La disrupción digital está cambiando la naturaleza de hacer negocios: los trabajadores exigen más de sus organizaciones y como resultado, el concepto de lo que significa ser un líder engloba ahora otros hábitos.
La naturaleza del liderazgo “efectivo” está cambiando. Los enfoques de liderazgo “descendentes” y en “función de directivas” están perdiendo eficacia y las jerarquías han comenzado a desaparecer. Tener éxito demanda más que poseer únicamente ingenio para los negocios.
Un líder abierto debe ser: auténtico, accesible, confiado, arriesgado, vulnerable. Pero para triunfar, estas características deben manifestarse a través de prácticas y hábitos diarios que se pueden traducir en siete comportamientos demostrables:
* Sentido de propósito: los líderes abiertos actúan motivando a sus equipos y ayudándolos a comprender como el trabajo que realizan encaja en un contexto más amplio de éxito. Cuando sus equipos innovan y desarrollan soluciones ganadoras, apoyan esas soluciones.
* Accesibilidad: los líderes abiertos incentivan a sus equipos a abrirse más a ellos confiándoles sus luchas, sus dificultades y sus desacuerdos.
* Modestia: fomentadores de los entornos de colaboración y de diálogo, los líderes abiertos suelen aportar perspectivas e ideas, en lugar de respuestas concisas.
* Empoderamiento: los líderes abiertos primero escuchan y se preguntan cómo pueden ayudar a sus equipos para alcanzar los objetivos.
* Transparencia: los líderes abiertos son claros en cuanto a sus intenciones y motivaciones.
* Defensa: los líderes abiertos les dan a sus equipos la libertad necesaria para que tomen las decisiones y diseñen las soluciones para las que están mejor capacitados.
* Confianza y respeto: los líderes abiertos reconocen que el trabajo siempre es personal y es difícil dejar las emociones afuera, por lo que saben que nunca se trata “simplemente de negocios”.
La lucha por encontrar, atraer y retener talento es real y se está intensificando. Para salir triunfante, es necesario desarrollar una nueva forma de liderazgo que se adecue a las necesidades y deseos de la fuerza laboral.
Los trabajadores de hoy, buscan líderes que sean accesibles, personas que confíen en ellos, que los incluyan y los incentiven a crecer y desarrollar una carrera profesional.
No es posible complacer o retener a todos, pero es importante que se sientan alentados, reconocidos y apreciados. Y esto implica mucha más apertura, no solo de los líderes, sino de todos.