¿Cuál es el origen del dicho "buscar una aguja en un pajar"?
Las frases populares reflejan la historia y la sabiduría de las sociedades en las que surgen. Explican muchos de los hechos que sucedieron en la Historia y el hecho de que muchas todavía estén vigentes implica que todavía son útiles para que las personas se expresen.
Es probable que la mayoría de los hombres y mujeres que hablan español entiendan qué significa cuando se habla de que algo es más difícil de hacer que "buscar una aguja en un pajar".
Sin embargo, es probable que la mayoría de esas personas desconozca el origen preciso de este popular dicho español, que compone el refranero popular de dicha lengua junto con "el que se fue a Sevilla perdió su silla" y "no hay moros en la costa", entre otras que existen y aún se usan. Esto sucede también con otras frases populares, ya que se conoce el significado y pocos se interesan en la búsqueda del significado original y del origen de cada frase.
¿Cuál es el origen del dicho "buscar una aguja en un pajar"?
El dicho "buscar una aguja en un pajar" constituye una de las representaciones más notables de los objetivos difíciles de cumplir. La realidad es que debe haber pocas tareas más complicadas e imposibles que tratar de encontrar una aguja en un pajar.
La expresión "buscar una aguja en un pajar", entonces, se emplea popularmente para representar un reto muy difícil de conseguir, algo muy complicado y que, además, nadie espera que se logre.
Curiosamente, aunque es muy utilizada en el idioma español, su origen proviene de tierras que se encuentran más al norte. El origen de esta frase se encuentra en Inglaterra.
Tiempo atrás, a principios del siglo XVIII, un granjero le dijo a otro algo que dejaría marcada a la humanidad para siempre. Le dijo que "encontrar un noble que trabaje es como encontrar una aguja en un pajar", sin saber que esa afirmación quedaría para siempre plasmada en varios idiomas. Tampoco sabía el hombre que millones de personas de todo el mundo seguirían usando su frase, que seguramente pronunció en forma fortuita, para representar una tarea muy difícil de conseguir, un reto que se podría definir como prácticamente imposible.
En aquel momento fue cuando sucedió la magia. Al otro granjero le gustó mucho la frase que había dicho su compañero y comenzó a repetirla por todas partes. De este modo se popularizó en todo el país y, claramente, trascendió las fronteras inglesas hasta llegar al idioma español.
La historia de esta frase popular es la misma que tuvieron otros dichos a lo largo de la historia. Algunos de ellos tienen explicaciones religiosas, otros tienen relación con el mundo de la política, pero el punto en común de todos los dichos del refranero popular es que se han expandido por todo el mundo y han perdido su significado estricto original. A tal punto ha sucedido esto, que se han popularizado y ya se usan para diversas situaciones.