De Rosario al mundo: así fue la dura infancia de Ángel Di María
Ángel Di María es otro de los grandes consagrados de la Selección argentina. Además de reponerse a lo que fueron las finales perdidas y otras desilusiones del pasado, el Fideo es dueño de una historia de vida marcada por una difícil infancia.
Hace unos años, Ángel Di María escribió una carta para The Players Tribune en la cual contó con lujo de detalles todo acerca de su dura historia de vida, en especial los tiempos de su infancia. En primer lugar, el Fideo compartió que con apenas 9, 10 años tuvo que trabajar embolsando carbón. La economía de la familia no era precaria, pero todo cambió cuando el padre fue estafado por un amigo, quien le pidió que sea garante para un negocio que puso y luego desapareció dejándolo con las deudas.
Por entonces, Angelito también jugaba al fútbol, deporte al que llegó gracias a la recomendación de un pediatra. Es que cuando era aun más pequeño, presentó un cuadro de hiperactividad y el médico en cuestión le dijo a la madre que lo llevara a hacer este deporte.
Esto supuso un sacrificio importante para la familia, y en especial para la madre (ya que el padre pasaba toda la jornada trabajando). "Imaginen esto: una mujer andando en bicicleta por todo Rosario, con un pibe atrás y una nenita adelante, más un bolso deportivo, con mis botines y algo de comer, en el canasto de adelante", escribió el Fideo en su famosa declaración.
El futbolista de 34 años también agregó: "En subida. En bajada. Pasando por los barrios más difíciles. Bajo la lluvia. En el frío. De noche. No importaba. Mi mamá solo seguía pedaleando".
Siendo un joven adolescente, el autor del único gol contra Brasil en la final de la Copa América 2021 también tuvo que atravesar serias frustraciones, entre ellas los comentarios de un entrenador que lo tildó de fracasado y le dijo que jamás llegaría a nada. Como si fuese poco, la situación económica de la familia apremiaba y Di María no parecía tener el futuro asegurado. En su relato escribió que, cuando tenía 16 años, su papá comenzó a preocuparse ya que aún no lo habían promovido.
"Una noche estábamos sentados en la cocina y me dijo: 'Tenés tres opciones: Podés trabajar conmigo. Podés terminar la escuela. O podés probar otro año más con el fútbol. Pero si no funciona, vas a tener que venir a trabajar conmigo'", recordó. El Fideo se quedó en silencio y reflexionando. Fue entonces cuando la madre entró en escena y dijo "un año más en el fútbol".
"Eso fue en enero", indicó el flamante campeón del mundo. "En diciembre de ese año, en el último mes del plazo que nos habíamos puesto, debuté en Primera con Rosario Central", dijo para finalizar.