Aislamiento: el 80% de los argentinos considera que su vida sexual empeoró
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La pandemia de coronavirus obligó a los gobiernos a poner a esta enfermedad como prioridades en su agenda y a tomar medidas para proteger a su población. Una de esas medidas fue el aislamiento, que hasta el momento probó ser una de las más efectivas para evitar el contagio masivo.
A pesar de esa necesidad, lo cierto es que todas las medidas que se tomaron para prevenir el contagio masivo de la población impactaron en la vida social y económica de las personas.
En este sentido, la facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), estudió el impacto que el aislamiento tuvo en distintos aspectos de la vida de las personas. Entre las consecuencias que sufrió el día a día de los argentinos una de ellas son los cambios en la vida sexual. Según la investigación del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OSPA) de la facultad mencionada, el 80% de los argentinos considera que "su vida sexual empeoró".
Precisamente, el estudio señala que "a lo largo de la cuarentena obligatoria, tanto en el período 1 como en el período 2 y 3, alrededor del 80% de los participantes informaron que su vida sexual empeoró".
En el primer período de aislamiento -los primeros 7 a 11 días-, el 81,55% de los argentinos consideró que su vida sexual había empeorado. Este número contrasta con el 18,45% de los encuestados que creyeron que este aspecto de su vida había mejorado.
El segundo período que el trabajo tomó como referencia fue entre los 50 y 55 días de aislamiento. Allí se dio la discrepancia más amplia entre ambos grupos de personas. Por un lado, el 82,06% manifestaron que su vida sexual había empeorado, mientras que solo el 17,94% tuvieron la postura contraria.
El último período abarcó hasta el día 124 de la cuarentena obligatoria, es decir, de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), y fue entonces cuando la brecha se acercó un poco más. Mientras que el 78,25% sintió que su vida sexual había empeorado, el 21,75% sintió que su vida sexual había mejorado.
El trabajo publicado también indica que la edad asociada a la realidad económica fue un factor que influyó en la mente de los argentinos durante esta etapa. Según señalaron los especialistas de la Facultad de Piscología, "las personas más jóvenes tienen más síntomas que las personas mayores".
"Las personas de menor edad afrontan estresores mayores característicos del ciclo vital, incertidumbre en cuanto a la vivienda, inserción profesional, laboral, parejas menos consolidadas, embarazos e hijos pequeños", explica el documento.
En ese sentido, evaluaron que "la población de mayor edad percibió al ASPO como una protección frente al riesgo". En contraste, para los de menor edad el aislamiento acabó con "un saldo negativo entre lo perdido y postergado", dado que "los jóvenes percibieron menos beneficio y mayor costo".