ESTUDIO

10 mitos alimentarios que seguro has escuchado y son absolutamente falsos

Los mitos en relación a la alimentación han existido siempre, pero también hay algunos nuevos; derribarlos es importante para estar bien informado
SALUD - 21 de Agosto, 2020

La alimentación es uno de los pilares para llevar una vida saludable. Cada vez más, la nutrición y las dietas son un tema importante para muchas personas y son una temática de la que se habla con frecuencia. Por un lado, se ha tomado conciencia sobre algunos aspectos de los alimentos y de su impacto en el cuerpo, y por otro lado, cada vez hay más información disponible para quienes estén interesados en encontrarla.

Dentro de todo ese cúmulo de información que está disponible hay algunos mitos sobre la alimentación y la nutrición. Algunos de ellos son nuevos, mientras que otros son dichos históricos que se han escuchado durante años.

Es por eso que un estudio publicado en 2017 se dedicó a analizar cuáles son los mitos más frecuentes en torno a la alimentación y los ha derribado. La publicación se hizo en México y se conoció a través de una reconocida revista científica de Latinoamérica.

"El tema de la nutrición es único, ya que las opiniones de cada persona pueden guiarse simplemente por una experiencia individual", señalan los autores del estudio en sus primeras líneas. Esta afirmación es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, dado que abundan las cuentas de redes sociales y sitios web que dan consejos de alimentación sin tener la certificación profesional para hacerlo.

En ese sentido, el texto del trabajo señala que "la invención de mitos alimentarios, incluso contradictorios entre sí, parece no tener fin; algunos son fácilmente refutables con sólo utilizar la lógica científica, otros requieren la aplicación del sentido común". Allí, entonces, lista una gran cantidad de mitos y explica por qué se constituyen como tales.

"Cuando se come menos, el estómago reduce su tamaño"

Los expertos que llevaron adelante el estudio indican que el tamaño de los órganos depende del código genético. En consecuencia, no puede depender de la cantidad de lo que se come.

Hay muchos mitos alimentarios que es necesario conocer para derribar

"Naranja y leche no deben consumirse juntas, porque se corta la leche"

La leche se corta cuando se coloca en un medio ácido, cualquiera sea, eso es cierto. De hecho, eso mismo sucede cuando entra en contacto con el ácido clorhídrico presente en el estómago, algo esencial para su adecuada digestión.

"La fragilidad de las uñas se debe a la falta de calcio"

La uña adulta normal contiene trazas de calcio, en personas de edad avanzada se encuentra en mayores concentraciones, aproximadamente a 1%. No obstante, después del traumatismo de las uñas se observa considerable cantidad de calcio, pero esto no es válido para las uñas no traumatizadas pero quebradizas.

Por tanto, el calcio no estaría relacionado con la dureza de las uñas.

En relación al agua y a la hidratación hay dos mitos

Por un lado, se dice que "el agua engorda durante las comidas" y, por otro, se suele decir que "se debe beber menos si se pretende perder peso".

El agua natural es un nutriente acalórico, es decir, no tiene calorías, solo aporta hidratación. En consecuencia, no engorda ni adelgaza si se toma antes, durante o después de las comidas.

Si la función renal es normal, no es esperable aumentar de peso al beber agua. En caso de que los riñones no funcionen adecuadamente, lo que sucede en el cuerpo no es un aumento de peso por incremento de la grasa corporal, sino que es hinchazón, precisamente por retención de líquidos.

"Pepinos y manzanas tienen ‘calorías negativas’ porque se deben masticar demasiado"

Si para quemar 1 kcal, se necesita masticar aproximadamente 3 minutos, y si una manzana promedio contiene unas 80 kcal, por tanto, sería necesario masticar 240 minutos (4 horas) para que la manzana tuviera "calorías negativas", algo que sería absolutamente insólito.

Sobre las manzanas hay algunos mitos

Mitos sobre hidratos y frutas

Sobre hidratos de carbono y sobre el consumo de frutas y vegetales hay varios mitos. Dos de ellos son: "mezclar hidratos de carbono y proteínas engorda" y "la fruta después de la comida engorda"

Estos dos mitos son el fundamento de muchas dietas llamadas disociadas, pero no tienen ninguna base científica. Concretamente, en cuanto a las dietas disociadas, éstas tienen su base histórica en las teorías de disociación de los alimentos, pero los especialistas explican que ninguno de los dos es cierto. La única clave, en este sentido, es la moderación en el consumo, no la forma en que se comen. 

"La dieta sin gluten adelgaza"

Uno de los mitos alimentarios de moda es sobre la dieta libre de gluten, que es la que llevan las personas con celiaquía. La enfermedad celíaca deriva su nombre de la palabra griega koliakos, que significa "sufrimiento intestinal", indicando así la situación de daño que padece la mucosa del intestino delgado proximal, como consecuencia de una intolerancia al gluten.

Cabe recordar que el gluten es la fracción proteica del trigo y está formado por cuatro componentes que son las prolaminas, las gluteínas (o gluteninas), la albúmina y las globulinas.

Muchos sitios de internet y cuentas en redes sociales aseguran que la dieta libre de gluten ayuda a reducir peso. En este punto es donde el estudio hace hicapié y los expertos indican que el problema no está en el gluten en sí mismo, sino en los productos que lo contienen y cómo se combinan. Muchos de los alimentos que contienen gluten son alimentos hipercalóricos, pero no todos lo son.

En ese sentido, el estudio conlcuye que si se evitan estos productos y se reemplazan por alimentos con menos contenido energético, la persona podrá perder peso corporal, aunque nada tendrá que ver con el gluten.

La dieta sin gluten, entonces, no se recomienda particularmente en ningún caso que no sean paciente con celiaquía o intolerantes a este componente. Cabe recordar que cualquier cambio en la alimentación debe consultarse con un profesional de la nutrición, de modo que pueda evaluar el estado de salud general de la persona, sus características y objetivos. 

Hacia la conclusión, los especialistas señalan que "la prescripción de un correcto plan alimenticio debe tener como base el conocimiento adecuado de la bromatología y de lo que implica la dieta en el estado de salud para poder hacer las modificaciones correspondientes en los estados patológicos, según se requiera en cada caso".

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