¿Es posible prevenir un accidente cerebrovascular?: lo que hay que saber para reducir los riesgos
El accidente cerebrovascular (ACV) es la segunda causa más común de muerte y la tercera de discapacidad en todo el mundo, lo que se traduce en aproximadamente 6,5 millones de muertes anuales.
Algunos estudios realizados en el año 2013 indicaron que, en la población argentina, ocurren alrededor de 160 accidentes cerebrovasculares por cada 100.000 habitantes en un año. De ese total, el 60% son nuevos casos y el 40% corresponde a recurrencias. Las estimaciones de este 2022, que se basan en el incremento de algunos de los factores de riesgo, han señalado que la prevalencia o cantidad de personas con la enfermedad, también está en aumento.
"Los accidentes cerebrovasculares suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el cerebro. Según su naturaleza patológica se divide en: isquémico y hemorrágico. Seis de cada diez personas que padecen accidentes cerebrovasculares mueren o quedan con alguna discapacidad, de ahí la importancia de conocer los síntomas clásicos y actuar con rapidez", indica el Dr. Javier Groppo (MN: 149639 - MP: 337128), Médico Neurólogo del Sanatorio Otamendi y Miroli y el Sanatorio Clínica Modelo de Morón.
Cómo reducir los riesgos de padecer un ACV
Entonces, para poder prevenir un futuro accidente cerebrovascular el profesional señala algunas prácticas que se pueden llevar a cabo en la vida diaria y que ayudan a tener una vida más saludable y de esta forma, prevenir no solo el ataque cerebral sino también otras patologías.
"Es necesario reducir el consumo de sal. Si se tiene en cuenta que el sodio eleva la tensión arterial, la reducción de la cantidad diaria es una sencilla forma de prevenir esta enfermedad", menciona el Dr. Groppo.
Otra de las formas de tener una vida más saludable es hacer ejercicio físico. Existen investigaciones que demuestran que las personas que caminan 30 minutos al día la mayoría de los días de la semana o nadan dos veces por semana pueden tener un ACV menos grave o, incluso, evitarlo.
Por otro lado, el cigarrillo se constituye también como una variable de importancia en relación a todo tipo de patologías. "El consumo de tabaco aumenta cuatro veces el riesgo de padecer un evento cerebrovascular, por lo tanto si fuma es recomendable que busque ayuda para dejar de hacerlo", señala el Dr. Javier Groppo.
La dieta ideal es variada y equilibrada, en lo posible al estilo "mediterráneo". Esto implica comer muchas frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva. También algo de pescado, aves y productos lácteos, sin mucha carne roja.
Limitar el consumo de alcohol al mínimo posible, ya que éste no deja de ser un factor de riesgo para que se produzcan los ACV´s.
"También es muy importante controlar el colesterol, principalmente el colesterol LDL o `malo´. Se lo puede reducir evitando el consumo de carne roja, manteca, comidas fritas, queso en exceso y alimentos que tengan muchas grasas saturadas."
Cuidar el cerebro
Otra forma de cuidar el cerebro es recurrir a la consulta médica de urgencia ante síntomas como asimetría de la mitad de la cara, caída repentina de uno de los brazos, habla incoherente o dolor de cabeza en estallido.
"La primera clave, cuando un paciente tiene síntomas, es determinar rápidamente si se trata de un ACV isquémico o hemorrágico. Luego, si fue causado por la obstrucción o la ruptura de una arteria cerebral respectivamente", sostiene el Dr. Javier Groppo y agrega que otra clave es determinar cuánto tiempo lleva transcurrido. "A través de las imágenes nosotros podemos tener parámetros claves de la situación del cerebro del paciente y orientar sobre las medidas terapéuticas para disminuir las secuelas del ACV", plantea.