ENFERMEDADES FEMENINAS

Las infecciones urinarias afectan al 50% de las mujeres, ¿qué las causa y cómo se pueden prevenir?

Es una patología que también se puede presentar en hombres, pero aparece con mayor frecuencia en el sexo femenino en los distintos grupos etario
SALUD - 29 de Agosto, 2018

Es muy común que, por diversos motivos, aparezcan molestias al orinar, tanto en mujeres como en hombres. En muchos casos, suelen estar acompañadas por dolor en la zona baja de la espalda o del abdomen, síntomas que tardan varios días en cesar. Si bien este tipo de afecciones pueden manifestarse por diversas causas, en la mayoría de los casos se deben a infecciones urinarias, una patología frecuente en la población adulta.

Una infección de las vías urinarias es un trastorno que puede afectar a todas las partes del sistema urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Sin embargo, en la mayoría de los casos, aparecen en las vías urinarias inferiores -la vejiga y la uretra-.

Si bien es un trastorno que puede aparecer en ambos géneros, las mujeres son más propensas a contraer una infección urinaria que los hombres, según la Sociedad Española de Nefrología, el 50% de ellas se expone a este tipo de afecciones al menos una vez en la vida.

La causa de este tipo de trastornos es la misma que en cualquier otra infección en el cuerpo, es decir que ocurren cuando alguna bacteria ingresa en las vías urinarias.

Aunque el aparato urinario está preparado para impedir el ingreso de cualquier microorganismo, las defensas pueden bajar por diversos motivos y permitir que se desarrolle Cuando esto ocurre, las bacterias pueden proliferar hasta convertirse en una infección totalmente desarrollada en las vías urinarias.

Las infecciones urinarias más frecuentes se presentan particularmente en las mujeres y afectan la vejiga y la uretra. A su vez, hay diversos tipos de infecciones, que varían en su denominación y causas según la zona afectada.

Infección de la vejiga -cistitis-: por lo general, una bacteria conocida como Escherichia coli es la responsable de la mayoría de este tipo de infecciones. Se trata de un microorganismo que se encuentra en el tracto gastrointestinal y que, por diversos motivos, invade las vías urinarias. Es importante aclarar que las relaciones sexuales también pueden ocasionar cistitis, pero no hace falta ser sexualmente activo para padecerla. Todas las mujeres se encuentran en riesgo -más elevado que los hombres- de padecer cistitis debido a su anatomía, especialmente por la corta distancia desde la uretra hasta el ano.

Infección de la uretra -uretritis-: puede ocurrir cuando las bacterias en el tubo gastrointestinal se propagan desde el ano hacia la uretra. Asimismo, debido a que la uretra femenina está cerca de la vagina, las infecciones de transmisión sexual —tales como herpes, gonorrea, clamidiosis y micoplasma— pueden causar uretritis.Los síntomas de las infecciones urinarias suelen ser altamente molestos, sobre todo en los primeros días y cuando todavía no se ha tratado la afección. La mayoría de los pacientes manifiesta una necesidad imperiosa y constante de orinar, que en general se acompaña con sensación de ardor cuando lo hacen. A su vez, la orina suele tener un aspecto turbio a veces con cambio de su color hacia el rojo o marrón.

Las mujeres, por su parte, pueden sentir dolor pélvico, especialmente en el centro de la pelvis.

Es importante aclarar que cuando la infección se extiende hacia los riñones es frecuente que el paciente sienta dolor en la zona lumbar, en la parte baja de la espalda.

¿Cómo se pueden prevenir?

Si bien hay personas -sobre todo, mujeres- que tienen mayor predisposición a desarrollar este tipo de infecciones, hay ciertas medidas que se pueden tomar para prevenir su aparición. Tomar mucho líquido, especialmente agua, se encuentra entre las principales formas de prevención. Esto es así porque el agua ayuda a diluir la orina y garantiza que la persona orine con mayor frecuencia y elimine, así, mayor cantidad de bacterias.

Después de tener relaciones sexuales es importante vaciar la vejiga, ya que permite expulsar bacterias que hayan entrado en contacto con la zona durante el coito.

A su vez, evitar productos femeninos potencialmente irritantes es fundamental. El uso de desodorantes en aerosol u otros elementos similares -como las duchas y los talcos- en la zona genital puede irritar la uretra.

Por último, hay productos relacionados a la anticoncepción y a la protección sexual que pueden ser irritantes. Los preservativos sin lubricante o con espermicida, por ejemplo, suelen provocar más irritación que otros y, a su vez, contribuir al crecimiento de algunas bacterias.

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