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Entre los 15 y los 29 años el suicidio es la segunda causa de muerte, ¿por qué sucede y cómo prevenirlo?

La OMS estima que alrededor de 800.000 personas fallecen cada año como consecuencia de la ingesta de plaguicidas, el ahorcamiento y el uso de armas
20/10/2018 - 10:53hs
Entre los 15 y los 29 años el suicidio es la segunda causa de muerte, ¿por qué sucede y cómo prevenirlo?

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió un informe acerca de la situación en el mundo respecto del suicidio. De acuerdo a la información divulgada por la institución supranacional, alrededor de 800.000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Cada suicidio implica una situación dolorosa que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida.

Es importante aclarar que por cada suicidio hay muchas más tentativas de suicidio cada año, por lo que en realidad el riesgo es mayor que el número final de defunciones que se producen por esta causa. Entre la población en general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante.El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años. Así, es posible afirmar que afecta mayoritariamente a personas jóvenes y no tanto a quienes se encuentran fuera de ese rango de edades.

El suicidio no solo se produce en los países de altos ingresos, sino que es un fenómeno global que afecta a todas las regiones del mundo. De hecho, en 2016, más del 79% de los suicidios en todo el mundo tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medianos.

La OMS advierte que el suicidio constituye un grave problema de salud pública, a pesar de que resulta prevenible mediante intervenciones oportunas, basadas en datos fidedignos y que suelen tener bajos costos. Para que las respuestas nacionales sean eficaces se requiere una estrategia de prevención del suicidio multisectorial e integral.

¿Quién está en peligro?

Si bien el vínculo entre el suicidio y los trastornos mentales -en particular los trastornos relacionados con la depresión y el consumo de alcohol- la OMS indica que en los países de altos ingresos muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida. Los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicas, se encuentran entre los principales factores que pueden desencadenar una respuesta de estas características.

Además, las experiencias relacionadas con conflictos, desastres, violencia, abusos, pérdidas y sensación de aislamiento están estrechamente ligadas a conductas suicidas. Las tasas de suicidio también son elevadas entre los grupos vulnerables objeto de discriminación, por ejemplo, los refugiados y migrantes; las comunidades indígenas; las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales; y los reclusos.

Con respecto a los métodos, se estima que alrededor de un 20% de todos los suicidios se cometen por autointoxicación con plaguicidas, y la mayoría de ellos tiene lugar en zonas rurales agrícolas de países de ingresos bajos y medianos. Sin embargo, también se utilizan otros métodos de suicidio como el ahorcamiento y las armas de fuego.

Es importante tener en cuenta que los suicidios son prevenibles y que se deben considerar como un problema que afecta la salud de las poblaciones. Existen algunas medidas que se pueden adoptar entre la población, los grupos de personas y los individuos para prevenir el suicidio y los intentos de cometerlo. La restricción del acceso a los medios de suicidio, la información responsable por parte de los medios de comunicación, la introducción de políticas orientadas a reducir el consumo nocivo de alcohol y la identificación temprana de personas con problemas de salud, son algunas de las principales medidas que se pueden tomar desde los sistemas de salud. A su vez, la capacitación del personal sanitario no especializado en la evaluación y gestión de conductas suicidas y el seguimiento de la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse, también son elementos clave en la prevención del suicidio.

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