Lula vs. Bolsonaro en Brasil: ¿anticipo de una contienda Cristina vs. Macri en Argentina?
El próximo 2 de octubre se realizará la primera vuelta electoral en Brasil. El duelo entre Lula y Bolsonaro viene picante y en las encuestas primerea desde el comienzo de la campaña el líder del PT, aunque el presidente viene poniendo en la cancha toda la carne al asador: rebajas de impuestos, platita en los bolsillos y declaraciones provocativas.
Todo esto le ha permitido achicar las diferencias, pero corriendo aún desde atrás. La última fotografía de los números con que cuentan ambos contendientes, aportada por FSB pesquisa, una destacada consultora de opinión, indica una diferencia de ocho y nueve puntos entre uno y otro (el punto de diferencia se da entre el escenario espontáneo que le asigna 42% a Lula y 34% a Bolsonaro y el escenario guiado que modifica los guarismos a 44% y 35%, respectivamente).
Si nos atenemos a esta información habría segunda vuelta -se realizaría el 30 de octubre- y allí Luiz Inácio da Silva obtendría una revancha política y personal (de 52% a 39%, siempre según la fuente citada). Claro que habrá que esperar los resultados porque, como afirmaba el filósofo argentino Tusam: "Puede fallar".
¿Qué dicen las encuestas sobre las elecciones en Brasil?
Algunos hablan de voto vergonzante a favor del actual mandatario para agregarle tensión a unos comicios de por sí, muy estresados. El bolsonarista frente oficialista, denominado "Por el bien de Brasil" tiene más seguidores entre los hombres que las mujeres, recoge el fuerte de sus adhesiones entre la franja etaria de 40 a 50 años, crece con los mayores niveles de educación y se consolida entre los evangelistas.
En lo que refiere al lulista "Frente de Esperanza" sus fortalezas se registran en el padrón femenino, los jóvenes entre 16 y 24 años, aquellos que tienen estudios primarios y los que se definen como sin religión (aunque los católicos también respaldan mayoritariamente al dos veces presidente brasileño).
Las diferencias políticas, como en todas las geografías y tiempos, se sostienen también en cuestiones sociales, culturales y sistemas de creencias. Las biografías personales juegan un rol importante, pero están muy lejos de explicar el conjunto de un proceso electoral. Siempre se votan personas que representan mucho más que atributos individuales.
La relevancia de las elecciones en Brasil se extiende también fuera de sus fronteras. Estamos analizando al país más importante de la región, por peso específico e influencias. Se trata, sin exagerar, de la "Alemania de América del Sur". Y para los argentinos de nuestro socio principal. Esto último excede el volumen de la balanza comercial bilateral. El gigante vecino es el líder natural del sub-continente. De como ejerza su rol estratégico -o de su abdicación temporaria a hacerlo- se desprenden resultados que impactan de manera relevante sobre nosotros.
Elecciones en Brasil: factor clave para la Argentina
Cuesta comprender que Jair Bolsonaro y Alberto Fernández no se hayan encontrado físicamente en estos años. Ese inusual hecho no puede ser subsanado por la destacada acción del embajador Daniel Scioli, una influencia positiva a la hora de relajar tensiones y alcanzar acuerdos imprescindibles que no puede sustituir la diplomacia presidencial.
Sin lugar a dudas lo que suceda en las urnas allá tendrá interpretaciones aquí. Podemos arriesgarnos a afirmar que en el Frente de Todos generaría una euforia el regreso de Lula al Palacio del Planalto. No habría fisuras pues todos los sectores que componen la administración, distanciados por múltiples internas, se encuentran unidos en esta cuestión.
El presidente argentino podría argumentar sin exagerar que desde sus tiempos de candidato tuvo gestos de apoyo para con el líder petista. Nadie estaría en condiciones de discutírselo. Y los kirchneristas señalarían con entusiasmo sincero el paralelismo entre el regreso del exsindicalista al poder -lawfare mediante- y la reciente historia personal vicepresidencial.
Por otra parte, sería esperable que, si se registrara un batacazo y Jair Bolsonaro terminara alcanzando la reelección, sean los simpatizantes de Juntos por el Cambio y los libertarios quienes alentaran felices profecías anticipatorias. Las lecturas de unos y otros serían legítimas, pero también parciales.
El triunfo de Lula, un triunfo para el oficialismo argentino
Un triunfo de Lula podría interpretarse alternativamente como el regreso moderado de un "león herbívoro" que escogió a un centrista de vice y a referentes del establishment económico como hombres de consulta. Y, adicionalmente, confirmaría la regla de oro de esta época de la política regional: los oficialismos pierden. Lo que observado con anteojos ideológicos alegra, visto como oficialismo, amarga.
Y a la oposición argentina le sería imposible obviar que en los últimos meses el mandatario "rock star" de la derecha ortodoxa no dudó en aumentar el gasto y rebajar electoralmente impuestos poniendo en marcha acciones de un cortoplacismo populista. Ajenos a semejanzas y diferencias, crecen muchos la fantasía de tener el 2023 una superfinal equivalente a la brasileña entre los dos principales animadores de la política vernácula: CFK y Mauricio Macri.
Para Cristina, después de la fallida experiencia de Alberto Fernández, sería riesgoso insistir en la vía del candidato vicario. Y en el caso del expresidente, todos sus movimientos se dan en "modo campaña". Desde la publicación en 2021 de su sugestivo libro "Primer tiempo" no para en el afán de consolidar su centralidad en el mapa opositor.
La promesa de una nueva publicación en octubre próximo, las múltiples recorridas por municipios en distintos lugares del país y la concesión de entrevistas para compartir su visión de la Argentina que viene manifiestan una vocación que excede la de espectador o simple consejero. ¿Habrá que prepararse para un duelo definitivo o quizás la sola amenaza de esa posibilidad alumbre nuevos espacios y candidaturas? Esa es la cuestión.