La enfermedad de las manchas en la piel: ¿qué es y qué síntomas presenta el vitiligo?
El vitiligo es una enfermedad que causa la pérdida de color en zonas de la piel, por lo que las personas que la padecen tienen partes de la piel de su color y partes que se ven completamente blancas. En general, se presenta en la piel -de cualquier lugar del cuerpo-, pero es común que también afecte el pelo y el interior de la boca.
De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un trastorno que afecta a aproximadamente el 1% de la población mundial. Puede aparecer en personas de todo tipo de piel, es decir, su prevalencia no es mayor en una población específica.
La evolución del vitiligo es difícil de determinar y de conocer cuando aparecen las primeras manchas, dado que se desconocen con precisión los factores que intervienen en su desarrollo. Sin embargo, existe un tratamiento que puede contribuir a restablecer el color de la piel afectada, que se indicará a cada paciente de acuerdo a sus características particulares.
Es importante aclarar que el tratamiento mencionado no previene que la patología afecte a otra parte del cuerpo.
El signo principal del vitiligo es la pigmentación irregular de la piel, es decir, que el paciente tiene zonas con su color de piel y otras que están completamente blancas por la falta de melanina. En general, los cambios de color se observan primero en zonas expuestas al sol, como las manos, los pies, los brazos, el rostro y los labios.
Sin embargo, no es el único indicio que señala la presencia del vitiligo, dado que se trata de un trastorno que desencadena otros síntomas. La coloración blanca o gris prematura del cabello, tanto en el cuero cabelludo, las pestañas, las cejas o la barba, es una de las principales manifestaciones de esta patología. Al igual que sucede con la piel, la pérdida de color en los tejidos que recubren el interior de la boca y la nariz -membrana mucosa- también es un signo común. Por último, los pacientes también suelen presentar pérdida o cambio de color en la capa interior del globo ocular -retina-.
El vitiligo es una patología que puede comenzar a cualquier edad, no necesariamente se manifiesta desde el nacimiento, como otros trastornos en la pigmentación de la piel. No obstante, se presenta con mayor frecuencia antes de los 20 años.
Existen tres tipos de vitiligo, que se diferencian de acuerdo al lugar afectado y a la superficie que presenta manchas.
Si la despigmentación afecta a muchas partes del cuerpo a la vez, se conoce como “vitiligo generalizado”, que es el que se presenta con mayor frecuencia. A su vez, en este tipo de trastorno, las manchas sin color suelen presentarse en forma simétrica.
En cambio, si aparecen en un solo lado o parte del cuerpo se llama “vitiligo segmentario”. Esta forma del trastorno tiende a presentarse a una edad más temprana, progresa durante un tiempo relativamente corto -un año o dos- y luego se detiene.
Por último, si las manchas se ven en solo una parte del cuerpo, se conoce como “vitiligo localizado”.
La evolución de la enfermedad difiere de acuerdo a cada caso particular. En algunos casos, las manchas dejan de formarse sin tratamiento, aunque es menor la cantidad de personas en las que sucede de este modo. En la mayoría de los casos, la pérdida de pigmentación se extiende y con el tiempo afecta a la mayor parte del cuerpo. ¿Qué puede causar el vitiligo?
Es un trastorno que se presenta como consecuencia de que las células productoras de pigmento -melanocitos- mueren o suspenden la producción de melanina -el pigmento que le proporciona color a la piel el cabello y los ojos-. Las manchas de la piel afectada se vuelven más claras o blancas.
Hasta el momento, se desconoce el motivo por el que las células mueren o suspenden la producción de melanina. Sin embargo, se estima que se podría relacionar con un trastorno del sistema inmunitario que ataca y destruye los melanocitos de la piel.
Asimismo, otra de las causas podría ser un evento puntual que actúe como desencadenante. Una quemadura solar, un episodio de estrés o la exposición a productos químicos industriales podrían ser algunos de los factores que se manifiesten de este modo. Es importante destacar que se trata de un trastorno hereditario, aunque no todos los hijos de padres que tienen vitiligo sufren la enfermedad.
Las personas que sufren esta patología tienen aumentado el riesgo de desarrollar algunas complicaciones como consecuencia del trastorno central. Las quemaduras por exposición al sol son uno de los factores de los que deben cuidarse quienes padecen vitiligo. Asimismo, tienen mayor riesgo de sufrir cáncer de piel, por lo que deben tomar mayores precauciones para el cuidado de toda su piel, no solo de las zonas despigmentadas. Por último, dado que el vitiligo también afecta los ojos, es común que se presenten inflamaciones en el iris -iritis-, por lo que pueden manifestar dolor, sensibilidad a la luz, disminución de la visión, enrojecimiento de los ojos y cefaleas por la dificultad de la visión.