SALUD EMOCIONAL

Estrés: cómo gestionarlo con éxito en la vida moderna

Estrés. Estoy segura de que por el simple hecho de leer esta palabra en el título surgió algún pensamiento, emoción o sensación en tu cuerpo. ¿Me equivoco?
SALUD - 09 de Diciembre, 2024

Vivimos en un mundo y en una época donde priman el exceso y la inmediatez: más tareas, más responsabilidades, más tecnología y más rápida, demandas laborales, demandas familiares, demandas sociales… Y si continúo con la lista, nuevamente aparecerá la palabra "villana" en tu mente: ESTRÉS.

¿Cómo culparte por eso? Con tantas cosas nuevas cada día y un cerebro tan antiguo, "diseñado" para realizar una tarea a la vez, sin los estímulos constantes como los que nos acompañan hoy, es casi inevitable sentirse de esa manera; y eso nos conduce a normalizar ese estado. Sin embargo, como socióloga y especialista en bienestar integral, he aprendido que el estrés en sí mismo no es nuestro enemigo.

El estrés: una respuesta natural pero desafiante. Si observamos con conciencia y perspectiva, podemos obtener su mensaje. Esa es su función: alertarnos de que algo necesita nuestra atención y acción inmediata: ¿luchamos, huimos o nos adaptamos? Qué palabras fuertes para elegir por ejemplo cuando estoy alcanzando la fecha para una entrega laboral o cuando estoy llegando tarde porque hay un congestionamiento automovilístico, no? Luchar - huir - adaptarme. Dado que probablemente ninguno de nosotros se encuentre con un león en la esquina, la última opción parecería ser la más adecuada para la actualidad.

¿Cuándo el estrés deja de ser útil?

Sin entrar en más detalles porque el tema es más largo, vamos a quedarnos con lo que más nos sirve para el día a día: El estrés bueno (eustres) nos motiva y energiza en ese desafío para el que creemos que somos capaces.

El estrés malo (distress), es el que nos agota, es el estrés en un estado crónico, el conocido burn out en el ámbito profesional, que por lo general se relaciona con no tener los recursos para afrontar esa situación de la manera que requiere.

En el medio entre uno y otro, también podemos detectar al estrés cuando "empieza a molestar," cuando empezamos a notar que salimos de nuestra zona de confort pero no lo dejamos convertirse en distress.

¿Cómo reconocer y prevenir el distress?

En todo momento, es nuestro cuerpo el encargado de manifestar el estrés en los distintos niveles, y es por esto en parte por lo que, a pesar de que se trate de una respuesta natural de nuestro cuerpo, no debemos normalizarlo. Porque al normalizar el estrés, también normalizamos el insomnio, los dolores de cabeza, las enfermedades, los conflictos en nuestras relaciones, y en últimas, una vida menos disfrutable.

Entonces, si es claro que se trata de algo muy presente hoy pero a la vez no debemos normalizarlo, ¿Qué sí podemos hacer?

Para empezar, ser conscientes en el momento en que aparece. Tal vez no lo notes directamente pero sí percibas patrones como comer en exceso, consumir alcohol, comprar compulsivamente, dolores de cabeza, de estómago, erupciones en algún lugar particular del cuerpo, irritabilidad… A cada uno se le manifiesta de un modo diferente; lo importante es ser consciente de cuál es el propio. Una vez que lo sabemos, aceptarlo. Y esto es tan importante como descubrirlo; porque si no hay aceptación del síntoma (en este caso el estrés), las posibilidades de tomar decisiones y generar un cambio se hacen casi imposibles.

Pero me interesa mencionar algo que en mi opinión es muy relevante: la prevención. Con esto no me refiero a que es posible eliminar el estrés de nuestras vidas, como ya expliqué anteriormente, sino a que adquiriendo nuevas herramientas y nuevos hábitos, es posible reducir su frecuencia e intensidad significativamente y a la vez controlar el modo en que respondemos a los estresores. Es decir, es posible vivir casi sin distress, pero para eso hay que ocuparse y comprometerse.

Algunas prácticas y herramientas comprobadas para prevenir y gestionar el estrés son:

  • Mindfulness y Meditación: Ayudan a cultivar la autoconsciencia, la aceptación, a relacionarte de manera positiva, mantener el sistema nervioso regulado y a reducir la reactivada emocional.
  • Autoconocimiento: Reconocé tus límites, tu YO en todas sus formas y señales de estrés.
  • Cuidados físicos: Realizá ejercicio con regularidad, mantener una alimentación saludable y un sueño adecuado.
  • Relaciones/Apoyo: Rodeate de personas con las que puedas compartir tus preocupaciones y sentirte apoyado/a para aliviar la carga emocional.
  • Gestión del Tiempo: Usa herramientas para organizar tus prioridades y disfrutar cada momento.Autocompasión y Metta (amor incondicional): Ayudan a cultivar una relación más amable y comprensiva con uno mismo y con los demás.

Si te interesa comenzar a trabajar sobre tu relación con el estrés, te invito a participar de mi taller: "Menos Estrés, Más Vida", que dictaré en formato Online-en vivo, el próximo sábado 14 de Diciembre a las 11.00am (horario Argentina). Los cupos son limitados, puedes inscribirte aquí: https://www.armoniamindfulness.com/menos_estres_mas_vida o realizar una consulta en: hola@armoniamindfulness.com

Con las herramientas adecuadas y el compromiso con vos mismo/a, podés recuperar el control, encontrar tu calma y vivir de una manera que realmente disfrutes. El cambio comienza con un paso, y ese paso puede ser hoy.

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