¿Lo sabías?: este es el motivo por el que el cuerpo nunca puede digerir los granos de maíz
El maíz es un alimento muy versátil, que se puede incluir a través de diversas comidas. En platos fríos o calientes, en preparaciones complejas o más sencillas, el choclo siempre puede estar presente.
Ahora bien, es probable que las personas que más consumen este producto hayan notado que los granos de choclo, cuando se consumen enteros, no se digieren. ¿Alguna vez se habrán preguntado por qué?
El motivo por el que parece que los granos de maíz no se digieren es que estos tienen una capa que protege los granos de las inclemencias del tiempo o de las plagas que puedan estar presentes en la zona donde se cultiva este vegetal.
Esa capa exterior que no se digiere está compuesta por una fibra dura llamada celulosa, que el organismo es incapaz de digerir porque carece de las enzimas y de las bacterias intestinales necesarias para hacerlo.
Entonces, ¿es bueno comer choclo? La respuesta es sí, el choclo es un alimento con muchos nutrientes y que se aconseja consumir, a menos que haya algún tipo de contraindicación específica. Si bien la capaz exterior del grano está hecha de celulosa y no se puede digerir, esa parte constituye solo el 10% del grano. El resto de la estructura, el otro 90%, es la parte que contiene los nutrientes útiles para el organismo.
Es importante destacar que el mismo proceso atraviesan otros alimentos ricos en fibra, que es sana para el organismo, pero que no se digiere en su totalidad como sucede con otros componentes de las comidas. La diferencia está en que los granos de choclo son visibles cuando se eliminan, mientras que otros tipos de fibra no lo son y puede parecer que se digieren totalmente.
¿Se puede hacer más digestible el choclo?
Si bien la parte exterior de los granos de choclo está compuesta por esta sustancia imposible de digerir, hay formas de que el choclo tenga un pasaje más sencillo por el organismo. Los expertos señalan que para transformar los granos de choclo en un alimento más digerible simplemente hay que procesarlos de alguna forma. Cuando se incorpora a una preparación el choclo procesado, al cuerpo le resulta más fácil digerirlo.
Sin embargo, al igual que sucede con muchos alimentos procesados, pierden una parte de sus propiedades y no se incorporan la totalidad de los nutrientes que puede aportar el choclo, algo que si sucede cuando se come el grano entero.
Qué aporta el choclo al organismo
Las características del choclo brindan una serie de beneficios al organismo, es decir que consumir este alimento permite aportarle al cuerpo una serie de nutrientes que resultan importantes para su buen funcionamiento.
Ayuda a la digestión
Este vegetal contiene grandes cantidades de fibra, principalmente del tipo insoluble. Para que se entienda, cada 112 gramos de granos de maíz tiene 16 gramos de esta sustancia. Eso equivale a cerca de la mitad de la porción diaria que se recomienda consumir.
Es importante tener en cuenta que las fibras insolubles pueden contribuir al buen funcionamiento de la digestión, dado que aceleran el paso de los alimentos a través del estómago y los intestinos.
Aporta fósforo
El fósforo es el segundo mineral más abundante en el cuerpo y los granos de maíz aportan una cantidad considerable.
Este mineral sirve para potenciar la conservación y la reparación de células y tejidos del cuerpo. Además, contribuye a que se produzca proteína para el crecimiento y ATP, una molécula donde el cuerpo almacena energía.
Protege la vista
En un alimento como el choclo se pueden encontrar carotenoides, luteína y zeaxantina. ¿Qué son? Tres tipos de antioxidantes que, entre otras propiedades, protegen la salud ocular, de acuerdo a la información que brindan los especialistas de la Clínica Mayo, una entidad estadounidense muy prestigiosa.
Aporta energía
Los granos de maíz están mayormente compuestos por carbohidratos, al igual que el resto de los cereales. Cuando se ingieren a través de este tipo de alimentos, el cuerpo convierte en glucosa, que se transforma en azúcar en la sangre. Esto es el combustible de uso rápido que el cuerpo tiene para obtener energía y poder desarrollar las actividades cotidianas.