¿De dónde viene el dicho "juego de manos, juego de villanos"?
Las frases populares reflejan la sabiduría y la Historia de los pueblos y de su lenguaje. Entender qué significan y de dónde vienen las frases populares que se utilizan frecuentemente en los países de habla hispana puede ser muy útil al momento de acabar de comprender la idiosincrasia y la cultura.
"Juego de manos, juego de villanos" es una de las frases que más se usa en muchos países que utilizan el idioma español. Junto con "poner los puntos sobre las íes" o "dorar la píldora", entre otros, es uno de los dichos más populares de la lengua española que han llegado hasta América.
Cuál es el origen del dicho "juego de manos, juego de villanos"
"Juego de manos, juego de villanos", reza el dicho popular que muchos padres y madres utilizan para que sus hijos e hijas dejen de jugar "bruto". El objetivo es evitar que se lastimen, dado que muchas veces este tipo de diversiones terminan en algún tipo de lesión por una caída o un golpe fuerte.
Antes de conocer el origen de esta frase, es importante destacar que la acepción de "villanos" en este dicho es diferente al que se piensa o utiliza actualmente. En aquella época, cuando se acuñó la frase, se conocía de esta manera a quienes simplemente vivían en una "villa", o aldea. Como consecuencia de su condición económica, de la que derivaba el lugar donde vivían, este grupo de personas carecían de acceso a una educación como la que podía recibir quien habitaba una gran ciudad.
En otras palabras, "juego de manos, juego de incultos".
¿De qué se habla cuando se habla de juego de manos? Básicamente, se trata de una tendencia exagerada a los juegos con alto componente físico agresivo. Es el típico caso de los niños que juegan a pegarse, con frecuencia como recreación de escenas que ven en la televisión o en el cine. Es así que vuelan las patadas de karate o de otras artes marciales, se combinan con golpes de puño, y se acaba con cuerpos trenzados en forcejeos que no siempre finalizan bien. De hecho, es muy frecuente que los niños se lastimen por jugar de esta manera, ya que no siempre controlan la fuerza o lo que va a hacer el otro.
La historia de esta frase popular es la misma que tuvieron otros dichos a lo largo de la historia. Algunos de ellos tienen explicaciones religiosas, otros tienen relación con el mundo de la política, pero el punto en común de todos los dichos del refranero popular es que se han expandido por todo el mundo y han perdido su significado estricto original. A tal punto ha sucedido esto, que se han popularizado y ya se usan para diversas situaciones.