SÍNTOMAS FRECUENTES

Cuál es la temperatura corporal normal y cuándo es fiebre

La temperatura del cuerpo puede subir o bajar en función del estado general de salud de la persona; si está muy baja o muy alta puede indicar enfermedad
SALUD - 06 de Abril, 2020

La temperatura del cuerpo es un indicador determinante del estado general de salud. Tanto cuando es baja como cuando es muy alta indica la presencia de algún cuadro patológico, que es necesario tratar de urgencia -sobre todo cuando es muy baja-.

La fiebre, entonces, es un síntoma clave para saber que el cuerpo está atravesando algún proceso infeccioso y que necesita atención médica. La temperatura corporal normal es de 36 ºC. Esta cifra sirve igual para niños que para adultos, pero es necesario saber que puede variar sin necesidad de que la persona tenga alguna enfermedad. Cabe mencionar que valores entre 35,5 ºC y 37 ºC también se ubican dentro del rango de lo normal. La variación de la temperatura normal dependerá de cada persona o del momento del día. ¿Qué significa esto? Que de acuerdo al horario del día puede que sea diferente y no hay por qué preocuparse. A las 6 de la mañana la temperatura está más baja; y, a las 18 horas, alcanza su valor más alto. Dicha oscilación se da por los ritmos circadianos, es decir, el reloj biológico humano, que regula las funciones fisiológicas del organismo. La intervención de otros factores ambientales -como el calor o el frío- y de aspectos propios del cuerpo -como la ovulación en las mujeres, por ejemplo- pueden interferir en la temperatura del cuerpo.

¿Cuándo se puede decir que una persona tiene fiebre?

Fiebre es 38 ºC (para todos). De 37º a 37,5º aparecen las temidas décimas (febrícula), que alertan de que puede haber algo en el organismo que no funciona bien. Sin embargo, los médicos hablan abiertamente de "fiebre" a los 38 ºC, y se pasa a hablar de fiebre alta a los 40 ºC. Estos valores son idénticos para todas las personas, incluidos los niños.

Es importante destacar que la temperatura varía según dónde se mida. Si el termómetro se coloca en la boca o en el recto hay que tener en cuenta que será entre 0,3 y 0,6 grados más alta que tomada en el oído, frente o axila, debido a que las primeras son cavidades con una elevada irrigación de sangre, que es la que transporta el calor. Es por eso que se aconseja colocar el termómetro siempre en el mismo lugar, de modo que no haya variaciones más allá de la propia variación que pueda haber en la temperatura del cuerpo.

Otro factor a considerar es el momento en que se toma la temperatura. Así como es diferente hacerlo a la mañana temprano que hacerlo a la tarde, también es distinto hacerlo en reposo que justo después de alguna actividad. Los especialistas desaconsejan tomar la temperatura después del baño o de haber realizado una actividad física, dado que se trata de momentos en que la temperatura suele ser más elevada. En consecuencia, aconsejan esperar por lo menos 20 minutos de realizado el ejercicio o de tomado el baño; se supone que en ese tiempo el cuerpo tendría que haber retomado su temperatura regular.

¿Qué termómetro usar?

En el mercado existe una gran variedad de termómetros. Es importante saber cuál elegir en función de la edad y características de la persona a quien se va a medir la temperatura. Sin embargo, lo esencial es saber utilizar estos termómetros para elegir el adecuado y obtener una lectura fiable.Para adultos son preferibles los termómetros digitales, que pueden optar por colocarlos en la axila, recto o boca. Se supone que la colaboración de los adultos es máxima y están quietos durante la toma de la medición. Para niños, sin embargo, hay quienes prefieren usar los termómetros de infrarrojos, que se colocan en el oído (si los niños tienen más de seis meses) y en la frente (a cualquier edad).

Cuándo consultar al médico si se tiene fiebre

La fiebre en sí misma puede no ser una causa de alarma —o un motivo para llamar al médico—. Sin embargo, existen ciertas circunstancias en las que la consulta es fundamental y no se debe postergar. De acuerdo a la edad del paciente los factores de alarma son distintos, al igual que las consecuencias que puede dar un cuadro febril si no se trata. Es por eso que, en función de esa variable, se debe determinar cuándo concurrir a un profesional de la salud que evalúe el estado general y determine qué tratamiento es más adecuado.

Bebés

Una fiebre sin causa aparente es motivo de mayor preocupación cuando se trata de lactantes y niños que cuando se trata de adultos. Ahora bien, si el pequeño tiene uno de los síntomas mencionados a continuación es esencial concurrir a un especialista o, de ser posible, que el profesional concurra al hogar. De esta manera se evitará que el niño salga del hogar y se prevendrá que se contagie algún otro tipo de patología.

En los bebés la fiebre puede ser más severa
  • Menos de 3 meses y tiene una temperatura rectal de 38 °C o más
  • Entre 3 y 6 meses, tiene una temperatura rectal de hasta 38,9 °C y está inusualmente irritable, aletargado o molesto, o si tiene una temperatura mayor que 38,9 °C
  • Entre 6 y 24 meses, tiene una temperatura rectal mayor que 38,9 °C que dura más de un día, pero no presenta otros síntomas. Si el niño también tiene otros signos y síntomas, como resfrío, tos o diarrea, es aconsejable que la consulta se realice lo antes posible, dado que el cuadro puede revestir mayor gravedad para el paciente

Niños

En los niños más grandes los cuadros febriles suelen ser todavía más leves. Esto significa que, de tener un hijo con fiebre, hay todavía menos motivos para alarmarse que en el caso de los bebés. Sin embargo, cuando la fiebre viene acompañada de ciertos síntomas específicos, puede ser signo de un cuadro más severo y hace necesaria la consulta con un profesional.

En los niños la fiebre puede indicar otras enfermedades
  • Está desanimado o irritable, vomita reiteradamente, tiene dolor de cabeza o dolor de estómago intenso, o tiene otros síntomas que causan una molestia importante.
  • Tiene fiebre después de haber estado en un auto caliente
  • Tiene fiebre que dura más de tres días
  • Parece desanimado y hace poco contacto visual

Adultos

En los adultos, aunque sean los más fuertes de los tres grupos mencionados, también hay momento en que se hace necesaria la consulta con un profesional de la salud. En caso de que la fiebre supere los 39,4 °C es fundamental concurrir a un médico, que evaluará el estado general del paciente y podrá determinar qué causa ese síntoma y qué tratamiento podría requerir.

Los adultos también pueden verse severamente afectados por la fiebre

Además, si la fiebre está acompañada por alguno de los síntomas mencionados a continuación, la consulta se hace todavía más necesaria y urgente, dado que la fiebre podría indicar la presencia de alguna patología más severa.

  • Dolor de cabeza intenso
  • Erupción inusual en la piel, en especial, si esta empeora rápidamente
  • Sensibilidad inusual a la luz brillante
  • Rigidez en el cuello y dolor cuando inclinas la cabeza hacia adelante
  • Confusión mental
  • Vómitos constantes
  • Dificultad para respirar o dolor en el pecho
  • Dolor abdominal o dolor al orinar
  • Convulsiones o ataques

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