Un kilo ya no es un kilo: cambió la definición oficial de esta medida
El kilo que la mayoría de las personas utiliza en su día a día ya no es lo que era hasta ahora. Desde el lunes 20 de mayo entraron en vigencia en todo el mundo las nuevas definiciones oficiales del kilogramo, así como del kelvin, el ampere y el mol.
El cambio principal es que, a partir de ese momento, todas las unidades del Sistema Internacional estarán definidas en base a diversas constantes de la naturaleza. Esto implica que se dejarán de establecer comparándolas con un objeto físico 'patrón', u obteniéndolas por medio de experimentos teóricos irrealizables, tal como sucedía hasta ahora con algunas de ellas.
Según explicó el ingeniero Héctor Laiz, gerente de Metrología y Calidad en el Instituto Nacional de Metrología Industria, al diario Perfil, "desde 1889 hasta ahora el kilogramo (la unidad de masa) estaba definido por un cilindro de una aleación de platino-iridio guardado en el Bureau Internacional de Pesas y Medidas (BIPM), en Francia. Ahora, tras un proceso que tomó dos décadas de discusión entre expertos, tendremos una nueva definición del kilogramo que basará en la asignación de un valor numérico fijo a la constante de Planck".
Aunque parecen cuestiones meramente teóricas, se trata de cambios que tienen aplicación e importancia en la realidad. En este sentido, el especialista señaló que "el nuevo sistema nos permitirá llevar a cabo controles de las unidades patrón por medio de experimentos que vinculen, por ejemplo, la medición de la masa con constantes físicas, valores que permanecen iguales en todo momento y lugar". En el caso del kilogramo todos los países debían basar sus mediciones en el único artefacto "patrón" guardado en Francia, algo que generaba problemas logísticos pero también de confiabilidad de las mediciones. El principal problema de esta comparación era que no era posible determinar su estabilidad ya que interactuaba con el medio ambiente. De hecho, según explican los expertos, es posible que haya ganado –o perdido– algunos átomos de su superficie y se calcula que la pesa francesa original puede haber variado unos 50 microgramos durante su ya largo siglo de uso.
Con el nuevo sistema esto no pasará, dado que las unidades "patrón" se vinculan a constantes. De este modo, será posible controlar las unidades patrón por medio de experimentos que vinculen, por ejemplo, la medición de la masa con constantes físicas, valores que permanecen iguales en todo momento y lugar.
Si bien es una medida que se utiliza para medir el peso de las personas -una de las variables para conocer el estado de salud-, es importante tener en cuenta que no tendrá ningún tipo de influencia en ese área. La repercusión de la medida estará enfocada en el campo científico y en el de los fabricantes de instrumentos de alta precisión.