• 20/12/2024

Qué severa secuela sufre uno de cada tres recuperados de Covid-19

Una nueva investigación demostró que una de cada tres personas que se recuperan de Covid-19 tiene secuelas neurológicas o psiquiátricas
07/04/2021 - 15:59hs
Qué severa secuela sufre uno de cada tres recuperados de Covid-19

Un nuevo estudio científico indicó que una de cada tres personas recuperadas de Covid-19 sufre problemas neurológicos o psiquiátricos seis meses después.

Los autores de la investigación analizaron los registros de salud de más de 230.000 pacientes recuperados de una infección por coronavirus. Una vez estudiados estos datos hallaron que al 34% se les diagnosticó una afección neurológica o psiquiátrica seis meses después.

Un 17% de los pacientes sufrió ansiedad y un 13% trastornos de ánimo, dice la investigación, publicada en The Lancet Psychiatry.

Entre los pacientes con un cuadro grave de Covid-19 las cifras fueron aún más elevadas. Un 46% de quienes necesitaron atención de terapia intensiva fueron diagnosticados con afecciones neurológicas o psiquiátricas al pasar seis meses tras la recuperación.

Muchos pacientes que necesitaron cuidados intensivos tuvieron esta secuela
Muchos pacientes que necesitaron cuidados intensivos tuvieron esta secuela

Qué otras secuelas puede dejar el Covid-19

Las consecuencias físicas y psicológicas del Covid-19 están presentes en el 90% de los pacientes recuperados de la enfermedad.

Incluso en aquellos que son asintomáticos, el nuevo coronavirus deja secuelas que pueden resultar mortales para la salud a largo plazo.

"Empezamos a verlos en corazón, pulmones, cerebro o en la salud mental", señaló María Van Kerkhove, directora técnica de la Organización Mundial de la Salud.

De hecho, la investigación publicada por Business Insider sugiere que los síntomas podrían aparecer de forma cíclica y acaba afectando al sistema respiratorio, el cerebro, el sistema cardiovascular y el corazón, los riñones, el intestino, el hígado y la piel.

Aunque la mayoría de síntomas persistentes, que describen un caso de Covid-19 prolongado, son: fatiga, dificultad para respirar, dolores de cabeza, musculares y de articulaciones.

Las peores secuelas que el Covid-19 deja en los recuperados

No obstante, Anthony Fauci, principal epidemiólogo de Estados Unidos al frente de la pandemia de Covid, advirtió que determinar las secuelas a largo plazo va a llevar entre meses y un año.

Las consecuencias del virus en el organismo abarcan desde los pulmones —uno de los principales órganos afectados, al afectar inicialmente al tracto respiratorio—, hasta los síntomas que más asustan a los científicos, la niebla mental.

Fatiga crónica

La fatiga es uno de los síntomas más comunes de los transportistas de Covid-19 —personas que sufren a largo plazo las consecuencias de la enfermedad—, según JAMA Network

Pero su afección podría agravarse en conjunto con otras de las secuelas de la enfermedad, dada su mencionada capacidad neuroinvasiva y su manifestación en el sistema inmune y nervioso.

Las peores secuelas que el Covid-19 deja en los recuperados
Las peores secuelas que el Covid-19 deja en los recuperados

Los médicos están encontrando sorprendentes similitudes entre el síndrome de fatiga crónica y los síntomas del coronavirus a largo plazo

Es probable que tenga que ver con la desregulación del sistema inmunológico, la inflamación continua en el cuerpo y el daño directo al cerebro o a la médula espinal, según Esther Melamed, profesora asistente de neurología en la Escuela de Medicina Dell de la Universidad de Texas, en Austin, también Estados Unidos, explica a Health.

De hecho, en el anterior SARS de 2002, un estudio llevado a cabo en Hong Kong reveló que más del 40% de los pacientes sufrían fatiga crónica tras el contagio.

Trastornos depresivos

En España, algunos investigadores estimaron un aumento de hasta el 20% de los trastornos depresivos fruto de la pandemia de Covid-19.

Asimismo, de acuerdo con un informe de Oracle, la salud mental se ha visto severamente afectada en el 78% de los casos.

"Podemos ver que los trastornos depresivos pueden aparecer durante o después del padecimiento. En general, también en personas con mayor riesgo de sufrir una depresión", señala Raquel Moyá, psicóloga, coach y directora del portal de psicólogos online.

Dicha afección no sólo ha infligido en el día a día de los recuperados de Covid -19, también en relación con la propagación de la pandemia a la economía, la actividad social y la integridad familiar.

"La pandemia de Covid-19 es un problema social y sanitario que nos afecta a todos directa e indirectamente", recalca Mercedes Bermejo, directora de Psicólogos Pozuelo y coordinadora de psicología clínica de la salud y psicoterapia del Colegio de la Psicología de Madrid.

Caída repentina de dientes

Algunos de los afectados por Covid-19 sufrieron la pérdida de dientes de forma indolora y sin sangre, que los expertos aún no consiguieron relacionar con la patología.

No obstante, el recorrido de la enfermedad y las afecciones en las encías prtmitió a la comunidad sacar conclusiones adelantadas.

"Si la reacción de un transportista de Covid es en la boca, es un mecanismo de defensa contra el virus", señala a The New York Times Michael Scherer, prostodoncista en Sonora, California (EEUU).

Es decir, la afección de la enfermedad a los vasos sanguíneos podría explicar por qué no sientes dolor cuando los dientes se caen.

Mientras, estas se ven severamente afectadas por reacciones hiperinflamatorias como la que podría generar el coronavirus en algunos de los afectados.

Pérdida de olfato y / o gusto

Como síntoma de Covid-19, la pérdida de olfato y / o gusto es una de las primeras señales de que te contagiaste ahora mismo con el coronavirus.

A su vez, tras superar la enfermedad en un plazo promedio de 17 días —teniendo en cuenta que presenta más afecciones—, la anosmia y disgeusia puede durar hasta 6 meses después del contagio.

"Que estés medio año sin que puedas probar la comida o la pruebes y no te sepa es tedioso. Te da igual comerte una hamburguesa que un apio", cuenta a Business Insider España una paciente afectada.

"Llevo 6 meses sin oler ni saborear la comida": la otra batalla de una madrileña después de superar el coronavirus

Para estas no hay un tratamiento estandarizado, por lo que los afectados tienen que hacer terapias olfativas en casa con olores que estimulen diferentes grados y, a poder ser, que ya los conozcan con anterioridad.

No obstante, una de las últimas revisiones de la literatura relacionada con las secuelas más devastadoras del Covid19, destacó por encima de otras afecciones la quimétesis.

Los pacientes afectados podrían ser incapaces de detectar el picante o la menta fría, dado que el virus podría secuestrar las neuronas sensibles al dolor, llamadas nociceptores.

Pérdida auditiva irreversible

Tras superar la enfermedad, varios casos de supervivientes acudieron a urgencias con una pérdida auditiva repentina e irreversible que ni siquiera los médicos pueden explicar a qué se debe.

Los pacientes no presentaban antecedentes de afecciones en el sistema auditivo, no tenían patologías previas, ni estaban sufriendo un caso de Covid-19 grave. Su edad oscilaba entre 45 y 60 años.

Covid - 19: las principales secuelas
Covid - 19: las principales secuelas

Como en la caída de dientes, los expertos creen que dicha secuela se debería a la consecuencia de otros efectos que el virus provoca en el organismo —especialmente, en el sistema inmunológico—, como la hinflamación.

Aunque una de las observaciones publicadas en Science Direct augura que la infección con el SARS-CoV-2 podría provocar daños en la cóclea, el conocido caracol del oído interno —parte auditiva—.

Problemas cardiovasculares

Los síntomas más peligrosos del nuevo coronavirus tienen en común los coágulos de sangre.

Su aparición, incluso en personas sin antecedentes, puede provocar afecciones en el sistema cardiovascular.

Encuentran coágulos de sangre en "casi todos los órganos" de las autopsias de los pacientes de COVID-19, según una patóloga de la Universidad de Nueva York

Estas van desde lesiones a inflamación en el miocardio, incluyendo miocarditis y arritmias cardíacas —asegura una investigación publicada en JAMA—.

Un 60% de los positivos en SARS-CoV-2 sufre secuelas en el corazón, independientemente de sus enfermedades subyacentes —que podrían agravar la lesión—, el transcurso de la enfermedad o su gravedad.

Afecciones pulmonares

Como enfermedad respiratoria, el Covif-19 afecta severamente a los pulmones de los contagiados con el virus.

Estos pueden quedar irreconocibles en los fallecidos con SARS-CoV-2. Y, en los que se recuperan, con anomalías hasta 3 meses más allá de la infección.

Conforme con una investigación que evaluaba a 55 infectados, a los 3 meses del alta, el 64% de los pacientes presentaba síntomas persistentes. De estos, el 71% tenía disfunción pulmonar.

"Una de las razones por las que hay casos de COVID prolongado es que hay una gran destrucción (del tejido) pulmonar. Incluso si alguien se recupera de COVID, el daño que hace podría ser masivo", reconoce a Reuters Mauro Giacca, profesor de King's College London.

Esto se debe a que, además de la infección viral persistente, la disfunción endotelial y la trombosis pulmonar, tienen células dimórficas en el pulmón, anormalmente grandes y con muchos núcleos.

Aunque algunas investigaciones aseguran que este mismo plazo, 3 meses después del contagio, el tejido vuelve a recuperarse, según Clinical Infectious Diseases.

Disnea, dificultad para respirar o falta de aliento

La falta de aliento y / o dificultad para respirar es uno de los síntomas más usuales de COVID-19 en las personas que los presentan, de acuerdo con un desglose estudiado por los CDC de China.

Conforme a los resultados de JAMA Network, junto al dolor de pecho y en las articulaciones, la disnea es también uno de los persistentes que acompañan a los casos de COVID-19 prolongado.

Otra de las teorías que explican por qué el coronavirus ataca a todo el cuerpo, la tormenta de bradicinina, podría justificar la gravedad de dichas lesiones en los afectados.

La tormenta de bradicinina justifica que la producción excesiva de esta sustancia dilata los huecos de los vasos sanguíneos, lo que permite que el fluido se filtre e invada los alvéolos Por ende, los pacientes tienen dificultades para respirar.

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