Cómo reaccionar frente a un golpe de calor
Es un problema muy frecuente en el verano, por eso es importante saber qué hacer para contrarrestar sus efectos
03/02/2018 - 09:00hs
Desde hace algún tiempo ya comenzaron los días de calor típicos del verano. Las temperaturas que superan los treinta grados combinadas con la humedad ambiente hacen que muchas veces estar al aire libre sea difícil de sobrellevar. Por eso, los golpes de calor son muy comunes, sobre todo en personas que permanecen al exterior durante mucho tiempo y en algunos grupos de riesgo, como los ancianos y los niños.
Si bien muchas personas saben que pueden sufrir un golpe de calor, no todas toman los recaudos necesarios para evitarlo. Al mismo tiempo, en algunos casos se desconoce cómo actuar frente a un golpe de calor o ante una persona que está cursando un cuadro de estas características.
Ante situaciones de calor extremo, el organismo no siempre es capaz de controlar la temperatura corporal y se produce un aumento de la misma, conocido como hipertermia. La mayoría son situaciones leves, pero la hipertermia grave puede ser peligrosa. Ante un golpe de calor la persona puede sentir cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas e hipotensión -presión baja-. La pérdida del conocimiento es menos común pero también puede ser un síntoma de un golpe de calor.
Si la persona sospecha que está sufriendo un cuadro así o alguien a su alrededor manifiesta estos síntomas, es importante llamar rápidamente a una ambulancia o concurrir a un médico. No obstante, hay algunas medidas que se pueden tomar mientras se aguarda la atención médica, que pueden mejorar el estado general de la persona.
Los especialistas recomiendan acostarse o acostar al paciente con los pies elevados, cerca de un lugar fresco y ventilado. Aflojar la ropa es otra de las claves para sobrellevar un golpe de calor, ya que las prendas ajustadas retienen el calor y no permiten que el cuerpo se refresque.
La hidratación es muy importante para que la persona mejore, aunque es necesario tener en cuenta que se recomienda tomar tragos pequeños y de forma lenta. Las bebidas azucaradas se desaconsejan, dado que pueden aumentar la deshidratación, al igual que el alcohol.
Por último, ponerle paños fríos o sábanas mojadas también puede contribuir a bajar la temperatura del cuerpo y ayudar a la mejorar después del golpe de calor.
¿Se puede evitar el golpe de calor?
La respuesta es sí, aunque no es una fórmula lineal y directa. Es importante considerar que existen algunas medidas recomendadas para evitar llegar a tener un golpe de calor. Nuevamente, la hidratación es un aspecto clave. Beber, por lo menos, dos litros de agua cada día, aunque no se sienta sed. Todas las bebidas que faciliten la deshidratación, como el alcohol o aquellas con gran contenido de azúcar, deben ser evitadas. Se recomienda, entonces, hidratarse con agua o jugos.
Evitar las horas de calor más intenso para hacer actividad física, caminar por la calle o exponerse al sol. Además de los riesgos que implica para la piel, hacerlo podría predisponer a la persona a sufrir un golpe de calor.
Llevar la cabeza cubierta es otra de las claves para evitar este problema. La exposición directa al sol con las altas temperaturas puede ser perjudicial para el organismo y elevar la temperatura en forma excesiva.
La comida, aunque no parezca, es otro factor que se debe considerar. Comer ligero para evitar las digestiones pesadas es recomendable en estas épocas, al igual que consumir alimentos con mayor cantidad de agua, como frutas y verduras, por ejemplo.
Si bien muchas personas saben que pueden sufrir un golpe de calor, no todas toman los recaudos necesarios para evitarlo. Al mismo tiempo, en algunos casos se desconoce cómo actuar frente a un golpe de calor o ante una persona que está cursando un cuadro de estas características.
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Ante situaciones de calor extremo, el organismo no siempre es capaz de controlar la temperatura corporal y se produce un aumento de la misma, conocido como hipertermia. La mayoría son situaciones leves, pero la hipertermia grave puede ser peligrosa. Ante un golpe de calor la persona puede sentir cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza, náuseas e hipotensión -presión baja-. La pérdida del conocimiento es menos común pero también puede ser un síntoma de un golpe de calor.
Si la persona sospecha que está sufriendo un cuadro así o alguien a su alrededor manifiesta estos síntomas, es importante llamar rápidamente a una ambulancia o concurrir a un médico. No obstante, hay algunas medidas que se pueden tomar mientras se aguarda la atención médica, que pueden mejorar el estado general de la persona.
Los especialistas recomiendan acostarse o acostar al paciente con los pies elevados, cerca de un lugar fresco y ventilado. Aflojar la ropa es otra de las claves para sobrellevar un golpe de calor, ya que las prendas ajustadas retienen el calor y no permiten que el cuerpo se refresque.
La hidratación es muy importante para que la persona mejore, aunque es necesario tener en cuenta que se recomienda tomar tragos pequeños y de forma lenta. Las bebidas azucaradas se desaconsejan, dado que pueden aumentar la deshidratación, al igual que el alcohol.
Por último, ponerle paños fríos o sábanas mojadas también puede contribuir a bajar la temperatura del cuerpo y ayudar a la mejorar después del golpe de calor.
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¿Se puede evitar el golpe de calor?
La respuesta es sí, aunque no es una fórmula lineal y directa. Es importante considerar que existen algunas medidas recomendadas para evitar llegar a tener un golpe de calor. Nuevamente, la hidratación es un aspecto clave. Beber, por lo menos, dos litros de agua cada día, aunque no se sienta sed. Todas las bebidas que faciliten la deshidratación, como el alcohol o aquellas con gran contenido de azúcar, deben ser evitadas. Se recomienda, entonces, hidratarse con agua o jugos.
Evitar las horas de calor más intenso para hacer actividad física, caminar por la calle o exponerse al sol. Además de los riesgos que implica para la piel, hacerlo podría predisponer a la persona a sufrir un golpe de calor.
Llevar la cabeza cubierta es otra de las claves para evitar este problema. La exposición directa al sol con las altas temperaturas puede ser perjudicial para el organismo y elevar la temperatura en forma excesiva.
La comida, aunque no parezca, es otro factor que se debe considerar. Comer ligero para evitar las digestiones pesadas es recomendable en estas épocas, al igual que consumir alimentos con mayor cantidad de agua, como frutas y verduras, por ejemplo.