Desarrollan un detector de Covid-19 para celulares: ¿cómo es y cómo funciona?
Un grupo de científicos de la compañía General Electric desarrollarán sensores extremadamente pequeños que tendrían la capacidad de detectar las nanopartículas del virus que causa el Covid-19 en las superficies. Así lo anunció la empresa este jueves.
Para crear los sensores, el equipo de investigación de la compañía recibió un subsidio de los Institutos Nacionales de Salud por 24 meses que se enmarca dentro del programa RADx-rad. Estos sensores serían más pequeños que la yema de un dedo y podrían integrarse potencialmente en dispositivos móviles como teléfonos celulares y relojes inteligentes, de acuerdo a lo que se pudo leer en los detalles del comunicado que emitió la empresa.
"Una de las primeras líneas de defensa contra cualquier virus es evitar la exposición, que es más fácil decirlo que hacerlo cuando no se puede ver", afirmó Radislav Potyrailo, científico principal de GE Research e investigador central del proyecto NIH. "A través de nuestro proyecto con los NIH, estamos desarrollando un sensor lo suficientemente pequeño como para incrustarlo en un dispositivo móvil que podría detectar la presencia del virus COVID-19", agregó.
Durante la última década, Potyrailo y el equipo de detección han desarrollado tecnologías de detección que empaquetan las capacidades de instrumentos analíticos de alta gama del tamaño de hornos microondas que uno encontraría en un laboratorio en pequeños sensores. El equipo se basará en esta investigación ya establecida para desarrollar los microsensores Covid-19, según un portavoz de la compañía.
"Nuestros sensores son como sabuesos", dijo Potyrailo en un comunicado. "Los capacitamos para que detecten una cosa específica, y pueden hacerlo bien sin que otra cosa los desvíe del camino".
Cuáles son las principales acciones que transmiten el Covid-19
Después de más de un año de pandemia, ya se comprobaron las vías de transmisión más comunes del coronavirus. Los últimos estudios señalan que actividades como hablar fuerte o gritar provocan la emisión de hasta 50 veces más aerosoles (pequeñas gotas) que cuando respiramos.
Esto se traduce en que las medidas preventivas más recomendadas para evitar el riesgo de contagio en espacios comunes son: estar en silencio, usar barbijo con doble o triple capa y que tenga buen ajuste, no comer ni beber y abrir las ventanas para mejorar la ventilación.
"Lo ideal sería evitar que haya personas no convivientes en un lugar cerrado, pero esto es imposible y en el día a día compartimos con otros transporte público, filas en supermercados, salas de espera de médicos, entonces hay algunas cuestiones que tenemos que tener en cuenta para disminuir los riesgos", afirmó Andrea Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) y del Conicet.
Es a raíz de estas observaciones que un grupo de especialistas ejemplificaron algunos de los comportamientos más comunes que van en contra de estas medidas, como quien que habla a los gritos por el celular en el colectivo, que se baja el barbijo para grabar un mensaje de voz en la fila del supermercado o que se pone a comer una colación mientras espera el turno con el médico.
Las medidas preventivas más recomendadas
"En primer lugar siempre es importante el uso de tapaboca, doble o triple capa, cubriendo nariz, boca y mentón con buen ajuste para que el aire siempre ingrese y salga a través del barbijo; esto es clave, más ahora con las nuevas variantes que son más contagiosas", asguró Pinera Rojas.
A su vez, agregó: "En segundo lugar, si vamos a comprar, por ejemplo, hacerlo de a una persona por grupo familiar y lo mismo si vamos al médico, ir solo siempre que se pueda porque hay que disminuir la cantidad de personas en los espacios cerrados".
"Otro tema clave es no hablar, ni con alguien que está al lado, ni por teléfono, ni mandar mensajes de audio porque cuando hablamos emitimos muchísimos más aerosoles que cuando sólo respiramos y esto, que parece una pavada, es muy importante si pensamos en un espacio como un colectivo donde puede haber hasta 50 personas", terminó de añadir.
En cuanto al transporte público destacó la importancia de abrir la ventana al sentarse, siempre que sea posible. La recomendación de silencio en el transporte público fue expresada por sociedades científicas y entes reguladores de transporte de todo el mundo.
Pineda Rojas también recomienda aplicar estas medidas en espacios de trabajo: "Si tenemos que tener una charla con alguien lo ideal es hacerlo afuera, por ejemplo en un patio; lo mismo para comer".
La especialista señaló que "si bien el riesgo de contagio es mucho menor al aire libre, en proximidad hay casos registrados y generalmente son situaciones donde la gente habla sin distancia ni barbijo". "Por eso es que al aire libre también hay que sostener el uso de barbijo con buen ajuste y distancia para disminuir el riesgo de contagio", terminó de explicar.
En la misma línea, la médica infectóloga Elena Obieta detalló que "cuando se habla, se estornuda, se ríe o se tose se emiten más gotitas -de las grandes y de las chicas- que cuando se está callado, entonces hay conductas que debemos tratar de incorporar cuando compartimos espacios cerrados con otras personas".
"Por ejemplo, no hablar por celular, mucho menos a los gritos, porque se sabe que cuanto mayor es el tono de voz más es lo que emitimos; tampoco hay que comer o beber; parecen cosas pequeñas pero son hábitos que en la medida que se vayan incorporando pueden ir reduciendo la transmisión", instruyó Obieta, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y Jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro.
Otro lugar peligroso destacado por los expertos con las filas en las cajas de supermercados, donde hacen hincapié que se deben reforzar los cuidados.
En cuanto a la ingesta de bebidas y alimentos, el problema radica en que es necesario sacarse el barbijo para hacerlo. Pineda Rojas marca que "si a esto le sumamos que cuando nos juntamos a comer en grupo seguimos hablando entonces el riesgo aumenta".
Qué son los aerosoles
De acuerdo con el investigador español José Luis Jiménez, científico en la Universidad de Colorado, Estados Unidos, se calcula que al hablar las personas emiten 10 veces más aerosoles que cuando respiran. Además, detalla que al cantar y gritar esa emisión aumenta hasta 50 veces.
"Los aerosoles son como un humo invisible que las personas emiten cuando respiran o hablan. Son gotas muy pequeñas y que por esa razón quedan suspendidas en el aire por horas; mientras que las gotículas más grandes, las que vemos, caen más rápido", graficó Jiménez.
Luego, añadió: "la posibilidad de respirar ese humo de otro se da en dos situaciones: cuando estás muy cerca, sobre todo sin mascarilla (barbijo), o cuando compartes el aire en una habitación cerrada, porque el espacio cerrado atrapa el aire que esa persona está exhalando. Son dos situaciones muy comunes y frecuentes y se ha demostrado que la transmisión por aire (a través de los aerosoles) es la principal vía de contagio del coronavirus".
Pineda Rojas complementó al ejemplo de la imagen diagramada por Jiménez: "Hay que imaginar que los aerosoles son como el humo de cigarrillo y que uno lo que quiere es tratar de evitar respirar ese humo; esa es una buena imagen que nos puede guiar para mantener distancia y abrir ventanas".