El peso de los niños puede influir sobre el desarrollo del coeficiente intelectual
La obesidad es uno de los principales problemas presentes actualmente en el campo de la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las últimas cuatro décadas se ha triplicado la cantidad de personas que padecen esta enfermedad en el mundo.
Más allá de que la obesidad constituye un problema en cualquier momento de la vida, la realidad es que cuando se presenta en la población infantil puede resultar todavía más grave. En este sentido, es importante tener en cuenta que actualmente hay alrededor de 41 millones de niños menores de cinco años que tienen sobrepeso u obesidad.
Recientemente, se publicó un estudio que indica que la obesidad infantil podría afectar un aspecto del desarrollo de los niños desconocido hasta el momento. Según la investigación publicada en la revista científica Obesity, los niños que padecen esta patología durante sus primeros años de vida podrían tener un coeficiente intelectual menor que aquellos que crecieron sin ella.
Las conclusiones del estudio indican que el exceso de peso a lo largo de los primeros años de vida podría estar inversamente relacionado al número obtenido en la escala de coeficiente intelectual, de razonamiento y del funcionamiento de la memoria en general, aunque este último aspecto apareció solo en el sexo masculino. Por otro lado, la obesidad en los primeros años podría afectar la capacidad de reacción del niño, una consecuencia que se manifestaría sobre todo en edad escolar.
Los investigadores tomaron una muestra de 233 niños de la ciudad de Cincinnati, en Estados Unidos. Del total, 167 niños eran delgados y 48 no se consideraban delgados, lo cual implicaba tener sobrepeso u obesidad. Así, los investigadores compararon el peso con el coeficiente intelectual de cada niño a los 5 y 8 años de edad, tomando en cuenta otros factores que pudieran influir sobre ese valor. Algunos de los factores que se consideraron al momento de evaluar los resultados fueron la edad, educación, peso y nivel educativo de la madre, así como el sexo, raza, peso al nacer y edad del niño, junto con el interés en jugar videojuegos.
Según los autores, hay varias formas posibles de que el exceso de peso pudiera afectar a la memoria y las capacidades cognitivas. Una de ellas podría ser que el exceso de peso activara las vías inflamatorias en todo el cuerpo y el cerebro. Se ha demostrado que esa inflamación generalizada afecta al aprendizaje espacial y a la memoria en roedores. Sin embargo, también existe otra posibilidad, que indicaría que el exceso de peso podría alterar las hormonas que regulan el apetito y que estén activas en áreas del cerebro que son relevantes para el coeficiente intelectual.
Más allá de que los resultados han sido contundentes, los autores del estudio indican que se necesitan futuras investigaciones para confirmar los hallazgos realizados. Además, es importante que estudios con mayor profundidad puedan probar si el exceso de peso en la temprana edad puede afectar el desempeño en la escuela, la capacidad de atención, la potencial aparición de desórdenes de hiperactividad, de incapacidades de aprendizaje, incluso al nivel de necesitar educación diferenciada.
Si bien los hallazgos del estudio permiten concluir que la obesidad podría afectar el coeficiente intelectual de los más chicos, es importante considerar que es una enfermedad que tiene un severo impacto en la salud general del niño. Por eso, es necesario continuar con las investigaciones para obtener resultados determinantes.