Este argentino colecciona envoltorios de alfajores: tiene 4.400 pero le falta uno y es su obsesión
Si hay algo que Lucas Accionelli nunca hizo en sus 38 años de vida fue comer un alfajor y luego desechar a la basura su envoltorio. Al contrario, al terminar de saborear su golosina preferida, cuidadosamente fue guardando cada papel hasta convertirse en un entusiasta coleccionista con más de 4.400 tipos de envoltorios de alfajores y sigue contando.
La pasión de Accionelli por los envoltorios de alfajores tiene raíces familiares. Su mamá, Olga, solía guardar los papeles de los alfajores para usarlos como señaladores de libros. Esta costumbre familiar influyó en Lucas, quien también comenzó a guardar los envoltorios para sus libros.
Sin embargo, fue en 1998, cuando tenía 12 años, que decidió empezar a coleccionarlos seriamente. Esta decisión surgió tras darse cuenta de que su alfajor preferido, el Blanco y Negro sabor banana split de Bagley, podía desaparecer del mercado, y no se equivocaba, ese sabor se discontinuó.
Con la ayuda de su hermano, Lucas empezó a guardar los envoltorios en cajas de zapatillas. Con el tiempo, este sistema se transformó en una organización más meticulosa, utilizando folios y sobres en biblioratos para preservar mejor su colección. Este método no solo protege los envoltorios, sino que también facilita la catalogación y el acceso a ellos, clasificándolos por países, años, marcas y sabores.
Lucas probó el 70% de los alfajores cuyos envoltorios posee, lo que demuestra no solo su dedicación a la colección, sino también su preferencia por esta icónica golosina. La mayoría de los envoltorios en su colección son de marcas argentinas, abarcando desde 1998 hasta la actualidad.
Sin embargo, su colección no se limita a productos nacionales; también incluye envoltorios de Perú, Chile, Brasil, Corea, Turquía y Egipto, entre otros.
El otro 30% de los envoltorios, cuenta Lucas, se los regalaron, los canjeó o los levantó de la calle. "Solo compré un envoltorio por su rareza, el de Menem. Me acuerdo de que lo pagué $8.000", señala. Este envoltorio especial, asociado al expresidente argentino, es una de las piezas curiosas, ya que, hasta donde sabe Accionelli, no hay otros que hayan reproducido figuras de políticos.4
El envoltorio de Dieguito Maradona, la figurita díficil
La figurita difícil para Lucas es el envoltorio de Dieguito Maradona de Georgalos, que salió al mercado a fines de los 80. Este es uno de los tesoros que Lucas aún busca para su colección.
Sin embargo, para él, coleccionar va más allá del objeto en cuestión; tiene más que ver con su valor sentimental y la nostalgia que estos pequeños pedazos de papel pueden evocar.
"Ahora, con la Ley de etiquetado frontal cambió todo porque ya no se pueden poner personajes ni dibujitos, así que veremos cómo las empresas se las ingenian para hacer envoltorios atractivos", dice atento el coleccionista.
En 2018, Accionelli decidió mostrar su colección a través de una cuenta de Instagram, @coleccionistadealfajores. Hoy la cuenta tiene más de 18.700 seguidores y, además de los envoltorios de su colección, comparte sus reseñas y eventos relacionados con esta golosina de origen árabe, que entró a la Argentina a través de España.
Fue mostrando su colección que, sin buscarlo, Lucas se fue convirtiendo en un referente del mercado de los alfajores. Ahora es habitual que las marcas como Fantoche, le envíen alfajores para que los pruebe y luego haga una reseña o que genere algún tipo de contenido para las redes sociales, tarea que realiza junto a su hermano. Además, su perrita Nama participó incluso de un comercial de Turimar.
Pero más importante aún, a través de @coleccionistadealfajores, Accionelli descubrió que, como él, había también otros fanáticos del alfajor y más coleccionistas de envoltorios. Juntos terminaron creando la comunidad de alfajoreros en YouTube con los que comparten información relevante del mercado y sus colecciones.
De coleccionista a emprendedor
Para hacer las reseñas, cuenta Accionelli a iProfesional, no les cobra a las marcas porque explica que quiere ser objetivo y poder criticar tranquilo cuando algo no le gusta. Con su hermano tienen una pequeña productora y juntos generan contenidos publicitarios para las marcas, esos, aclara, sí pueden ser pagos.
Accionelli, que además es preparador físico y tiene su gimnasio, tiene un emprendimiento de remeras, muchas con estampas relacionadas con los alfajores y otras dedicadas a otra de sus pasiones, que es el cine.
"Todo esto colabora mucho a que mi colección siga creciendo porque, como tengo bastante llegada a las marcas, me mandan. Para ser realista, lo que sí perdí un poco es eso de la búsqueda constante, del desafío de encontrar tal o cual envoltorio, pero sí, es muy loco, esto me abrió muchas puertas", dice.
Este año, Lucas estará presente por segunda vez mostrando su colección en el Mundial de Alfajor que se llevará a cabo en agosto.
También será parte del jurado en el Campeonato Argentino de Alfajor que se realizará el 21, 22 y 23 de junio en el Parque La Estación en Avellaneda, con entrada libre y gratuita.
Sobre su futuro como coleccionista, Lucas Accionelli comenta que seguirá hasta el día que deje de disfrutarlo, algo que por ahora ve imposible. "Mi sueño es tener un espacio para coleccionistas, un lugar donde uno pueda ir a exhibir los envoltorios de alfajores, interactuar con la comunidad y quizás tomar algo", concluye.