¿Cenás tarde? Estos los efectos adversos que puede causar en tu cuerpo
En Argentina la hora de la cena puede ser en cualquier momento entre las 20 y las 23 horas. Cada familia decide en qué horario toma la última comida del día, algo que difiere de acuerdo a sus tiempos laborales, a las costumbres del hogar, según a qué hora llegan todos los integrantes de la casa, entre otros factores.
En varias ocasiones se ha señalado que comer tarde es un mal hábito, pero ¿por qué?
Estas son las consecuencias de cenar tarde
El hábito de comer poco tiempo antes de irse a dormir puede traer una serie de efectos adversos para salud. Estos son algunos de ellos:
Puede traer un aumento de peso
Algunos expertos señalan que puede predisponer a un aumento de peso porque cuando una persona ingiere alimentos sus niveles de azúcar en sangre se elevan. Esto hace que se produzca una liberación de insulina; hasta ahí, el proceso de digestión es regular.
No obstante, según un estudio del Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, la revista de la Sociedad Endocrina estadounidense, consumir calorías tarde y cerca de la hora de dormir está asociado con la obesidad. De acuerdo a este grupo de profesionales, es recomendable cenar como mínimo 2 horas antes de dormir.
Predispone a dormir mal
Es probable que las personas que cenan más cerca de la hora de dormir hayan notado que su descanso es más pobre o que les cuesta llegar a conciliar el sueño. Por el contrario, es probable que aquellos que comen más temprano hayan notado que duermen bien y que esto se modifica cuando cambian sus hábitos alimenticios.
El motivo de esta situación es que cuando la persona se va a dormir con el estómago lleno significa que tiene que seguir trabajando para digerir la cena, lo cual implica que el cuerpo no está relajado por completo.
Puede predisponer a ciertas enfermedades
Un trabajo realizado por Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania indica que comer tarde por la noche aumenta los niveles de glucosa e insulina que conducen a la diabetes de tipo 2. Además, se alteran los niveles de colesterol provocando el riesgo de un ataque al corazón o infarto. Así lo indica el informe Circulation: Journal of the American Heart Association, que señala que las personas que cenen tarde tienen un 55% de posibilidades de padecer una enfermedad cardíaca.
No se hace bien la digestión
Como ya se mencionó, el cuerpo mientras trata de dormir debe seguir trabajando para digerir los alimentos. Es por eso que ninguno de los dos procesos se finaliza de la manera adecuada y esperada: no se digiere bien la comida ni tampoco se descansa correctamente.
¿Qué se puede hacer?
Dentro de lo posible, los expertos recomiendan que estos hábitos se modifiquen y que las personas puedan comer al menos 2 horas antes de irse a dormir. Sin embargo, es cierto que en algunos casos no es posible, por lo que se debe tratar de tener los hábitos más saludables dentro de las posibilidades que cada persona o familia maneja.