"Inmensa pena" y "Guerra contra la inflación": nuevos capítulos de la miniserie "Alberto y Cristina"
En los últimos años una franja amplia de la población ha potenciado su avidez por el consumo de series, tanto en la televisión abierta y por cable como en las plataformas que se han multiplicado para brindarnos ese servicio también desde celulares y tabletas. Reuniones de amigos, grupos de WhatsApp y redes sociales amplifican el fenómeno de las ficciones a límites impensables hasta hace poco tiempo.
No se trata de algo nuevo, pues el género tiene antepasados ilustres en las telenovelas, el radioteatro y la entrega de historias por folletines. Lo que se ha modificado sustancialmente es la cantidad de propuestas y la velocidad con la que nos sumergimos en ellas.
Maratonear ya no requiere zapatillas sino de un buen y cómodo sillón. El mundo real es invadido a tal punto por la ficción que ha incorporado sus estilos, lenguajes y narrativas. Si en la vieja película de Woody Allen "La rosa púrpura del Cairo" el protagonista se escapaba de la pantalla para huir con una fiel espectadora abrumada por la realidad, hoy son los protagonistas de la realidad quienes huyen hacia los códigos, la estética y el relato de las pantallas para convocar nuestro interés.
"El mundo real es invadido a tal punto por la ficción que ha incorporado sus estilos, lenguajes y narrativas"
La serie del Frente de Todos
La política, fiel a su vocación de intérprete de su tiempo, se plegó de lleno a esta nueva forma de representación. De acuerdo a la naturaleza de los muchos problemas que nos impone la coyuntura se adaptan los guiones a tonos sentimentales, policiales, épicos, bélicos o apocalípticos.
La relación entre el presidente y su vice es prueba de ello. Ambos interpretan sus personajes buscando sintonizar con sus audiencias. Ella lleva notoria ventaja en este oficio. La serie "Fernández y Fernández" se estrenó en la temporada 2019. El capítulo lanzamiento de ese año electoral tenía como título "Reconciliación". Fue el más emotivo. A diferencia de las zagas clásicas, donde todo empieza mal para terminar bien, el guión daba pistas de que iba a transitar el camino inverso.
La primera escena es el reencuentro "sinceramente" elaborado luego de años de dura distancia bajo la promesa solemne de "no pelearse más", acompañada de una jura eterna de lealtad para asegurar la felicidad de propios y extraños. El Frente de Todas, Todos y Todes, una remake con personajes en sepia y estética de "La La Land", batió récords de audiencia, superando ampliamente a "Cambiemos II", que nunca terminó de consolidarse a pesar de un reparto que se había presentado oportunamente como "el mejor de los últimos cincuenta años". Si bien Mauricio apostó a un final de epopeya y mística para evitar el Armagedón, la esperanza venció al miedo.
"El presidente y su vice interpretan sus personajes buscando sintonizar con sus audiencias. Ella lleva notoria ventaja en este oficio"
El capítulo II, "Pandemia", llegó cargado de auténtico drama, con héroes al estilo Emergencia en el sistema de salud y mucho de Black Mirror desde esferas oficiales.
El III fue una digresión para descontracturar: "Vicentin". Una decisión que evocaba "Los Argento" en su espíritu, implementación y abandono.
Ya el final de la temporada 2020 nos ofreció "Funcionarios que no funcionan", cuya trama involucraba aparentemente a personajes secundarios pero nos anticipaba en grajeas el conflicto central. Quedaba abierto el interrogante para la siguiente temporada: ¿escalarían pronto las disputas hasta los protagonistas?
2021 y 2022: capítulos explosivos
El 2021 trajo, con su carta post PASO, uno de los momentos de mayor tensión hasta entonces: "Reproches". La protagonista expresaba de modo público sus frustraciones privadas. A partir de allí, Cristina combinaría giros de la Claire Underwood de "House of Cards" y la Selina Meyer de "Veep", mientras Alberto devendría a una especie del Tom Kirkman de "Sobreviente designado".
Con promesas de cambio (de actitud y gabinete) se pudo superar la crisis dejando en los espectadores la seguridad de nuevos e intensos cruces para el 2022. A tono con las expectativas de una audiencia prevenida, el año arrancó fuerte. En "Inmensa pena" vimos todo: renuncias, silencios, cristales rotos y acusaciones mutuas. La Cámpora acudió a las habilidades del Sherlock interpretado por Benedict Cumberbatch para inspirarse en la redacción del documento que describe y denuncia cómo el profesor James Moriarty local -con la actuación estelar de Martín Guzmán- nos condujo a un nuevo programa con el odioso Fondo Monetario.
Una crónica policial digna del detective Wallander, se cursa en estos momentos para descubrir la verdad detrás de las piedras arrojadas al despacho de la titular del Senado. La trama oculta detrás de un aparente acto de mero vandalismo en el cual la izquierda es solo un decorado delata que nuestra vida partidaria está lejos de Borgen y cerca del Jack Bauer de 24.
A esta altura de los acontecimientos, dejamos de buscar la realidad en la ficción y nos complace más identificar cómo la ficción trabaja en la realidad (Piglia dixit). ¿Qué tendrán en mente, de aquí en más, los responsables del libreto? ¿Cómo llegará esta novela al 2023? ¿Regresarán remasterizados los capítulos de la serie exitosa del 2016-2017? Todas preguntas abiertas.
Mientras tanto, en otra productora independiente, avanza el rodaje de "La casta", que confía en conquistar nuevas audiencias. Cuenta con una profusa promoción sobre la base de sorteos y un actor disruptivo que evoca al Guasón de Joaquin Phoenix.
Para competir con posibilidades Alberto anunció un próximo capítulo a estrenar: "Guerra contra la inflación". El título deja atrás la conciliación de "Acuerdo de precios" y se introduce de lleno en el género bélico. Probablemente, en esa batalla se juegue la continuidad de las próximas temporadas. Habrá que ver. E ir acumulando pochoclo, antes de los aumentos.