El análisis de imágenes es algo útil pero también algo perturbador y peligroso si se usa mal. Poder entender las caras de los amigos con el iPhone y sacarlos más lindos es algo genial, pero que en China se use la detección facial para mantener identificados y localizados a sus ciudadanos ya no suena tan bonito.
Los avances en este campo cada día son más sorprendentes. Como demostró el fabricante de hardware Nvidia, la posibilidad de crear nuevos rostros a partir de bases de datos de caras ya es posible.
Por ejemplo, GAN, el acrónimo de "generative adversarial network", una "red de generación con adversarios". Es una red neuronal (un conjunto de programas que piensan como un cerebro, algo similar a una inteligencia artificial) que está constituida de dos "mentes" enfrentadas.
Una de ellas intenta llevar a cabo una función y la otra pone a prueba los resultados de la primera para ver si están a la altura.
Esta dinámica humana sirvió a Nvidia para crear lo que viene a ser un diseñador virtual de rostros y, junto a él, un control de calidad que determina si las caras son lo suficientemente fotorrealistas, proporcionadas y bellas como para pasar por seres humanos.
El resultado es fascinante, porque todos los rostros que usted vee en esta noticia no existen en realidad, sino que fueron construidos tomando como referencia una base de datos de famosos de Hollywood.
Esa es la razón por la que todos resultan más o menos familiares. Para conseguir buenos resultados, primero hubo que entrenar a las mentes con imágenes en baja resolución sacadas de la base de datos. Y a medida que aprendían a funcionar así, se iban sumando detalles de más resolución y mucho más específicos a sus operaciones.
Por el momento, hay unas cuantas limitaciones en el experimento de Nvidia. Por un lado, la resolución. Esto sólo funciona bien con fotografías hasta 1024x1024 píxeles, lo que hoy es una resolución bastante baja para una imagen.
A su vez, no es posible aún crear video con este tipo de tecnología, pues las exigencias de potencia y procesamiento son inmensas.