Este es el truco definitivo para hacer huevos poche y que salgan perfectos
Algo que parece muy fácil puede no serlo a la hora de ponerlo en práctica. Podrían preguntarse, ¿quién no sabe cocinar un huevo? Pero la verdad es que existen muchas formas de hacerlo, y algunas pueden parecer más difíciles que otras.
Los huevos poche podrían ser la prueba de esto. A diferencia de los huevos fritos, estos te permiten disfrutar de la yema líquida, pero sin sumarle grasas y sin ensuciar tanto la cocina.
Para que lo compruebes vos mismo te dejamos una serie de consejos a la hora de cocinarlos:
- Cuánto más frescos sean los huevos, mejor resultará la técnica del huevo poche. Si no es el caso, tenés que ponerle un chorro de vinagre en el agua. De esta manera la clara se contraerá mejor en torno a la yema.
- Si vamos a consumir el huevo poché más tarde, una vez que lo retiramos, lo sumergiremos en agua con hielo durante unos segundos, para cortar la cocción.
- Cuando vayamos a servirlo, podemos calentarlo con alguna salsa de acompañamiento, o también introducir el huevo en agua caliente, durante unos segundos.
- Es totalmente normal que pueda resultarnos un huevo imperfecto, con sobrantes de clara. A la hora de emplatarlo, podés recortar esas imperfecciones con un cuchillo o unas tijeras, y quedará perfecto.
Pero hay que tener en cuenta que no existe una sola forma de hacer este tipo de huevo, por eso a continuación te contamos distintos métodos que podés utilizar.
1. Cómo hacer un huevo poche por el método tradicional
Paso 1: Ponemos a calentar el agua en una olla. Es importante poner al menos un litro de agua para que así sea más fácil mantener la temperatura durante la cocción, es decir, que al echar el huevo no baje drásticamente la temperatura del agua.
Paso 2: Mientras se va calentando el agua, rompemos el huevo en un vaso con cuidado de no romper la yema.
Paso 3: Cuando el agua esté a punto de hervir y sabremos que lo está porque se empiezan a formar pequeñas burbujas en la superficie, removemos el agua con una cuchara para que se forme un pequeño remolino sobre el que dejaremos caer el huevo que tenemos reservado. De esta manera, el propio remolino "recogerá" la clara e impedirá que esta se disperse por el agua.
Paso 4: En cualquiera de los casos dejamos cocinar el huevo poché durante tres minutos, pasados los cuales lo retiramos del agua con una espumadera, lo salamos a gusto y lo servimos inmediatamente.
2. Cómo hacer huevos poché con papel film
Cuando queremos hacer muchos huevos a la vez y no queremos complicarnos la vida formando remolinos y llevando cuentas de cuánto tiempo lleva cada huevo en la olla, la técnica del papel film es muy práctica, esto también nos ahorra tener que colar el huevo para retirar la clara más líquida y nos asegura siempre que nuestros huevos tendrá una forma redondeada que es lo que buscamos.
Paso 1: Recortamos un trozo de papel film, lo ponemos sobre un cuenco y lo pincelamos con un poco de aceite.
Paso 2: Romper el huevo sobre el papel film, lo salpimentamos al gusto y, si queremos, podemos añadir algún otro ingrediente para aromatizar como puede ser por ejemplo una hierba aromática.
Paso 3: Cerramos el papel film juntando las cuatro puntas y haciendo un nudo. Lo que buscamos es hacer una especie de envoltorio con el huevo dentro.
Paso 4: En una olla ponemos a hervir agua abundante y cuando esté a punto de hervir vamos depositando nuestros huevos y los dejamos cocinar durante tres minutos. Pasado este tiempo los sacamos. Si son muchos conviene pasarlos a un bol con agua fría para que se corte la cocción y no se nos pasen de punto mientras los vamos sacando del papel film.
Otra opción es cocinarlos al vapor. En este caso tendremos que cocinarlos durante unos seis minutos y es un método que tiene la ventaja de que nos garantiza que todos los huevos salen con el mismo tiempo de cocción, porque cuando finaliza el tiempo no hay que ir sacando uno por uno, sino que basta con correr la vaporera de la fuente de vapor.
3. Cómo hacer un huevo poche en el microondas
Esta solución es buena cuando necesitamos cocinar pocos huevos y tenemos pocas hornallas o están todas ocupadas.
En este caso, al igual que en el método tradicional el buen resultado depende de lo fresco que sea el huevo, por lo que conviene usar el truco del colador y poner unas gotas de vinagre en el agua si no estamos seguros de que sea un huevo que este en muy buen estado.
Paso 1: En un bol ponemos agua suficiente como para que cuando tengamos que poner el huevo dentro quede completamente cubierto por el agua y, si procede, una cucharada o dos de vinagre.
Metemos el bol con agua en el microondas y lo ponemos a calentar a máxima potencia un par de minutos hasta que el agua esté a punto de hervir - el tiempo exacto dependerá del microondas que tenga cada uno, así que la primera vez toca controlar el proceso-.
Mientras se calienta el agua rompemos el huevo en un vaso.
Paso 2: Cuando el agua esté a punto de hervir sacamos el bol del microondas con cuidado de no quemarnos, ponemos el huevo, tapamos el bol con un plato y lo metemos de nuevo al microondas a potencia máxima durante unos 40 segundos.
Paso 3: Ahora solo queda sacar el huevo del agua con ayuda de una espumadera como si lo hubiésemos hecho por el método tradicional.
4. Huevos pasados por agua y huevos a baja temperatura
Para terminar, otra forma de lograr el huevo con la clara cocinada a punto y la yema líquida, es hacer los "huevos pasados por agua y los huevos a baja temperatura", que a diferencia de los huevos poche, los huevos se cocinan con cáscara.
El huevo pasado por agua es un huevo que se cuece como si fuésemos a hacer un huevo duro, pero que solo lo cocinamos durante cuatro minutos, de manera que la clara ha cuajado pero no se llega a endurecer y la yema permanece líquida. Estos huevos se sirven sin pelar, en una huevera y retirando solo la parte superior de la cáscara.
Los huevos a baja temperatura se cocinan controlando en todo momento y de manera precisa la temperatura y el tiempo de cocción usando herramientas específicas para tal fin. Eligiendo la combinación adecuada de tiempo y temperatura podemos conseguir un montón de resultados diferentes como puede ser la clara completamente cuajada y la yema completamente líquida, o la yema casi cuajada y la clara casi cuajada pero sin endurecer.