Teniendo en cuenta que se posiciona como la segunda causa de muerte a nivel mundial, FENERI lanzó esta iniciativa informativa
SALUD - 13 de Noviembre, 2017
El accidente cerebrovascular (ACV) se posiciona a nivel mundial como la segunda causa de muerte, junto con la cardiopatía isquémica, de acuerdo a los datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El número de afectados por esta patología es de 17 millones, lo cual hace necesario que se trabaje en la prevención y también en la concientización. En Argentina, por otra parte, cada cuatro minutos una persona sufre un ataque cerebrovascular. Al mismo tiempo, la posibilidad de tratamiento se limita a las primeras horas, conocida como “período ventana”. El modo en que la persona actúa durante los primeros momentos es definitoria sobre la evolución, el grado de secuela y la mortalidad de la persona. Por eso, la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista (FENERI) presidida por el Dr. Pedro Lylyk presentó la campaña “SOCOORRÉ”. Esta iniciativa que se introdujo en el marco de la “Cumbre del ACV en Buenos Aires Educación del ACV en el siglo XXI” busca concientizar sobre las causas y factores que llevan al ACV, así como en el reconocimientos de los síntomas.https://www.youtube.com/watch?v=OgjXyMbB8zg&feature=youtu.beComo parte de su trabajo en este campo, FENERI presentó la campaña a través de un video en el que se enumeran una serie de consejos de actuación frente a un ACV o a una persona que lo está sufriendo.La introducción expone algunos datos acerca de las personas afectadas por esta patología a nivel mundial. En ese momento se presenta, entonces, la regla mnemotécnica que, de acuerdo a los especialistas, permite recordar las acciones principales que se deben tener en cuenta al momento de diagnosticar un ACV. Sonreir, Coordinar, Repetir. Tres palabras fundamentales que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte de alguien con un ACV.
- Es necesario chequear si la persona puede sonreir correctamente, de manera pareja.
- Comprobar, en segundo lugar, si puede coordinar movimientos, manteniendo ambos brazos arriba durante algunos segundos.
- Por último, hacer que la persona repita una frase, de modo tal que se pueda chequear si habla normal.