La asombrosa historia del hombre que pagó 1.000 millones de dólares por dos pizzas
La historia de las dos pizzas pagadas con bitcoin por el desarrollador Laszlo Hanyecz sigue siendo fascinante más de catorce años después. En mayo de 2010, cuando el bitcoin era una criptomoneda poco conocida, Hanyecz ofreció 10.000 bitcoins a cambio de dos pizzas grandes valoradas en 40 dólares, marcando así la primera transacción comercial con esta tecnología.
Hoy en día, esa cantidad de bitcoins superaría los 1.000 millones de dólares, convirtiendo esa compra en una de las más caras jamás registradas.
La primera compra: el día que 10.000 bitcoins se convirtieron en pizzas •
El bitcoin, creado en 2009 por el enigmático Satoshi Nakamoto, era en aquel entonces un proyecto experimental cuyo valor apenas superaba unos pocos centavos. Hanyecz, al igual que muchos otros entusiastas, minaba esta criptomoneda desde su ordenador y acumulaba miles de unidades con facilidad.
Con el fin de probar su utilidad, publicó un anuncio en un foro especializado ofreciendo 10.000 bitcoins a cambio de dos pizzas. Un usuario llamado Jeremy Sturdivant, conocido en la plataforma como Jercos, aceptó la oferta, gestionó el pedido y pagó 40 dólares a una pizzería cercana.
Es importante recordar que, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 5 de noviembre y sus promesas al sector de las criptomonedas, el valor del bitcoin experimentó un aumento del 45%. Antes de esa jornada electoral, su cotización se encontraba por debajo de los 70.000 dólares. Sin embargo, pocos días después, superó la barrera de los 100.000 dólares por unidad.
El hecho que dio nacimiento al "Día de la Pizza".
El 22 de mayo de 2010, día en que Hanyecz recibió las pizzas, se celebra hoy como el Día de la Pizza dentro de la comunidad cripto. Esta fecha marca el comienzo de la utilización práctica del bitcoin como medio de intercambio.
Aunque en su momento la transacción parecía trivial, su impacto ha crecido junto con el aumento del valor del bitcoin, que recientemente superó los 100.000 dólares por unidad, reavivando así esta curiosa historia.
Respecto al destino de los 10.000 bitcoins, Sturdivant reveló que los utilizó para financiar viajes por Estados Unidos con su pareja, sin imaginar el valor futuro de la criptomoneda. Por su parte, Hanyecz ha afirmado en entrevistas posteriores: "No me arrepiento. Fue emocionante formar parte de la historia de algo tan grande".
A pesar de todo, en la descripción de su perfil en X (anteriormente Twitter) aún se puede leer "I am poor now" ("ahora soy pobre"), y, con un toque de humor, invita a sus más de 4.000 seguidores a donarle cualquier cantidad de bitcoin.