Boom de cirugías y tratamientos estéticos encendió alertas: cómo elegir a un buen profesional
"En los últimos años, recibimos cada vez más pacientes en nuestros consultorios con tratamientos estéticos realizados por profesionales sin las credenciales necesarias y que han dejado huellas no deseadas, problemas de salud y complicaciones de distinto tipo", afirma el cirujano plástico Fernando Felice, docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y organizador de Masterhub, un congreso internacional sobre estética facial que se llevará a cabo el 12 y 13 de septiembre con más de 1.200 profesionales de la salud.
El bótox (toxina botulínica), los rellenos de ácido hialurónico y el colágeno son inyectables muy populares, demandados en todo el mundo y en Argentina con la aprobación de ANMAT. Sin embargo, explica el médico a iProfesional, no siempre son aplicados por manos idóneas. Incluso si esas manos son las de un médico. "En la pospandemia se incrementó esta situación. Médicos inexpertos se volcaron a hacer estética facial, sin contar con una formación adecuada, las credenciales necesarias ni una curva de aprendizaje que les permita conocer todas las variables de algo tan sensible y complejo como el rostro humano", cuenta Felice, médico bajo Matrícula Nacional 108.614.
Esto no ocurre solo en nuestro país. Según datos que maneja Felice, se calcula que en Latinoamérica aumentó en más del 200% y en Argentina alrededor de un 40% lo que se llama el "síndrome de sobrellenado facial". Entre estas complicaciones se incluyen narices con exceso de producto que se comienza a esparcir por los costados y los llamados "signo del sol naciente" en las ojeras, los "cachetes de ardilla, los "labios de pato" y el famoso "mentón de bruja".
Recientemente, se conoció la noticia de la detención (y liberación tras el pago de una fianza) en Los Ángeles del médico argentino Cristian Pérez Latorre por presunto ejercicio ilegal de la medicina y causar daños a una paciente. Sobre este caso, Felice explica: "Para ejercer en Estados Unidos, los médicos titulados en el extranjero deben hacer la reválida del título que además incluye prácticas obligatorias. Posterior a eso, para ser médico, tienen que dedicarse unos años a la investigación y, por último, dependiendo de la edad del profesional, podrán hacer una especialidad. Pérez Latorre estaba autorizado a ser asistente de un cirujano, es decir, estar a cargo de los cuidados perioperatorios, no ejercer la medicina ni ser cirujano".
Las consecuencias de procedimientos mal realizados pueden ser aún más graves, solo basta recordar el triste final de la modelo y actriz Silvina Luna quien hace un año encontró la muerte por las secuelas que le causó en sus riñones el metacrilato, la sustancia que le colocó en sus glúteos el médico Aníbal Lotocky, quien está en prisión desde 2022 por lesiones graves a cuatro mujeres, incluida Luna.
"La realidad es que cada vez más profesionales de la salud están realizando prácticas estéticas para compensar el deterioro de sus ingresos, pero sin la formación suficiente" señala el cirujano al mismo tiempo que advierte que muchos pacientes se dejan llevar por las redes sociales, por los precios bajos o las promociones como el 2x1.
A su vez, comenta que la mayoría de los pacientes en la región buscan atenuar signos de envejecimiento como arrugas, ojeras, flacidez, hundimientos, o pérdida de volumen en mejillas. "En general, desconocen qué producto les inyectan y si el profesional está o no habilitado para dicha práctica. Suelen acudir por la propaganda en Instagram o por recomendación de un amigo", agrega.
Un país con un vacío legal y la necesidad de la capacitación
En Argentina, no existe una Ley de Especialidades Médicas que delimite claramente las incumbencias de los expertos. "Este vacío legal es aprovechado por profesionales que no están capacitados en la materia. Cualquier médico u odontólogo, hoy sin especialidad, sin formación, incluso recién recibido, puede ir a un laboratorio, comprar los productos y empezar a inyectar pacientes", detalla Felice.
Muchos de los profesionales que participarán en el Congreso Masterhub, que se celebrará por tercera vez en septiembre, tienen claro que las prácticas adecuadas son cruciales para la seguridad del paciente. Por eso, en este evento, no solo habrá especialistas en estética, sino también esos dermatólogos, oftalmólogos, ginecólogos y odontólogos, entre otros, que están interesados en capacitarse para resolver las necesidades de sus pacientes de manera segura.
"En Argentina, no existe una especialidad en estética. Además de organizar este congreso, comenzamos en abril pasado el primer Diplomado en Rejuvenecimiento Facial con técnicas no quirúrgicas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Aunque no hay una ley que lo requiera, necesitan capacitarse antes de aplicar tratamientos estéticos", señala.
Consejos para elegir al profesional adecuado
Para los pacientes que consideran hacerse algún retoque facial, atenuar las líneas de expresión o las arrugas, Felice ofrece varias recomendaciones clave. "Vemos todo el tiempo hasta en personas muy famosas y adineradas, que tienen la cara deformada, que perdieron sus rasgos naturales. Eso no sucede porque se hicieron un retoque, sino porque hicieron una mala elección del tratamiento y del profesional", asegura. Por lo tanto, su primer consejo es evitar los tratamientos "de moda" y, en cambio, optar por lo que realmente se necesita para sentirse mejor con el rostro.
El segundo consejo, que también motivó la creación del congreso, para cuando toca elegir el profesional que hará el tratamiento estético es no dejarse llevar por las redes sociales, y caer en mano de profesionales sin las credenciales necesarias. Hay que pedir el título, el número de matrícula, y consultar con las asociaciones que nuclean a los especialistas, como la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA); la Asociación Médica Argentina (AMA); International Society of Aesthetics Plastic Surgery (ISAPS); la American Society of Plastic Surgeons (ASAPS ); la Society International Anti-Aging Medicine (WOSIAM), a las que pertenece Felice y; a Sociedad Argentina de Cirugía Plástica; Estética y Reparadora (SACPER) o la Asociación Argentina de Cirugía.