Por qué un día como hoy se decidió que había que manejar por el lado derecho (y no izquierdo como en Inglaterra)
Desde siempre hubo más cantidad de personas con mayor habilidad con la mano derecha que con la izquierda, y para establecer una concordancia con este fenómeno, en la Antigua Roma, donde diferentes carros arrastrados por caballos transportaban no solo personas sino también distintas mercaderías, se determinó que para la circulación de estos medios de transporte los conductores debían manejar del lado izquierdo de los caminos.
Esto permitía que mientras una persona conducía, la mano menos ágil (izquierda para la mayoría) se encargara de mantener en línea a los caballos, mientras que con la otra podía realizar otro tipo de tareas como utilizar alguna herramienta que funcionara como arma ante un posible ataque.
A su vez, en el siglo XIV, la determinación empleada en los siglos anteriores tomó mayor relevancia luego de que el Papa Bonifacio VIII estableciera que la circulación debía ser por el lado izquierdo, no solo por una cuestión convencional ya que la mayoría manejaba por esa mano, sino también para organizar las peregrinaciones.
Años más tarde, con el ascenso de Napoleón Bonaparte en 1804 y el auge de la Revolución Francesa comenzada en 1789, el emperador galo decidió que la circulación debía realizarse por el lado derecho, debido a que era zurdo. Es por eso que gracias a sus conquistas, parte de los países invadidos adoptaron la metodología del francés.
En contrapartida, Inglaterra, uno de los estados enemigos de Napoléon, logró resistir no solo el agresivo avance de Francia, sino también el cambio de circulación. Por otro lado, en América, Asia, y África, las colonias de ambos países adoptaron los sentidos de desplazamiento de las potencias imperialistas.
De esta manera, entre guerras independentistas, invasiones extranjeras y lazos culturales entre diferentes naciones, los vehículos cambiaron sus respectivas configuraciones y la cabina de conducción o el posicionamiento del volante cambiaron de lado en los años posteriores.
¿Qué sucedió en Argentina?
Según Federico Kirbus, periodista e investigador, el 4 de abril de 1872 se estableció por Ordenanza Municipal que los carruajes deberían circular por la derecha para evitar el caos en el tránsito. A su vez, casi todos los ferrocarriles hasta al momento circulaban en el sentido adverso y para mantener tanto la costumbre inglesa como el orden del tránsito, el 17 de mayo de 1889 el intendente de Buenos Aires Francisco Seeber dictaminó que el tráfico debía desarrollarse por la mano izquierda, disposición confirmada el 16 de julio de 1897.
Ya entrado el nuevo siglo, el sentido de circulación estadounidense comenzó a ganar terreno en la región, y fue por eso que el ingeniero Nicanor Alurralde viajó al país norteamericano para estudiar las condiciones y la señalización. Mientras tanto, el Automóvil Club Argentino inició una campaña preparatoria que culminó en la propuesta para realizar "un cambio de lado" a partir del 5 de octubre de 1944.
La medida se efectivizó recién el domingo 10 de junio de 1945, luego de que Juan Pistarini, ministro de Obras Públicas del ex presidente de facto Edelmiro Farrel, firmara un decreto para cambiar la circulación.
Además, el cambio de mano se vio influenciado por la habilitación del Puente Internacional Uruguayana-Paso de los Libres, previsto para el 12 de octubre de aquel año. ya que en Brasil se circulaba por la derecha.
Para la implementación, según el historiador Daniel Balmaceda, se determinó que la primera semana se manejaría a menor velocidad y sumado a esa medida, se imprimieron folletos para resolver situaciones de incertidumbre. Por otro lado, Brigadas del Touring Club Argentino y del Automóvil Club Argentino salieron a la calle con escaleras y martillos para estampar carteles viales. Se dieron vuelta 280 señales y se adhirieron a las esquinas 6500 flechas indicadoras del sentido de la circulación. Además, se acordó que los trenes y los subtes no cambiarían de mano para no sumar mayores confusiones.
Otro de los detalles que mencionó Balmaceda trata sobre los ensayos para que la población se preparara para el cambio de sentidos. En mayo, se realizó un simulacro de cambio de mano en la intersección entre las avenidas Corrientes y 9 de Julio. Durante un día entero se pudo dar vueltas alrededor del Obelisco en el sentido contrario al que estaban acostumbrados. La gente se paraba en la Plaza de la República para ver el espectáculo del giro a la izquierda.
Por último, a las 17:45 horas del domingo 10 de junio de 1945, un escuadrón de policías hizo sonar sus silbatos y les indicó a los automovilistas que lentamente se pasaran de carril o giraran el vehículo, debido al cambio de sentido de más de 100 calles, y aguardaran frenados cinco minutos. A las 18:00 horas, la Argentina abandonó la tradición inglesa para pasar a circular por la mano derecha.