Qué alimentos pueden ayudar a prevenir la demencia senil y el Alzheimer
La demencia es un término general que se utiliza para describir un deterioro de la capacidad mental, que suele ser suficientemente grave como para interferir en la vida cotidiana. No se trata de una patología específica y particular, sino que es una forma de denominar y agrupar a diversos trastornos que afectan a las personas.
Los principales síntomas que manifiestan los pacientes suelen ser pérdida de memoria, olvidos frecuentes y desorientación. Asimismo, se suelen presentar dificultades para el análisis y aprendizaje de nueva información, al igual que en muchos casos también se ve afectado el uso del lenguaje.
Además, en general, el deterioro de la capacidad cognitiva se acompaña de una disminución del control emocional y conductual, lo que resulta un enorme problema que impide el normal desenvolvimiento del paciente en su día a día. Constituye, así, una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores.
Cada año, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registran 10 millones de nuevos casos de demencia en todas sus formas. Esas personas se suman a los 50 millones que la entidad de salud registra actualmente en todo el mundo.
Si bien la enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común -según la OMS abarca entre el 60 y el 70% de los casos totales-, también existen otras dentro de este grupo, que avanzan en forma progresiva y producen efectos similares en quienes las padecen.Existen factores que predisponen a cada persona a desarrollar este tipo de patologías, lo cual implica que hay quienes están más expuestos a ellas y quienes lo están en menor medida. Sin embargo, es importante destacar que también se puede prevenir -en algunos casos demorar- el comienzo de las demencias.Ningún alimento se ha demostrado efectivo para prevenir directamente la enfermedad de Alzheimer ni otros deterioros cognitivos, pero los hábitos alimenticios parecen ser uno de los principales factores en la reducción de su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer o la demencia.
1. Salmón salvaje, atún, sardinas
La American Heart Association, una de las entidades más reconocidas en el campo de la salud cardíaca, recomienda comer pescado al menos dos veces por semana, ya que contiene omega-3, un ácido graso que ayuda al cuerpo a funcionar correctamente y puede desacelerar el deterioro cognitivo en un 10 por ciento.
2. Espinaca, repollo, espárragos
Las verduras de hojas verdes y tallos carnosos, como los espárragos por ejemplo, son muy ricas en ácido fólico – también conocido como vitamina B9 – al igual que muchos otros nutrientes. El ácido fólico mejora la función cognitiva y altos niveles de que disminuye el riesgo de enfermedad de Alzheimer, de acuerdo a las conclusiones de diversas investigaciones.
3. Huevos
¿Huevos sí o huevos no? ¿Con o sin yema? Los huevos son un alimentos que siempre está en la mira de los especialistas y sobre el que la comunidad científica cambia de opinión muy seguido. Sin embargo, lo que se conoce de manera concluyente sobre este alimento es que constituye una buena fuente de colina, una vitamina B que ayuda a mejorar la memoria, entre otros efectos centrales. Excepto en casos de pacientes que tengan restringido el consumo de huevos por patologías propias -como hipercolesterolemia, por ejemplo-, comer huevos con moderación ayuda mantener el cerebro en buen estado de salud.
4. Aceite de oliva, palta, nueces y semillas
Estos alimentos, que son comunes en la dieta mediterránea, tiene un impacto positivo en el corazón y a su vez en el cerebro, dado que incrementan los niveles de colesterol "bueno" cuando se consumen con moderación. Además, un componente del aceite de oliva llamado oleocanthal ayudaría a deshacer una proteína tóxica en unión de los nervios del cerebro.
5. Frutillas, frambuesas, arándanos
Frambuesas, frutillas, arándanos, entre otras frutas de esta familia, contienen poderosos antioxidantes y flavonoides antiinflamatorios. Un estudio que analizó a 16.000 mujeres llegó a la conclusión de que el aumento de la cantidad de este tipo de frutas en la dieta podría detener el deterioro cognitivo por hasta 2,5 años.
6. La cúrcuma
Los científicos aún no saben si la curcumina, un químico que se encuentra en la cúrcuma y el curry en polvo, puede tener algún efecto preventivo sobre la enfermedad de Alzheimer. Pero los estudios han demostrado su eficacia en la disminución de la inflamación en el cerebro y la inhibición de compuestos dañinos en las células nerviosas, que contribuyen a la enfermedad.
Todavía hay investigaciones en curso acerca de la relación que podría existir entre estos dos elementos -la cúrcuma y el Alzheimer u otras demencias-. A su vez, hay especialistas que indican que la baja prevalencia de esta enfermedad en la India de la podría ser en parte un resultado de alto consumo de cúrcuma.
7. Las almejas, ostras, mejillones
Una deficiencia de vitamina B12 puede causar síntomas tales como pérdida de memoria. Así, los adultos con bajos niveles de vitamina B12 en su organismo y en su alimentación podrían tener hasta cuatro veces más riesgo de Alzheimer, de acuerdo con el Proyecto Oxford para investigar la Memoria y el Envejecimiento.
8. Frutas y jugos vegetales
Una dieta rica en frutas y verduras es saludable y es recomendable para cualquier persona, más allá de la prevención del mal de Alzheimer. Sin embargo, en relación a este aspecto puntualmente, es posible decir que el consumo de frutas y verduras puede ser beneficioso para la salud del cerebro, debido a que contienen una alta concentración de polifenoles y flavonoides, ambos con efecto antiinflamatorio sobre el cerebro y otras partes del cuerpo.
9. Uvas, arándanos, moras, nueces
La piel de algunos productos, sobretodo de aquellos que son violáceos, le proporcionan al cuerpo un grupo específico de antioxidantes. Su concentración es alta, por lo que se recomienda su consumo, pero en algunos casos el gusto puede ser amargo y no del todo agradable.
Además, hay estudios que indican que beber una copa de vino ayuda a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las bebidas alcohólicas pueden ser perjudiciales para la salud y que, además, contienen una gran cantidad de calorías.
El resveratrol en el vino disminuye la peligrosa placa se acumula en el cerebro pero el alcohol que lleva podría provocar otros problemas en esa u otra enfermedad. Es por eso que se suele aconsejar consumir las frutas y no tomar los productos alcohólicos de ellas derivados.
10. Evitar las grasas trans
Este componente es uno de los que es necesario evitar para ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer, al igual que otras patologías como la obesidad, el exceso de colesterol, la patología cardíaca o arterial. Hidrogenados y parcialmente hidrogenados aceites, son las grasas trans en los alimentos fritos, comida rápida, la margarina, aderezos para ensaladas y productos envasados.