Método del plato: un elemento central en la alimentación de los pacientes diabéticos
La diabetes es una enfermedad crónica que se desencadena cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizar con eficacia la cantidad que produce. La insulina es una hormona fabricada por el páncreas –un órgano glandular situado en el abdomen- que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, donde se convierte en energía para que los músculos y tejidos se mantengan en funcionamiento. El problema de que el organismo no produzca suficiente insulina -o de que no la utilice eficientemente- es que la glucosa queda circulando en la sangre. Este efecto se denomina hiperglucemia y, con el paso del tiempo, puede dañar los tejidos del cuerpo e incluso causar la muerte del paciente.Según indican las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es responsable de alrededor de dos millones de muertes anuales. Por eso, al igual que sucede con otras patologías, la prevención y el cuidado de la salud -tanto para aquellos que la padecen como para las personas que no- resultan esenciales para alcanzar una buena calidad de vida.
Uno de los pilares centrales para poder hacerlo es la alimentación. Si bien la dieta debe ser más cuidada y los alimentos se deben seleccionar con mayor detenimiento, la realidad es que si la persona come adecuadamente podrá llevar un nivel de vida mucho más alto. No obstante, es importante aclarar que muchos pacientes requieren un tratamiento específico para la enfermedad, ya que la mayoría de los casos son imposibles de controlar únicamente a través de la alimentación. “Para mejorar la forma de comer de las personas con diabetes existe una forma que se conoce como método del plato”, explica la Lic. en Nutrición Laura Casparián, especialista del staff de Medicus. Se trata de una guía sencilla que ayuda a las personas a controlar el tamaño de las porciones, alienta al consumo de productos saludables y contribuye a la elección de alimentos sabrosos que aportan energía al cuerpo. Además, “es un método muy práctico y visual, que también se puede utilizar cuando se come afuera o en un lugar que no es la propia casa”, agrega la especialista en nutrición, Lic. Constanza Machain Barzi.Es necesario señalar que esta forma de controlar los alimentos también es muy útil para medir el tamaño de las porciones de los productos que son ricos en almidón y carbohidratos, que tienen el mayor impacto en el nivel de glucosa en sangre. Desde el “método del plato” es posible empezar a consumir alimentos más ricos en fibra que en almidón, y así ayudar al organismo en el control de la diabetes. En primer lugar, se debe destacar cuál es la proporción y cantidades de comida que debe consumir un paciente con diabetes. “El plato se debe dividir en tres partes; un cuarto debe contener proteínas sin grasa, el segundo cuarto debe estar lleno de granos y vegetales con almidón, mientras que la mitad restante se debe completar con vegetales sin almidón”, indica la Lic. Casparian, especialista de Medicus.
Idealmente, una persona que padece este tipo de enfermedad debe consumir pescado dos veces a la semana, cerdo -solomillo o carre- una vez por semana y huevo, hasta tres unidades. Asimismo, es importante que coman pollo sin piel y carnes rojas -colita, nalga, pecceto, cuadril, bola de lomo, picada especial-.