Acuerdo trascendental con el FMI: por qué Cristina mira desde atrás y Alberto toma las riendas
Cristina Fernández ha perfeccionado un estilo que le permite consolidar la centralidad en la vida pública. Contrariamente a sus posiciones en materia monetaria, donde se manifiesta partidaria de emitir billetes sin tanta preocupación por las consecuencias en los precios, cuando se trata de la emisión de sus palabras se inclina por el cuidado de las cantidades para evitar la devaluación de su voz.
Así ha estilizado el arte de combinar declaraciones y silencios. Y carga a sus expresiones de una deliberada ambigüedad sabiendo que así multiplicará las interpretaciones de propios y extraños y quedará a resguardo del resultado final reservándose la posibilidad de sentenciar al final: "Yo ya lo había dicho".
Donde unos ven apoyos otros advierten críticas y muchas de sus expresiones son a la vez traducidas como giro pragmático o como resguardo doctrinario populista.
"Las decisiones se escriben y se firman con una lapicera que CFK se encargó de recordar "que la tuvo, la tiene y la tendrá el Presidente de la Nación"
De este modo, optimiza el rendimiento de un capital más escaso que el que supo tener en otros tiempos. Un verdadero tributo a la productividad. A esto suma un ingrediente adicional: simula tener un rol subalterno, casi ajeno al proceso de toma de decisiones, presentándose como una suerte de figura simbólica cuando en realidad es la creadora de una categoría nueva y original: el hipervicepresidencialismo, como lo definiera con precisión el politólogo Luis Tonelli.
Nunca antes de ella el Senado estuvo conducido políticamente por vice alguno. Ese rol siempre fue exclusivo del jefe de la bancada oficialista de turno.
Desde diciembre de 2019 sabemos que las cosas cambiaron tanto en el funcionamiento de la Cámara Alta en particular como en el sistema político en general. La carta del fin de semana respecto al acuerdo con el FMI requiere una lectura atenta al contexto.
Medidas que preparan el terreno
Desde que el oficialismo perdió las elecciones se fueron generando una serie de medidas de gestión que preparan el terreno para el esperado Memorándum de Entendimiento con el organismo internacional. Desde el lunes siguiente a la elección, el BCRA se dedicó a maximizar el cuidado de sus escasas reservas disminuyendo sus intervenciones en el mercado de dólares alternativos, reforzando cepos (cuotas a viajes y compras con tarjetas en el exterior) y disponiendo que lo bancos reduzcan a 0% su posición propia en moneda extranjera.
Asimismo, desde el Ministerio de Economía se anuncia que el 2022 viene debajo del brazo con segmentación de tarifas (una forma elegante de presentar la reducción de subsidios), que el déficit primario de este año estará por debajo de lo establecido en el presupuesto (alrededor del 3% contra el 4,5% proyectado) mientras que las autoridades del Ministerio de Trabajo adelantan que el próximo 31 de diciembre caduca la vigencia de la prohibición de despidos y se extingue la doble indemnización.
Estas y otras decisiones se escriben y se firman con una lapicera que CFK se encargó de recordar "que la tuvo, la tiene y la tendrá el Presidente de la Nación". Y remató terminante: "Que a nadie lo engañen sobre quién decide las políticas en la Argentina".
Al menos las que refieren a las decisiones mencionadas llevan la firma de Alberto Fernández. Desde el círculo del mandatario, se preocupan de divulgar una nueva etapa presidencial, más libre en sus movimientos y con mayor autonomía. No podemos dejar de señalar la funcionalidad del nuevo relanzamiento del titular del Poder Ejecutivo con las necesidades más antipáticas de la hora. Y con la vocación de Cristina de preservarse como custodia de la doctrina y tribunal de alzada sobre la letra final del acuerdo. Y de otras decisiones gubernamentales de capital importancia.
"Acuerdo prenupcial"
Se trata, ni más ni menos, de lo establecido en el contrato original de la decisión que en mayo de 2019 enmarcó el ofrecimiento de la candidatura a su ex jefe de gabinete. Pensando en el tránsito de esta agenda, para la que su propia biografía política le pone límites, (sumado a los que ella misma se autoimpone) es que cedió el primer término de la fórmula.
Como en los acuerdos prenupciales en los cuales se establecen salvaguardas a los bienes adquiridos antes de la unión, también aquí están establecidas protecciones patrimoniales preexistentes.
"Desde el círculo del mandatario, se preocupan de divulgar una nueva etapa presidencial, más libre en sus movimientos y con mayor autonomía"
El legado de Néstor Kirchner con el FMI, del cual ella es la única heredera, no se comparte. Existe la vocación de los ministros albertistas -y de otros socios ocasionales del mundo gremial y empresario- de presentar la necesidad como virtud y, en nombre de la racionalidad, aprovechar la oportunidad de "empoderamiento".
Si la nueva división del trabajo entre Presidente y vice da resultado, viviremos los próximos meses menos estresados, despejados de los fantasmas cambiarios e inflacionarios que asustan a todos. El año entrante no será de gloria, pero al menos no aumentará las penas y abrirá moderadas expectativas que permitirán "seguir tirando". Si por cualquier motivo llegara a fallar, debiéramos revisar el capítulo de las penas. Entre otras cosas.