La hija de Angelina Jolie y Brad Pitt habría comenzado un proceso de cambio de sexo

Shiloh, la hija de Angelina Jolie y Brad Pitt, fue noticia desde el primer momento en que vino al mundo. Además de ser la primogénita del mediático matrimonio de actores, desde pequeña comenzó a sentir que su identidad era diferente a la que se le había otorgado según su sexo. A pesar de haber nacido como niña, a medida que fue creciendo empezó a sentirse como un varón. Así, cuando tenía 3 años comenzó a pedirle a sus padres que quería vestirse como varón. "Le gusta vestirse como niño. Ella quiere ser niño. Entonces le tuvimos que cortar el cabello. Le gusta usar todo de niño. Ella piensa que es uno más de sus hermanos", había asegurado su mamá en una entrevista, en referencia a la decisión de la niña.

Ahora, con 12 años, la pequeña empezó un tratamiento con hormonas para cambiar su aspecto físico y, de ese modo, lograr la aparición de rasgos masculinos. Fue así que, en los últimos días, se filtró la noticia de que la pequeña del ex matrimonio Pitt-Jolie inició este tipo de terapia en el Centro de Cirugía Younique de Santa Mónica, California.¿De qué se trata este método y cómo es el proceso de cambio?

La terapia hormonal masculinizante se utiliza para inducir los cambios físicos en el cuerpo que provocan las hormonas masculinas durante la pubertad -características sexuales secundarias- a fin de promover la concordancia entre la identidad de género y el cuerpo. Es importante tener en cuenta que si la terapia hormonal masculinizante se comienza antes de los primeros cambios en la pubertad femenina, se pueden evitar las características sexuales secundarias femeninas, como el desarrollo de las mamas.

Durante la terapia hormonal masculinizante, la persona recibe la hormona masculina testosterona, que inhibe los ciclos menstruales y disminuye la producción de estrógeno de los ovarios. Este tipo de tratamiento se puede realizar sola o en combinación con la cirugía de masculinización, de acuerdo a las necesidades e intereses de la paciente. Antes de exponerse a esta terapia es importante, para las personas interesadas, conocer los riesgos y potenciales consecuencias que la toma de hormonas puede tener en el cuerpo. Para eso el médico tratante debe advertir a la persona acerca de los cambios en el organismo, en el aspecto físico y responder a cualquier inquietud que pueda tener para hacer que se sienta segura en su decisión.

La aparición de acné, el aumento de peso, la calvicie de patrón masculino y la apnea del sueño son algunos de los efectos adversos que el tratamiento puede desencadenar. Además, es común que aparezca una producción excesiva de glóbulos rojos -policitemia vera-, análisis de función hepática elevada y una cantidad anormal de lípidos en la sangre -dislipidemia-. Por último, es importante tener en cuenta que puede haber un empeoramiento de un trastorno psicótico o maníaco preexistente y un mayor riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y algunas enfermedades cardiovasculares.