Cuáles son las principales causas de caída del pelo y cómo prevenirla
Perder pelo es normal. De hecho, los especialistas consideran que las personas suelen perder unos 100 cabellos al día. Esto no suele causar que disminuya el cabello en el cuero cabelludo ya que, al mismo tiempo, crecen cabellos nuevos.
Sin embargo, cuando la caída del pelo se incrementa podría repercutir negativamente en la persona a nivel estético. Además, podría implicar alguna condición particular y ser signo de trastornos o patologías.
La pérdida del cabello se produce cuando el ciclo de crecimiento y caída del cabello se ve alterado o cuando el folículo piloso se destruye y es reemplazado con tejido cicatrizado.
¿Cuáles son las principales causas de pérdida de pelo?
La pérdida del cabello por lo general está relacionada con uno o más de los siguientes factores:
Los antecedentes familiares son una de las principales causas de esta condición, es decir, tener una predisposición genética a la pérdida del cabello. La causa más frecuente de la pérdida del cabello es un trastorno hereditario llamado calvicie de patrón masculino o calvicie de patrón femenino. Tiende a aparecer de forma gradual a medida que se envejece y en patrones predecibles.
En los hombres aparece como una línea capilar en retroceso y zonas de calvicie, mientras que en las mujeres comienza con una reducción del grosor del cabello.
Los cambios hormonales y algunas patologías también se posicionan como causa de la caída del cabello. Varios trastornos pueden ocasionar la pérdida temporal o permanente del pelo, los cuales incluyen los cambios hormonales del embarazo, el parto, la menopausia y los problemas de tiroides.
Por su parte, los trastornos médicos incluyen la alopecia areata, que causa la caída del cabello en parches, las infecciones del cuero cabelludo como la tiña, y un trastorno de tirones de cabello llamado tricotilomanía.
Además, algunos medicamentos y suplementos también tienen este efecto adverso. La pérdida del cabello puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos, como aquellos usados para tratar patologías oncológicas, la artritis, la depresión, los problemas cardíacos, la gota y la presión arterial alta.
El estrés, sobre todo cuando se presenta como consecuencia de un evento muy estresante y súbito, puede ser causa de esta condición. Muchas personas notan una reducción del grosor del cabello meses después de sufrir un evento estresante físico o emocional. Este tipo de pérdida del cabello es temporal y se revierte a medida que el estrés comienza a cesar.
Algunos tratamientos que se hacen en el cabello a nivel estético pueden predisponer a la pérdida de pelo. El modelado excesivo o los peinados que tiran mucho del cabello -como las trenzas africanas por ejemplo- pueden causar un tipo de pérdida de cabello llamado alopecia por tracción. Asimismo, los tratamientos con aceite caliente o de permanente pueden inflamar los folículos y causar la pérdida del cabello. Si hay cicatrización, la pérdida de cabello puede ser permanente.
Además de las causas mencionadas, hay algunos elementos que se constituyen como factores de riesgo de pérdida de cabello.
Los antecedentes familiares de calvicie, la edad, la pérdida significativa de peso y el estrés pueden ocasionar una caída excesiva del pelo. Además, hay ciertas patologías, como la diabetes o el lupus, que también son un factor de riesgo de mayor pérdida de cabello.
¿Se puede prevenir la caída del cabello?
En algunos casos sí, dado que las causas se pueden tratar o modificar. En otros, en cambio, no es posible prevenirla porque se da como consecuencia de factores que no son modificables.
La mayoría de los casos de calvicie son causados por motivos genéticos (calvicie de patrón masculino y calvicie de patrón femenino); no hay prevención para este tipo de pérdida del cabello.
Para las causas que sí son prevenibles, hay algunos consejos que podrían ayudar a las personas a evitar que el cabello se caiga.
Una de ellas es evitar los peinados tirantes como las trenzas, los rodetes o las colas. De la misma manera, se recomienda evitar retorcer el pelo para secarlo o para atarlo, dado que esto lo deteriora y fomenta la pérdida.
Los tratamientos de alisado o permanente se desaconsejan, dado que debilitan el pelo y pueden provocar daños. Lo mismo sucede con los elementos que modelan el pelo con calor, como las planchas o las bucleadoras. Las tinturas, sobre todo cuando son muy agresivas, también pueden debilitar y deteriorar la calidad del pelo.
El tabaquismo también predispone a la pérdida de pelo, por lo que podría ser recomendable dejar de fumar para evitar que el cabello se caiga.