Venta de remedios en supermercados y kioscos: qué riesgos advierten tras la medida del Gobierno
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Cada vez es más común ir al kiosco más cercano, al almacén de barrio o a la estación de servicio y encontrarse con una gran variedad de medicamentos de todo tipo: para el dolor de la cabeza, la resaca, dolores musculares, tos y otros. Otra escena muy frecuente -que hace año y medio atrás era impensada- es entrar a una farmacia y toparse con todo tipo de remedios en las góndolas que antes estaban detrás del mostrador y bajo la supervisión de un farmacéutico.
Lo cierto es que se trata de un cambio de hábito de consumo que se dio a partir del decreto 1024/2024, publicado en el Boletín Oficial en noviembre del 2024, con las firmas del presidente, Javier Milei, y del ministro de Salud, Mario Lugones, en donde se estableció que los medicamentos de venta libre puedan ser exhibidos y comprados directamente desde las góndolas de las farmacias para que el público general y se habilitaron otros lugares de venta tanto físicos como a través de plataformas de venta online.
Esta decisión generó un cimbronazo en la industria farmacéutica, entre los profesionales de la salud, universidades, laboratorios y sociedades científicas. Alegan que la salud de la población está en riesgo por varios motivos y que incluso los clientes pagarán más por medicamentos que antes eran parcialmente cubiertos por las obras sociales y por las prepagas y que ahora por ser de venta libre deberán costear los consumidores.
Alerta por medicamentos de venta libre: las advertencias de la COFA
Hoy en día, se puede acceder en las góndolas de farmacias y a través del mecanismo de compra "de venta libre" a laxantes que contienen "senósidos A y B" para el tratamiento de corta duración de la constipación ocasional -estreñimiento- en mayores de 14 años.
Según alerta la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), se trata de un ejemplo de muchos en donde se está exponiendo a la población a un uso no seguro de un fármaco. ¿Por qué? Afirman que los senósidos A y B estaban en la lista de 22 remedios que se habían puesto a revisión de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en abril de 2024.
"Se debería tener en cuenta que estos medicamentos, mal utilizados, pueden llevar a un acostumbramiento del intestino y provocar estreñimiento crónico, calambres abdominales y reacciones alérgicas en la piel, entre otros efectos adversos", advierten.
De acuerdo a lo que expresan desde las sociedades científicas, universidades y organizaciones de profesionales de la salud -entre ellas la COFA- el Gobierno mantiene su decisión de continuar con su estrategia de "switch", esto quiere decir pasar más medicamentos a la condición de venta sin prescripción médica.
El Gobierno responde: ¿por qué adoptaron la medida?
Pero desde el Ministerio de Salud dicen lo contrario. Consultados por iProfesional, desde la cartera argumentan que "en todos los casos se trata de medicamentos que cumplen con niveles comprobados de calidad, seguridad y eficacia, y que no hayan registrado efectos adversos graves al menos durante los últimos 5 años. Esto ha sido verificado en cada caso con el ANMAT".
"Son productos que no exigen necesariamente en la práctica la intervención de un profesional médico. Además, por su forma, uso, condiciones, dosis previstas y su amplio margen de seguridad, este tipo de medicamentos no entrañan ningún tipo de peligro para los consumidores", resaltaron a este medio.
La palabra del presidente de la COFA
Para entender mejor las objeciones que plantean desde parte de las sociedades científicas, iProfesional entrevistó a Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina.
-¿De qué hablamos cuando nos referimos a la estrategia de "switch" de medicamentos adoptado por el Gobierno?
-Antes, para que un medicamento sea pasado de venta bajo receta, o venta libre, o que el laboratorio decida que su producto pueda ser de venta libre, lo decidía el laboratorio y lo pedía a la ANMAT, que autorizaba o denegaba. Lo que hizo esta administración (el gobierno de Javier Milei) es directamente que una serie de drogas y una serie de concentraciones, directamente los pasó sin pedido de los laboratorios a que sean todos de venta libre. Esa sería la diferencia entre lo que pasaba antes y lo que ocurrió ahora.
-¿Cuáles son los riesgos de esta medida para las personas que desean comprar un medicamento? ¿Qué diferencias hay entre comprar un fármaco de venta libre y uno bajo receta? ¿Y de adquirirlo en farmacias o en kioscos, almacenes o estaciones de servicio?
-Si son medicamentos que los pacientes los compran en la farmacia y los tienen recetados porque los venían tomando y ahora son de venta libre, no hay ningún problema. El tema es que al pasarse a venta libre, por un lado, el laboratorio tiene posibilidad de hacer promociones, publicidades y eso implica que pueda haber mayor automedicación.
Si encima se permite que estos productos, como los analgésicos y los antiácidos, se puedan vender por fuera de la farmacia (en kioscos, almacenes y estaciones de servicio), ya perdemos todo lo que es el control de la cadena legal del medicamento, en el cual podría empezar a aparecer un incremento en las falsificaciones y en la adulteración de los productos, porque ya no hay un control estricto de un profesional farmacéutico en cada eslabón de la cadena.
Y una de las diferencias fundamentales que tiene un medicamento de venta libre con respecto al de venta bajo receta es que dejan de tener cobertura en la seguridad social y ya no tienen más descuento, por lo tanto, el paciente los tiene que pagar en su precio pleno. Creo que parte de la estrategia del gobierno fue sacar estos productos también para que los financiadores, prepagas, obras sociales y el PAMI se ahorren de pagar la parte de los medicamentos que eran cubiertos en, por ejemplo, un 30%, 40%, 60%.
-¿Qué cambió desde que se adoptó este switch? ¿Cuentan con reportes puntuales de personas que se vieron afectadas por no contar con información adecuada sobre un remedio o que hayan tomado un medicamento con efectos no deseados por estar adulterados o en mal estado?
-Todavía no hay informes o reportes claros, pero vamos encontrando productos o gente que en la automedicación sin saber, en esto que se piensa como un autocuidado del paciente, hay que guiarlo en su tratamiento, en lo que va tomando.
Y es importante aclarar que no hay medicamentos inocuos por más de que sean de venta libre, todos tienen un efecto medicamentoso y adverso; contraindicaciones de acuerdo a los tratamientos que está haciendo la persona y diferentes problemas de salud. Por ejemplo, los analgésicos en general producen mucho problema de gastritis, de acidez o de sangrado gástrico cuando el uso es indiscriminado y muy masivo y en una cronicidad ha llevado mucho tiempo.
-¿Qué consideran desde COFA que debería hacer el Gobierno para revertir esta situación?
-En el tema de la reversión, nosotros creemos que en el caso de algunas monodrogas deberían ponerle alguna condición de que tienen que ser sí o sí vendidas con asesoramiento farmacéutico, por ejemplo, y de esa manera que sí o sí obligar a la farmacia a reportar. O que haya una obligatoriedad de hacer una serie de dos o tres preguntas al paciente, registrándolas para que se tomen todas las garantías de que ese paciente va a llevar la información que necesita ante la toma de estos medicamentos.
Eso sería una buena medida y también, de otra manera, también se llevarían registros y de efectos adversos y demás porque el gobierno tomó esta decisión con el solo hecho de que si ya hacían 5 años que no había reportes de efectos adversos del medicamento, decidía pasarlo a venta libre.
En la Argentina es muy difícil esto de los reportes de los eventos adversos. Sí se reportan cuando son eventos graves, eventos muy masivos, pero así al azar de pacientes en general no, porque el procedimiento es muy engorroso. Y eso también se podría hacer de una manera simplificada para este tipo de productos, obviamente que siempre desde la farmacia.
Si este producto no está en la farmacia, claramente no se va a poder hacer ese seguimiento. Y muchas veces también ocurre que hay medicamentos que tienen alguna falla, algún problema, que se detectan después cuando están comercializándose, y si están dentro del sector farmacéutico, en 24 a 48 horas se hace todo un recall, se retira todo, y en el caso de que estén en comercios de otro tipo va a ser imposible porque ni se van a enterar y es imposible que todos los pacientes también se enteren de que hay un retiro masivo de algún producto.
-¿Quién creen que está detrás de esta decisión? ¿A quiénes beneficia?
-Las autoridades sanitarias son las que están detrás de la medida. El ministro de Desregulación lo que está buscando es que haya más competencia de precios. Cuando el producto esté fuera de la farmacia es el mismo productor el que pone el precio. Ni los farmacéuticos ni las farmacias ponemos los precios. Por lo tanto, los productos fuera de la farmacia estén más caros. Los márgenes de las farmacias no son los que tienen los comercios por fuera. En el caso de las ventas online de los medicamentos también van a ser más caros, ya que se les va a incorporar un gasto de envío, logística y no tiene tampoco el asesoramiento del farmacéutico.
Esta medida busca beneficiar a las plataformas de venta online, a los comercios que van a poder venderlos y a los empresarios detrás de las prepagas y las obras sociales, ya que se ahorran el dinero mencionado más arriba.
-Por último: ¿la salida de la OMS podría llegar a afectar de alguna forma la oferta de medicamentos actuales? ¿Incide de alguna forma en el sector farmacéutico?
-No está muy claro todavía. La OMS es un organismo rector de políticas sanitarias a nivel mundial, que a nivel de medicamentos claramente tiene listados de drogas que sí o sí tienen que tener los países y demás, pero Argentina en ese aspecto, cuenta con una industria nacional de fabricación muy fuerte, estamos muy bien provistos de medicamentos, de vacunas y de tratamientos especiales, así que en principio creemos en algo más político a que tenga un efecto directo en principio sobre lo que es el sector farmacéutico en la Argentina.