Qué características nutricionales tiene el té verde y qué beneficios se le atribuyen
El té verde es una bebida tan accesible, sabrosa y fácil de preparar que parece difícil de creer que su consumo tenga propiedades nutricionales para el organismo. Sin embargo, es importante saber que tomar té verde, tanto frío como caliente, tiene algunos beneficios que se han comprobado.
Para la mayor parte de la sociedad occidental, el té verde es un descubrimiento reciente, una bebida que se consume desde hace pocos años y que se ha incorporado a otras variedades de té que se solían tomar. No obstante, es necesario saber que en Oriente el té verde una de las hojas que más se consumen, donde está íntimamente ligado a los hombres desde hace casi 5.000 años. De esta manera, el té verde se constituye como parte central de la cultura oriental
Los principales países productores de té verde son China e India, muy por delante de Sri Lanka, Kenia, Indonesia, Turquía y Japón. Con China a la cabeza y como líder del listado, son menos de diez los países que producen té verde en todo el mundo.
El caso japonés en relación al té verde es curioso dado que ocupa el segundo lugar, pero solo exporta el 2%. Esto demuestra la notable demanda de té verde que tienen los habitantes japoneses, que incluso ha llevado a que, en ocasiones, Japón debiera importar té verde de otras naciones para satisfacer esta variable.
Cabe mencionar que gran parte de la exportación de la producción de té verde de Japón, aunque el porcentaje es poco, va a Estados Unidos.
Estos son los beneficios que se le atribuyen al té verde
Cuabdo el té verde se consume como bebida no azucarada carece de calorías y no contiene proteínas, grasas ni carbohidratos. Esto hace que sea una bebida con muchas propiedades y que aporta poca energía que el cuerpo pueda almacenar. El té verde es una bebida muy rica en vitaminas; tiene una gran carga de vitaminas A, C y E, algunas del complejo B, y oligoelementos como manganeso (1,5 mg por taza), flúor, zinc y cobre, que aporta en pequeñas cantidades, dado que una taza se prepara con solo 2 gramos de hojas secas.
Todas las características mencionadas en relación al té verde hacen que sea una bebida a la que se le atribuyen diversas propiedades. El té verde no es mágico, no es la cura para alguna enfermedad, ni tampoco es una "superbebida". Sin embargo, el consumo de té verde ha demotrado tener algunos beneficios para el organismo.
El té verde es antioxidante
El té verde es rico en un grupo de sustancias que tienen una gran capacidad antioxidante. En este sentido, de hecho, cada vez hay más estudios científicos.
Los polifenoles, presentes también en frutas y verduras, son una de las sustancias que contiene el té verde, aunque en menor cantidad. Un tipo particular de polifenoles llamados catequinas son los responsables del poder protector que se le atribuye al té verde.
Las catequinas son los polifenoles o taninos responsables del sabor tan peculiar que tiene el té verde, pero también de ese poder protector que se le atribuye. Una de estas catequinas es conocida como EGCG o epigalocatequina-3-galato y se ha mostrado muy activa en el cuerpo.
Según explican desde el sitio Cuerpomente, la sustancia conocida como EGCG y presente en el té verde sería 20 veces más antioxidante que la vitamina E y 100 veces más que la vitamina C. De este modo, se podría decir que es eficaz en la prevención de ciertos tipos de cáncer y que ayuda a mantener una buena salud cardiovascular.
El té verde es un estimulante suave
El aporte de cafeína o teína de una taza de té verde puede llegar a reducirse a la mitad que la que contiene el té negro. Además, esta cantidad es una tercera parte que el aporte de cafeína de una botella de bebida cola y la octava que el de un café. De todas maneras, esto no significa que hay que abusar del consumo de té verde. Es una sustancia que contiene teína, y que sea en menor medida no significa que el exceso no sea perjudicial para la salud.
El matcha (té verde japonés, que se compra en polvo) es la presentación con mayor contenido de cafeína, aunque también de antioxidantes.
El té verde mejora el funcionamiento del cerebro
El té verde tiende a favorecer el estado de alerta, lo cual agudiza las habilidades intelectuales de la persona que lo consume. Esta propiedad se debe al aporte de teína que tiene el té verde. A diferencia de lo que sucede con el consumo de café y de la cafeína que contiene, esta sustancia presente en el té verde no altera el sistema nervioso y sí ayuda a mantener el estado de alerta.
El té verde es ideal para que los estudiantes o trabajadores se mantengan despiertos en una noche de estudio o trabajo, pero que puedan conciliar el sueño más tarde, cuando decidan irse a dormir, algo que a veces resulta difícil cuando se toma café en exceso.
Además de mejorar el funcionamiento del cerebro, algunas investigaciones señalan que el té verde previene la degeneración y el daño del cerebro propio de la edad y el paso del tiempo. En este sentido, algunos trabajos mencionan al té verde como un elemento que podría contribuir a la prevención de enfermedades neurológicas como Parkinson y Alzhéimer, aunque todavía falta evidencia que resulte concluyente.
El té verde favorece la combustión de las grasas
Los componentes del té verde estimulan el metabolismo, que se ve elevado en un 17%, y favorecen la transformación de grasas en calorías. Es por esto que el té verde suele estar presente en los productos comerciales que se venden para quemar grasas y adelgazar, aunque es esencial tener en cuenta que ese tipo de artículos comerciales no siempre funcionan y siempre se deben tomar con el aval de un especialista en salud o nutrición.
El té verde mejora el rendimiento físico
El efecto del consumo de té verde sobre el metabolismo implica que el cuerpo es capaz de obtener más energía, hasta un 4% más, cuando la necesita. Este podría ser el caso del desarrollo de una actividad deportiva intensa. El sitio Cuerpo Mente señala que el consumo de té verde ayuda a elevar el rendimiento deportivo entre un 11 y un 12%.
El té verde ayuda a prevenir ciertas enfermedades
Las propiedades antioxidante que tiene el té verde se asocian con un menor riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer. En este sentido, el sitio Cuerpo Mente menciona que al consumo de té verde se le atribuye una disminución en las probabilidades de padecer cáncer de mama -entre un 20 y un 30% menos riesgo-, cáncer de próstata -un 48% menos-, y el cáncer colorrectal - un 42% menos-.
Por otro lado, tomar té verde podría ayudar a prevenir algunos de los principales factores de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como puede ser el nivel de colesterol en sangre, puntualmente el colesterol LDL y los triglicéridos. Es esencial considerar que estos factores, cuando están fuera de control, elevan las probabilidades de padecer patologías que actualmente se posicionan entre las primeras diez causas de muerte a nivel mundial, como son el infarto y otras patologías cardiovasculares.
El té verde en la cocina
El arbusto del té tiene dos variedades: Cammelia sinensis y Cammelia assamica. Su cosecha es una de las operaciones más importantes del proceso de elaboración y de la que depende en gran medida su calidad.
Hay tres tipos básicos de té: el verde, el semifermentado y el negro. La diferencia radica en la forma en que se procesan para su posterior consumo.
Si se quiere experimentar con las hojas de té verde como ingrediente culinario, solo es necesario cocerlas durante 20 minutos y estarán listas para ser agregadas a cualquier receta. Sin embargo, no resultan particularmente sabrosas y su costo es elevado para agregarlo como verdura a cualquier tipo de preparación.
Sin embargo, el té verde sí está muy presente en preparaciones líquidas. Tal como se mencionó, el té verde se puede consumir frío y caliente. Además, se lo puede agregar a jugos, a licuados con frutas y verduras, a almíbares para endulzar otras preparaciones, e incluso a tragos con ciertos componentes de alcohol.
El uso de té verde en todas las preparaciones mencionadas parece raro, pero solo es cuestión de animarse. Así como ya es frecuente ver que se toma el té negro o el té verde como bebida fría y refrescante -aunque no sean del gusto de todas las personas-, es una buena idea comenzar a probar el uso de té verde en otras preparaciones menos comunes.
Cómo conservar el té verde
Una vez se compra el té verde, es fundamental guardarlo en un lugar oscuro, fresco y seco. Además, se deben guardar las hojas o hebras de té verde en un recipiente que tenga la posibilidad de cerrarse herméticamente. Los frascos, por ejemplo, son óptimos para este objetivo. Si se guarda de esta manera, el té verde comenzará a perder su aroma y sabor, así como las propiedades que se mencionaron anteriormente.
Cómo preparar el té verde
La forma clásica de prepar el té verde es hervir el agua y dejarla enfriar durante diez minutos para que la temperatura baje hasta los 70-80 ºC.
Las personas más expertas en el consumo de té verde indican que no se debe usar agua de la canilla. ¿Por qué? El problema del uso de agua de la canilla para preparar el té verde sería que el cloro y otros elementos presentes en ella podrían afectar el sabor de la bebida y disminuir algunas de las propiedades que se me atribuyen. Se recomienda, entonces, el uso de agua mineral para preparaer el té verde, dado que tiene poco sodio y calcio.
Para preparar el té verde se aconseja calentar la tetera previamente, con un poco de agua caliente, para que cuando se coloque el agua hirviendo y se haga el té, este no disminuya brúscamente su temperatura, lo cual podría resultar perjudicial para la bebida.
La dosis de té verde que se recomienda consumir es de una cucharadita al tope, que aproximadamente son 2 gramos, por taza. Esta cantidad tiene todos los componentes mencionados anteriormente, como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes.
La mayoría de variedades de té, sea verde o de cualquier otro tipo, deben reposar de 2 a 3 minutos antes de poder consumirse. Más allá de que siempre se aconseja dejar enfriar el té -lo mismo sucede con el café- porque sería perjudicial para la salud bucodental consumirlo casi hirviendo, los motivos del descanso del té también tienen que ver con otro factor. Durante el tiempo que se deja descansar una tasa de té verde o de otra variedad de té se puede ver cómo las hojas se despliegan. En este proceso, las hojas de té pueden liberar lentamente las sustancias que están contenidas en ellas. Esto hace que el té tenga un sabor más intenso a medida que se deja descansar más tiempo y, además, que se liberen los componentes y el organismo pueda absorberlos de la manera más eficiente posible.
Luego de que el té verde descansó el tiempo que se considera adecuado en cada caso, se debe colar para eliminar todos los restos de las hebras que puedan quedar en la taza o en la tetera y que hacen imposible tomarlo sin este paso. Se puede colocar en una taza o se puede colocar en una botella y enfriarlo para consumirlo de esta manera. En cualquier caso, es esencial colarlo para eliminar los restos de las hojas de té verde.