La norma mencionada por Candelo apunta a empresas que se dedican al desarrollo informático. Para ellas, la ley de promoción del software permite acceder a estos beneficios:

- Estabilidad fiscal: no les afecta el aumento de impuestos nacionales.

- Descuento de hasta el 60% del impuesto a las ganancias.

- Acceso a un bono para pagar impuestos nacionales (a excepción del impuesto a las ganancias). Este bono se acredita mensualmente y varía según la cantidad de empleados que se tenga..

Para acceder a esa norma la compañía debe destinar al desarrollo de software más del 50% de la actividad de la empresa, hacer investigación y desarrollo, certificar normas de calidad y exportar.

La ley involucra a una industria que ya emplea a 90.000 personas, factura u$s4.000 millones al año y exporta por u$s1.500 millones. Fue presentada en el Congreso en 2004. Este régimen de promoción a la industria del software y los servicios informáticos vencerá en 2019.

Fundada por tres amigos en una pequeña oficina de la ciudad bonaerense de La Plata en el año 2000, Snoop Consulting es una consultora tecnológica reconocida en áreas clave como innovación y estrategia. 

Con 120 empleados, recibió los premios IDEA y Sadosky a la trayectoria empresarial y FELTI por sus actividades de innovación y desarrollo. A continuación, la conversación que Candelo mantuvo con iProfesional.

-¿Cómo fue 2017 para ustedes? -Este año fue neutro aunque tuvimos más clientes; tenemos alrededor de 100 por año y en 2017 ingresaron más de 30 nuevas cuentas. Hubo movimiento pero no aumentamos nuestra facturación en términos significativos. La misma oscila alrededor de los u$s5 millones.

-¿Cuáles fueron las tendencias tecnológicas que más crecieron en 2017? -Las tendencias en tecnología que se incrementaron notablemente fueron la inteligencia artificial y el procesamiento de bases de datos.  Gracias a la difusión en prensa de nuestro clasificador de currículums “Álvarez” hemos tenido varias consultas por ese desarrollo. Ahora parecería que las empresas están maduras para poder aceptar este tipo de tecnologías. 

Antes, en líneas generales, ese tipo de aplicativos se veía como una amenaza para ciertos puestos. Ahora, en cambio, da cierto tipo de glamour el tener un asistente cognitivo para las tareas diarias.

Están sucediendo cambios culturales que permiten aceptar la tecnología. También, desde el aspecto de la omnicanalidad se han generado muchos avances en la atención a clientes y usuarios desde todos los canales posibles.

-¿Cuáles fueron los segmentos del mercado que más crecieron en inversiones tecnológicas en 2017?-Por un lado, todos los servicios de salud prepaga han realizado mejoras prestacionales en lo que respecta al software, involucrando mucha inversión. 

También lo hicieron las empresas que dan servicios públicos; tantos años de desinversión ahora se solventan con mejoras tecnológicas. Otra de las industrias que han empezado a involucrarse con la evolución en tecnología ha sido la de la construcción.

-¿Las empresas y el Estado invierten en procesos de transformación digital?-Sí, todas las empresas están tendiendo a ser empresas de software. Por ejemplo, hoy en día la fabricación de un auto tiene más procesos de tecnología y programación que mano de obra humana.

Por otro lado, el Estado tiene un camino largo por delante en este sentido. La mayor cantidad de contratación por parte del sector público y las actividades de modernización requieren que haya mucho por hacer desde la tecnología. Luego del cambio de gobierno, a partir de 2016, empezaron las contrataciones en tecnología.

-¿La reactivación paulatina de la macroeconomía se verifica en sus negocios?-En general los proyectos que manejamos son de inversión, empresas que mejoran sus procesos, atenciones y demás. Lo que vimos mucho en 2017 fueron pedidos de cotizaciones que no siempre después se hacían, teniendo en cuenta que la decisión final del cliente tarda cuatro meses más si no es un proyecto tan crítico. Y muchas veces no seguían curso.

-¿Cuáles son los temas macroeconómicos y sectoriales le preocupaban al inicio de este año y que hoy en diciembre aún siguen presentes? -La Argentina tiene un régimen impositivo en lo que respecta a recursos humanos muy elevado para la empresa, ese continúa siendo un tema a la hora de poder contratar más  empleados en nuestro sector.

-¿Cuáles son las medidas gubernamentales necesarias para solucionar esos problemas?-Nuestro país hoy en día tiene un tema de “exportación de impuestos”, los costos laborales y gastos de logística, explican por qué sólo podemos exportar materia prima muy básica. Necesitamos un cambio más drástico, bajar los impuestos: IVA e impuesto al cheque y solventar el déficit con un bono a largo plazo. 

Cambiar la estructura impositiva real, los impuestos al trabajo más todos los restantes de la economía. Creo que haciendo esto, el propio crecimiento también va a favorecer al blanqueo de recursos. 

-¿Qué potencial tiene la industria del software de la Argentina? -El potencial es infinito, el mundo está entrando en la 4ta revolución industrial. La transformación digital está cambiando el panorama, la máquina de vapor de esta revolución es el software. Es increíble lo que va a crecer, conseguir los recursos humanos capacitados para llevarlo adelante va a ser el desafío.

-¿Qué necesita para concretar ese potencial? -La capacitación de los recursos humanos será fundamental, como también que se actualice la ley del software. Hoy hay 100.000 puestos de trabajo, se podría llegar a 200.000 en los próximos cuatro años, y se estima que podrían alcanzarse los 500.000. El monto de exportación estimada al momento de la disposición de la ley era de 15 millones, hoy es de 1.600 millones de dólares.

-¿Cuáles son las perspectivas del sector para 2018?-Son buenas, existe un elevado nivel de demanda en líneas generales, aunque debemos conseguir los recursos y acomodar el gasto. 

Se vuelve complejo exportar porque la Argentina queda con costos altos. En nuestro caso el problema del costo laboral no es el sueldo de la persona sino los impuestos que se pagan por personal altamente capacitado, de cara a 2018 tendremos que trabajar sobre eso.