Un grupo de investigadores del departamento de Ingeniería y Radio de la Universidad Aalto de Finlandia desarrolló un nuevo concepto de antena de frecuencias reconfigurables.
De llevarse a la práctica a nivel industrial significaría una pequeña revolución en los terminales móviles, que actualmente tienen que emplear diversas antenas en su electrónica para llevar a cabo cada tipo de comunicaciones (voz, GPS, Wi-Fi, Bluetooth).
Con esta tecnología tan solo necesitarían una mucho más pequeña.
Entre las principales ventajas de esta innovación se encuentra el hecho de que estos dispositivos móviles funcionarán en las frecuencias de todos los países y todas las operadoras, además de que podrían hacerlo en varias bandas a la vez, saltando de unas a otras, una técnica que inventó hace décadas la actriz Hedy Lamarr.
Al eliminar la necesidad de una antena específica para cada tipo de comunicación el diseño de los propios terminales móviles podría ser más flexible.
Actualmente, por ejemplo, se utilizan diseños fractales para exprimir al máximo las posibilidades de las antenas y minimizar su tamaño.
Mientras que en estos aparatos normalmente se intenta evitar la interferencia de unas antenas con otras (o problemas absurdos como el famoso "antennagate" que afectó al iPhone 4), el nuevo concepto aprovecha su cercanía para potenciarlas.
Este nuevo concepto, publicado en el IEEE Antennas and Wireless Propagation Letters, se ha probado en simulaciones mediante software que permiten ver lo que sucede con las ondas de diversas frecuencias a partir de parámetros reales de tamaño, ubicación física y otros detalles.
La nueva antena permite alcanzar un mayor ancho de banda en las transferencias y además hacerlo en varios rangos de frecuencia a la vez, una diferencia fundamental respecto a las antenas actuales que requieren potenciar una u otra cosa, pero no ambas a la vez.
Gracias a esto podrían alcanzar las velocidades de transferencia que se esperan para la próxima generación de móviles (entre cien y mil veces más que en la actualidad), del mismo modo que otros avances permitieron llegar a tecnologías como el 4G actual.
Estas nuevas antenas son más eficientes y aprovechan mejor la batería de los dispositivos.
Cuando un terminal móvil se comunica con una estación base como la que hay en lo alto de los edificios y la distancia aumenta (por ejemplo, si se va a andando o en coche), ambos aparatos deben aumentar la potencia si quieren mantener la comunicación estable a la misma velocidad.
Si esas necesidades están cubiertas los terminales consumirían menos batería e incluso se podrían utilizar menos estaciones bases (con el gran coste que suponen) para cubrir las mismas zonas.
Los teléfonos actuales tienen que emplear diversas antenas en su electrónica para llevar a cabo cada tipo de comunicaciones (voz, GPS, wifi, Bluetooth). Con esta tecnología tan solo necesitarían una mucho más pequeña
Según sus creadores, citados por el diario español El País, ya han pasado de la teoría a la práctica.
“Nuestro trabajo se refiere a un tipo de antena completamente nuevo. La antena que mostramos en él es de tipo muy genérico. Pero además hemos desarrollado el concepto plasmándolo en un terminal telefónico, en el que la antena tiene un aspecto físico algo diferente”, aseguraron los investigadores.