¿Te despertás mucho durante la noche? 7 motivos que lo explican
Dormir mal es un problema que puede ocasionar muchos problemas, no solo en el descanso, sino también en la salud. Cuando no se duerme bien el cuerpo lo siente y la mente también, y se pueden producir una serie de consecuencias.
Por eso, es importante descansar adecuadamente y, en caso de tener algún problema, solucionarlo.
Despertarse a la noche es muy frecuente, aunque esto no sea un consuelo para quienes lo sufren. De acuerdo a un estudio realizado entre 8.937 personas, y publicado en la revista Sleep Medicine, aproximadamente un tercio de los adultos se despierta por las noches al menos tres veces por semana, y más del 40 por ciento de ese grupo podría tener problemas para quedarse dormido de nuevo.
1. Ansiedad
La ansiedad puede hacer que una persona se despierte por la noche. De hecho, los problemas para dormir son uno de los síntomas más comunes de un trastorno de ansiedad, según la Clínica Mayo.
Además, hay personas que pueden experimentar lo que se llaman ataques de pánico nocturnos, lo que significa que pueden tener episodios transitorios de pánico intenso que les despierten.
2. La temperatura de tu habitación
En función de la fase de sueño en la que se encuentre la persona, es más fácil o más difícil que se despierte. Cuando está durmiendo, el cuerpo pasa por diferentes etapas: 1, 2, 3, 4 y REM.
La primera etapa es la más ligera, y es en ella cuando es más probable que la persona se despierte por cualquier cosa nimia, como un portazo, el ruido del ascensor, una luz que traspasa la ventana.
Idealmente, la habitación debe estar oscura, fresca y silenciosa. Aunque no siempre es posible controlar todo, los expertos recomiendan utilizar tapones para los oídos o una máscara para los ojos. En verano, los ventiladores o equipos de aire acondicionado pueden ayudar a cumplir con esos objetivos.
3. Tomaste alcohol
Aunque el alcohol puede hacer que aparezca la sensación de sueño y que la persona se quede dormida rápidamente, es probable que se despierte durante la noche. Esto es debido a que el alcohol se metaboliza y sus efectos sedantes desaparecen.
Es importante limitar el consumo de alcohol al menos tres horas antes de acostarse, de modo que el cuerpo tenga tiempo de metabolizar la bebida.
4. Café
Tomar café puede hacer que la persona duerma mal, lo cual puede hacer que tome café al día siguiente, y así sucesivamente.
La cafeína puede permanecer en el sistema durante el resto del día, así que es mejor sustituirlo por otra bebida, como el té, ya que tiene aproximadamente la mitad de estimulantes que el café y contiene sustancias que pueden ayudar a calmar el estrés.
5. Comés demasiado
Muchos estudios indican que las personas con sobrepeso u obesidad que sufren apnea del sueño experimentan menos síntomas de la enfermedad después de perder peso.
Más allá de estos trastornos, también es importante tener en cuenta que haber comido demasiado en la cena e irse a dormir rápidamente puede ocasionar alguna dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo.
6. Síndrome de piernas inquietas
El síndrome de piernas inquietas puede hacer que las extremidades inferiores se sientan pesadas, como con dolor o tirones, de acuerdo a lo que se explica en la web del National Institute of Neurological Disorders and Stroke.
Aquellas personas que tienen este síndrome sienten que tienen que mover las piernas, no lo pueden controlar. Estos síntomas son más comunes durante la noche, y se vuelven más intensos durante los períodos de inactividad, como cuando la persona está completamente dormida.
7. Uso de dispositivos electrónicos
Un estudio hecho en Japón reveló que aquellas personas que utilizan aparatos electrónicos justo antes de acostarse -3 horas y media o más- tienen casi el doble de probabilidades de tener un sueño de mala calidad que aquellos que los usan menos (2,5 horas o menos).
Además, es importante tener cuidado con la pantalla del ordenador o tablet, aunque no se los use. Se debe dejar estos aparatos en otra habitación o bloquearlos, ya que la pantalla brillante del monitor puede inhibir la producción de melatonina, que es la hormona responsable de decirle al cuerpo que es hora de acostarse.