ANÁLISIS

Elecciones y crisis: las provincias se adelantan para encarar con ventaja la pulseada por el ajuste que viene

Los resultados electorales en las provincias seguirán durante este "súper mayo" y junio también tendrá una serie de votaciones decisivas
RESERVADO - 08 de Mayo, 2023

Las provincias, en su gran mayoría, separaron sus elecciones del calendario nacional. Precisamente, por ello resulta una paradoja querer leer en clave nacional los resultados de las elecciones provinciales. Así de simple y sencillo.

Por supuesto que las interpretaciones interesadas son inevitables. Pero constituyen artefactos partidarios y no análisis con prospectivas válidas.

En lo que refiere a la figura de Javier Milei pasa algo similar. Quienes eligen al líder libertario para las nacionales lo hacen exclusivamente para ese segmento. La performance de la Libertad Avanza en el calendario previo a las PASO no aporta demasiado para anticipar como le va a ir de bien o de mal "al Peluca" en agosto y octubre.

Para lo que sí sirve esta geografía electoral es para recordarnos que en nuestra Argentina el todo es menos que la suma de las partes, al menos en lo que a política se refiere. A nivel de distritos, los oficialismos suelen revalidar sus títulos. Hasta ahora, así ha sucedido con la única y discutible excepción del Movimiento Popular Neuquino, donde el ganador fue, precisamente, una fracción de esa fuerza hegemónica. Recordemos que en la sede de Vaca Muerta el gobernador electo fue vicegobernador del actual mandatario.

El súper mayo continúa el próximo domingo (La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego), seguido luego de un súper junio (Corrientes, Mendoza, San Luis, Córdoba y Formosa). Pero es muy probable que las sorpresas sean pocas y las continuidades muchas. 

"La performance de la Libertad Avanza en el calendario previo a las PASO no aporta demasiado para anticipar como le irá a Milei en agosto y octubre"

Las elecciones provinciales no permiten sacar conclusiones definitivas sobre las nacionales.

Nación y provincias: la pulseada que viene

Aun asumiendo que se pueda dar algún cambio, lo que resulta valioso destacar es que el próximo 10 de diciembre, cuando el presidente electo se calce la banda, lo hará ante la mirada escrutadora de una mayoría gobernantes provinciales muy establecidos en el manejo de sus distritos y atentos a las intenciones que el novel ocupante del sillón de Rivadavia tenga para con ellos.

En el marco de una economía que deberá resolver una montaña de dificultades, las transferencias discrecionales del Poder Ejecutivo a las provincias estarán entre ellas como parte central de la discusión fiscal. Todo parece indicar que el trueque de recursos a cambio de gobernabilidad será una táctica menos probable que en otras ocasiones. Las urgencias de la Nación (deuda, jubilaciones, asistencia a los pobres) se llevan la casi totalidad del presupuesto. La rigidez en la materia es grande y a la hora de sacrificar recursos es esperable que nadie quiera ser el primero en dar un paso al frente.

Declamar en contra del "unitarismo" en nuestro país es un clásico. Pero no necesariamente es un dato de la realidad. Muchos de los que se presentan como abanderados del federalismo han contribuido a aumentar sustancialmente la nómina se empleados públicos durante la última década de estanflación (municipios incluidos) en buena medida gracias a una estructura de recaudación y gastos que se lo permiten.

Buenos Aires, foco de las críticas

Pocas prácticas son tan redituables como responsabilizar a "Buenos Aires" de las dificultades mientras se ejerce pródigamente la capacidad de aumentar el peso de los salarios en las administraciones locales. Por supuesto es que hay excepciones en la materia, pero son precisamente eso, excepciones.

De lo contrario, el aumento de un millón de nuevos funcionarios en los últimos quince años no tendría explicación lógica alguna. Estamos entonces ante una cuestión de tipo estructural frente a la cual el poder de Balcarce 50, cualquiera sea el inquilino, es muy reducido. Parte de esa anemia se explica por la reforma constitucional de 1994 que establece en una cláusula transitoria (que se ha vuelto permanente) para modificar el régimen de coparticipación federal requiere de una "ley convenio", es decir de una norma que sea aprobada por el Congreso Nacional y por las veinticuatro legislaturas.

Candidatura de Milei: los resultados provinciales todavía no pueden tomarse como indicios de su performance en agosto.

La famosa disposición constitucional establece que en lo que hace al procedimiento parlamentario la Cámara de origen deberá ser el Senado de la Nación y deberá ser sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no pudiendo ser modificada unilateralmente ni reglamentada, debiendo ser convalidada por las provincias. Si esto no es tener "las manos atadas", se le parece bastante. Modificar la Constitución Nacional es más sencillo que cambiar el régimen de coparticipación de impuestos. Teniendo en cuenta la apremiante situación fiscal de nuestro país, esta auténtica variable independiente es una parte sustantiva del problema.

¿Alumbrarán las próximas elecciones presidenciales un liderazgo capaz de lidiar con astucia y habilidad para encarar la gestión de esta cuestión? De la respuesta a este interrogante dependen, en buena medida, las posibilidades futuras de encaminarnos a la estabilidad y el desarrollo económico en el futuro próximo.

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