Un operador bursátil cuenta cómo encuentra en la cocina una gran terapia para los malos días de mercado

Con frecuencia me preguntan cómo se hace el switch entre un día donde los mercados te trataron mal y tu vida personal.

Siempre se dice que los que trabajamos en los mercados (bursátiles, cereales, commodities) somos ciclotímicos; nuestro humor va de la mano del mercado. Nada mejor para un cable a tierra que una buena rutina de ejercicios y una actividad creativa que te motive.

En mi caso, la cocina es eso: una excelente terapia que me despeja la cabeza y me impulsa la creatividad, y ahora en cuarentena más. El desafío es arreglarte con lo que tenés a mano.

Este es mi principal consejo a la gente: aprende a cocinar, prueba nuevas recetas, aprende de tus errores, no tengas miedo y, sobre todo, diviértete.

En la cocina hay que animarse a incorporar una dosis de espontaneidad y creatividad. Seguir una receta al pie de la letra es como copiar y pegar. Hay que jugarse con el toque personal, pero con simpleza.

No tenés que cocinar complicadas o sofisticadas recetas. No es cuestión de complicarse la vida mezclando ciento de especies o sabores.

Siete son las notas musicales y los músicos haces maravillas. Y como en la música, además de gustarte, hay que ponerle amor a lo que haces.

Por eso, ¡nada más lindo que cocinar para los amigos y compartir una copa de vino!

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